Puv Charlotte
Cuando las clases se acabaron nos dirigimos al estacionamiento.
El auto deportivo se había estacionado junto al Jeep de Alex, sus dueños estaban recostados en él, no pude evitar reírme, quién sabe cuántas horas habrán estado en el baño por mi broma, no quiero imaginar lo que pensaría el personal de limpieza al ver como dejaron los excusados.
Trevor ya no llevaba el gabán, podía apreciar varios de sus tatuajes, uno de ellos llamó mi atención, era un dragón con tintes rojos iba desde la palma donde iniciaba la cabeza hasta su codo, era hipnótico, recordaba haberlo visto en algún otro lugar, pero no podía saber dónde, vino a mi mente una carrera de autos, recordaba la mano en el volante de un auto, pero no podía distinguir a qué equipo pertenecía o si solo era un visitante, había comenzado a tomar para aquella época, no podía recordar claramente, se veían nebulosas las imágenes, era como si algo estuviera por anclarse y volviera a la completa oscuridad, sus amigos tenían tatuajes similares pero variaba el color.
No puedo creer que no lo notara antes, tal vez fuera el desinterés o la falta de atención a los detalles, en cualquier caso, es preocupante porque en mi mundo puede costarte la vida.
Su mirada estaba concentrada en mí, se relamió los labios y sabía que debía cuidarme las espaldas, se vengaría de mí, pero no le prestaría más atención.
-Hola preciosa-dijo Aiden rodeando con sus brazos mi cintura y besándome, había estado tonteando todas las vacaciones con él, era lindo con su cabello castaño desordenado, su actitud era relajada y su billetera holgada, no preocupaba de ningún gasto a su lado, ni por nada serio, justo la falta de compromiso que necesitaba.
-Hola...-solté sorprendida tensándome, pensé que lo dejaríamos en cuanto llegáramos a la escuela; no podía creer en la fidelidad de un chico hormonal de su edad, pese a sus "buenas intenciones" sabía por experiencia con mis hermanos que era algo imposible, sin mencionar que realmente no lo veía en aquel plan serio.
-¿Vendrás esta noche a mi fiesta?- ni siquiera sabía que había tal cosa, estuve tan distraída con la broma que mis intentos por socializar este día, eran como mínimo pésimos.
-Desde luego iremos-le contestó Charlie alejándome de él, mi hermano paso su brazo sobre mis hombros, girándome para que todos formáramos un círculo, el nivel de protección que ejercían mis hermanos era como una fuerza de la naturaleza, no había conocido un muchacho aún que les agradara por completo a todos.
-Llevaremos unos barriles de cerveza- complemento Alex tomado de la mano de una chica que no recordaba haber visto antes, era algo ruda algo fuera del estilo de sus exnovias, parecía una motera, eleve una ceja en su dirección, que mi hermano decidido ignorar, había algo sumamente sospechoso, pues el no compartía las actividades ilegales, era el más centrado con posturas similares a las de papa.
-Invitaremos algunas chicas más- me empujo sutilmente Helena, ella sabía lo mucho que me incomodaba tener que enfrentarme a alguien que quisiera algo serio, después de Itzae todo el tema amoroso, estaba en terreno prohibido.
-Me alegro, les enviare la dirección- contestó muy emocionado y antes de irse, me miro -te estaré esperando- pase saliva, rayos ¿cómo le terminas a alguien? con quien no tienes nada, sin que sea incómodo, lo bueno es que siempre nos veíamos en lugares privados, lejos de la familia y habladurías de la gente, incluso en las pocas fiestas en las que se nos vio juntos, nos hemos ido por separado, no era que me interesaran las apariencias, pero tampoco quería malos entendidos.
-Estás en problemas- susurro en mi oído Charlie, entonces empujo mi hombro juguetonamente, achantándome.
Cuando alcanzamos al Jeep, subí para conducirlo a casa, porque sabía que los chicos se quedarían a entrenar y antes de que se cerrara la puerta escuche cuando mí querido hermano, invitaba a la fiesta de esta noche a "los nuevos", Charlie no desaprovechaba la oportunidad para fastidiarme, sería una noche loca, si las cosas se seguían mezclando.
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Mafia |EDITANDO|
Teen FictionCharlotte Rock acaba de cumplir sus 18 años, es una famosa corredora en carreras ilegales, tiene un expediente sellado con la policía y tuvo una relación, con el ahora líder del cártel del Pacífico, pero busca escapar de su pasado y reformarse de su...