¿Qué...? ¡¿Qué hacía ChanYeol ahí?!
—JungKook, ponte la maldita chaqueta. ¿Dónde dejaste tu camisa? ¡¿Me estás escuchando?! —gritó el chico de cabello plateado frente a él.
JungKook no podía creerlo, sentía que su mente y ojos lo estaban traicionando. Era una broma pesada, ¿verdad?
—Creo que la dejé en casa...
—¡Hace nada la tenías puesta! Voy con Kai un rato y tú simplemente te sacas la camisa —reprochó ChanYeol, pero el peli-negro solo lo miraba, tratando de comprender.
El peli-gris, al ver que JungKook no tenía intenciones de moverse, le puso la chaqueta y subió el cierre hasta el cuello para que no descubrieran que no llevaba nada debajo. No entendía qué le pasaba a su amigo, pero no podía permitir que lo castigaran por dársela de exhibicionista.
—Channie... —susurró JungKook, acercándose a su amigo, quien lo veía con una mueca confundida—. Te he extrañado mucho.
Sin aviso previo e impulsado por su instinto, lo abrazó. No sabía cuánto había echado de menos a su amigo hasta que sus brazos se sintieron completos teniendo al chico entre ellos. ChanYeol lo empujó entre risas, claramente aturdido por el comportamiento del peli-negro.
—¿Qué demonios te pasa, Jeon JungKook?
JungKook sorbió su nariz para impedir que las lágrimas acumuladas en sus ojos escaparan de sus cuencas. La situación era nostálgica para el peli-negro: ver al que fue su mejor amigo durante su secundaria y preparatoria no era algo que sucediera todos los días, y lo lamentaba. Ellos habían terminado por separarse cuando fueron a la universidad. No lo culpaba. ambos estaban ocupados con sus vidas y no ayudaba el hecho de haber ido a distintas instituciones.
Vagamente recordó que ChanYeol no era un fanático de los abrazos o cualquier demostración de afecto, aunque los aceptaba de vez en cuando de parte del menor. De todos modos, se sintió un poco tonto.
—Oh, nada. —El peli-negro sonrió algo avergonzado—. Es solo que no te he visto en años.
El peli-gris volvió a mirarlo sumamente intrigado. ¿Años, decía? La única cosa que quedaba clara para ambos era que ChanYeol estaba igual o más desubicado que JungKook.
—Nos vemos todos los días en la escuela. ¿Qué tienes? —ChanYeol comenzaba a preocuparse por su amigo.
JungKook lo miró con el ceño fruncido; no entendía de qué hablaba el peli-gris. Ellos no se habían comunicado en varios años. Su mente podría ser traicionera, pero no en esa magnitud.
De pronto, una idea descabellada cruzó la mente del peli-negro, pero era muy improbable que estuviera en lo correcto. Tal vez JungKook había visto demasiadas películas y eso le estaba afectando. SeokJin podría tener razón al decirle que algún día terminaría volviéndose completamente loco.
—Dame tu teléfono —pidió JungKook.
ChanYeol se lo entregó sin rechistar y el menor lo tomó con rapidez.
Todos ya habían salido del salón; estaban solos. JungKook no lograba entender qué pasaba ni qué hacía ahí, y su desesperación se intensificó cuando, al ver el celular del peli-gris, se fijó en la fecha.
—¿Qué? ¿Pasa algo malo?
El mayor se acercó a JungKook. Éste estaba petrificado, inmóvil.
—¿En qué año estamos? —preguntó el peli-negro con miedo.
Sus manos habían comenzado a sudar y un ligero temblor atacó todo su cuerpo.
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Páginas Perdidas ©
FanfictionVK┃emisión. ❝Jeon JungKook, un joven coleccionista de reliquias, no es alguien que podría decir que la vida le había sonreído. Su madre murió a temprana edad y está casado con un hombre que convierte su día a día en un infierno. Estaba estancado, ha...