Mafia |EDITANDO|

-Capitulo 33- Sex Hard

Puv Charlotte

Luego de salir de nuestro escondite, fuimos directo a los dormitorios, en el camino estábamos tomados de la mano, podía sentir el calor emanando de esta, era algo maravilloso, él y yo juntos pese a todo, sostenía la comida con mi mano izquierda, íbamos a visitar a los chicos, esperaba que ellos hubieran podido tener un buen día, las clases eran tediosas, pero eran un mal necesario, uno para graduarse e ir a la universidad en un futuro cercano.

El campo de fútbol estaba solo, era algo extraño en esta época del año, pero no estábamos al corriente de la situación en la escuela, el atardecer daba la sensación de estar en una pintura surrealista, el césped se veía verde, algo largo, para deslizar la mano sobre él, debían haber tenido contacto con los aspersores pues estaba bañado por un roció, el aroma me hacía recordar tiempos anteriores, donde solíamos venir con papá a entrenar a mis hermanos, nunca fui muy dada a los deportes, era muy torpe de niña, me encantaba verlos jugar, ver el sudor bajando por sus caras y saber que esos muchachos tan capaces serian mis protectores algún día.

Alex era el más fuerte, incluso al ser Noah el mayor, no podía con la fuerza de este, pero no le gustaba la atención, le gustaba trabajar en equipo con los chicos, le propusieron ser linebacker, pero a él le gustaba más estar en la línea defensiva y plantarle la cara a sus problemas, esa era su filosofía de vida.

Era increíble ver como de pegarme chicles en el cabello, quitarles las cabezas a mis Barbies lograron convertirse en chicos tan buenos, excepto por Noah, aunque era el que más me incluía en todas sus trifulcas, mi protector en las bromas de los gemelos, pero era demasiado inmaduro, ahora reconocía el peligro en el que me puso al llevarme a esa fiesta hace tantos años, Itzae era un amor de hombre, habíamos tenido 4 años maravillosos, pero había sido una irresponsabilidad estar en la línea de fuego, eso terminó desbordando y casi aniquilando a nuestra familia.

Papá golpeo a Trevor en el hospital, cuando este se escapó de su habitación para intentar saber cómo estábamos, Noah termino en cuidado intensivos, se negó a hablarnos, aún tenía ese dolor muy fijado en el pecho, Itzae pago todos sus gastos médicos e incluso por todas las terapias físicas, estaba dispuesto a hacer todo para que mi hermano estuviera bien, se sintió destrozado, sabía que nada sería igual, y nunca lo fue.

El cobarde de Noah, nunca pudo dirigirnos una palabra.

Puse mi cabeza en el hombro de Trevor.

Esa parecía otra vida, con el todo era demasiado fácil, las conversaciones, emociones y sentimientos, todo era demasiado rápido, fuerte, era un sentimiento tan real, opacaba mis recuerdos de mi anterior relación, aun que había tanto que no sabía de él, mire su perfil, su nariz tenía una pequeña curva hacia arriba, pero era normal, nadie era perfecto, pero a los ojos del amor él era perfecto para mí.

Hoy me había dado miedo, resaltó las diferencias entre los dos, no solo me hizo temer lo que sería capaz de hacerme en una pelea o discusión, si no también qué pasaría si algún día perdía los estribos teniendo una familia con niños, ¿Tendría traumas?, bueno, debería tenerlos, vivir con asesinos no ha de ser fácil, la muerte por doquier, ¿Eso era lo que quería para mí?, decidí enterrar esos pensamientos, en lo más oscuro de mi mente.

El destino era muy caprichoso, no decidiré nada, por el temor al futuro, viviría el presente.

Entramos en el complejo de edificios del internado, aun había mucho movimiento, estudiantes yendo y viniendo, sin darnos importancia, las risas sordas llenando los espacios, las chicas gritando y jugando con los chicos, si, eran mixtos, no me ponía nerviosa aquello, era agradable que tuvieran una buena comunicación con las chicas, no era esa novia celosa, psicótica y tóxica, que te prohibía hablarle a cualquiera, conocía a la mayoría, y ellas sabían quién era yo, lo que soy capaz de hacer, hay murió cualquier intención de algo, lo sabía.