Mafia |EDITANDO|

~Capítulo 11~ Diablo

Sus labios eran lo más delicioso que hubiera probado.

Un carraspeo nos hizo girarnos.

La vergüenza que me invadió fue tanta que mi cara se puso como un tomate, mientras que el se puso tenso y me ayudó acomodar mi ropa, no solo nos habían sorprendido y arruinado el momento, el problema era la persona que nos estaba mirando de forma reprobatoria ahora.

-palos de árbol- dijo mi ruso favorito de forma reprobatoria, sabía que me estaba diciendo que por favor aprendiera de mi errores, nuestra ropa desordenada, cabello revuelto, no, nos daba la mejor apariencia.

Segui mi impulso, abrazandola, sabia perfectamanete que no era cariñoso por su patria, pero era un padrino muy comprometido.

-моя красивая девушка- sonrei sabiendo que era su niña, tomo mi mano entre las suyas regalandome un beso, miro con desden a Trevor, quien parecia molesto con nuestra confianza, despues de nuestro momento compartido podia entender que se sintiera molesto por ser interrumpido y desplazado -He venido por la invitacion que te envie-

Sonrei. Mi Dimka.

-terminaremos el trabajo después Trevor- anuncié a modo de despedida hiendome con Dimitri.

Cuando estábamos en el pasillo, una sensación de pesadez me invadió, extrañaba el calor de su cuerpo, la forma en que me mira con una devoción absoluta.

La escuela había terminado, todo parecía algo desolado, no quise mirar mi celular para ver las llamadas perdidas seguro las tendría.

-¿Como me encontraste?- si nadie sabía dónde me ubicaba.
-cariño, yo lo sé todo- puso sus gafas de sol, dándole un giro dramático a la situación.

Salimos fuertemente escoltados por varios hombres, había 3 camionetas negras, tomamos la última, me sorprendía que todo esto pasará desapercibido.

La vergüenza que me hubiera dado que nos vieran y como cambiaría de nuevo mi vida me daba algo de miedo.

-¿Quieres algo de beber?-
-un Tequila-
-Pisando fuerte- le dio la señal a uno de sus hombres quien me tendió una botella, ¿Dónde esconderian la nevera o la cava? - este año es espacial-
-¿Que ha cambiado?-
-Itzae, ha invitado a medio cártel de Sinaloa a la reunión- eso me dejó muy sorprendida ya que el no me daba la impresión de ser muy sociable ahora.
-¿Vendrá?-
-No lo sabremos hasta el día del evento, sabes que su seguridad le da garantía al cartel-

Me preguntó, ¿Como le estará llendo?¿Abran intentado matarlo? ¿La policía ya conocería su cara?¿Estaría en los más buscados?

Aparcamos en una locación remota, algo cerca de la zona industrial pero por su aspecto parecía ser una finca ganadera, ¿Dimka sería el dueño?.

-¿Es tuya?-
-Ya quisiera, es parte del cartel- sabía que el cártel poseía incontables propiedades para resguardarse en varios lugares del mundo, ahora pensaban en todo.

Nos bajamos del auto aún sin entrar en la propiedad, había tantas cosas que no podía saber, ¿Qué se sentiría tener a todo el cártel o una parte en la ciudad? ¿Desde cuándo ellos se movilizaban fuera de México?, Recordaba a varias caras pero probablemente hubieran cambiado con el posicionamiento de Itzae.

Los hijos de los narcos son...una uva, son entretenidos y deshinibidos, los nuevos ricos o ricos de cuna, son ideales para salir, son fieles, derrochadores y para ellos vale tanto la palabra con un contrato letrado.

-¿Porque me cuentas esto Dimka?- sopesaba mis opciones con algo de miedo a la respuesta.

-El cartel te está esperando, para nadie es un secreto vuestra relación y como se conocieron-