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Introducción

—Señor, ¿lo hará?

—Si así podemos ganar esta guerra, sí.

—Pero, señor...

—Es definitivo. Hwanin me confió este poder. Juraron mantener el secreto a salvo; cumplan con ello. DanGun queda a cargo.

—Sí, señor.

El hombre miró por última vez a sus hombres, quienes lo observaban con rostros preocupados. Sin embargo, él fue a su carpa sin decir más.

Sabía las consecuencias de la decisión que estaba tomando. Pero si podía crear una mejor versión, donde derrotaran a sus enemigos e iniciaran una nueva civilización, correría el riesgo.

Con una piedra afilada cortó sus muñecas, y de ellas salió una brillante y dorada sustancia, la cual manchó las pieles que adornaban el interior de su carpa. El aroma enloquecedor lo llevó a la cúspide del deseo de beber ese líquido hasta saciarse; el olor lo embriagaba, era una fragancia tan deliciosa como mortal.

Intentó calmarse y curó sus heridas con unas vendas. Tomó lo que había de llevar en su viaje y sostuvo el regalo de los dioses entre sus manos, elevando aquella fina pieza. Se sentía extasiado de poder, de control.

—Yo soy Hwanung, hijo de Hwanin. Es mi deber cumplir mi propósito, aun si tengo que entregar el destino en mis propias manos, tan soberanas como propensas a errar. Debo cumplir mi propósito, incluso si desconozco las consecuencias.

Hwanung, dicho eso, pronunció una frase y desapareció, tal vez para siempre, nadie lo sabía además de él.

Ganó la guerra. Pobló el lugar que había designado para fundar su ciudad. Miles de años más tarde, se verían las repercusiones de su acertada y, a la vez, terrible decisión.

Quizás no era tan mala para nadie. Después de todo, ¿qué era haber entregado dos vidas a un infierno? Nada relevante, ¿no es así?

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Esperé tanto para poder publicar esta historia. He puesto mucho empeño en planificar la trama y espero que sea mucho de su agrado.

Gracias por darle la oportunidad a este ffic. Besos. ♡

Bye.

Roze Blume 🌹
➜ ig: faugh.ty