Capítulo 23: Justo en el estómago

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¡Está drogado!

−A nosotros, tú y yo, lo que fuimos, lo que nunca vamos a ser−la desesperación en mi voz me enoja.

−No puedo−aprieta aún más mi brazo y da otro paso, dejando cuando mucho unos tres centímetros de distancia entre ambos.

−Puedes, siempre pudiste, déjame ir−suplico.

Los recuerdos comienzan a acumularse en mis ojos, y quema, todo dentro de mí comienza a desgarrarme, veo mi vida en cuenta regresiva, todo se acumula hasta que algo estalla dentro de mí y una lágrima se me escapa.

Ryan la limpia con su pulgar.

−No quiero−su mano se queda en mi mejilla, su tacto no es cariñoso, como si solo quisiera hacerme más daño quedándose aquí cuando yo me estoy muriendo desde dentro de nuevo.

−Por favor...−mi voz ahora apenas es un susurro. Dudo mucho que me haya escuchado.

−Nunca podremos escapar el uno del otro−su mano izquierda se posa sobre mi espalda, es fría y suave, pero no me hace sentir nada.

−Algún día tendrás que ceder−no sé en qué momento esta conversación tomó este rumbo, pero no permitiré que nadie aquí me vea vulnerable y débil.

−No lo haré, siempre serás mía−contesta con seriedad.

−Nunca fui tuya−respondo con la misma seriedad.

Quito su mano de espalda con fuerza y retrocedo un paso para dar la media vuelta, solo son diez metros lo que me separa de mi zona segura. Puedo hacerlo, viajé kilómetros con el corazón roto, esto no es nada. Escucho que los murmullos empiezan una vez más volviendo todo a la normalidad.

Un paso y luego otro, cuando de pronto mi cabeza se echa hacia atrás y suelto un quejido de dolor al sentir mi cabeza ser tirada con fuerza. Algunas de las chicas no pueden evitar soltar exclamaciones de asombro ante la escena.

Primero mi mirada es de puro pánico, y recae sobre la de Theo que me mira con preocupación y sorpresa, Petrov se levanta del sillón seguido de Val y Fyodor.

Tomo la mano de Ryan con las mías intentando soltarme del agarre sobre mi cabello, pero no cede, simplemente se hace más y más fuerte.

Entonces doy media vuelta, y aprovechando el largo de mi cabello tomo impulso y le doy un golpe en la mejilla que hace que me suelte, nadie hace nada, nadie puede, salvo Petrov.

Escucho varios pasos detrás de mí, algunos tacones que supongo son de Val y Kena.

−¡Eres una maldita zorra!−grita a todo pulmón después de ver la sangre que brota de su pómulo.

Yo retrocedo a trompiscones hasta que choco con alguien, sin poder ver quién es me hace a un lado y se aproxima hacia Ryan quien intenta abalanzarse sobre mí para golpearme.

−Si la tocas nuestro trato se va a la basura−anuncia Bastian.

Theo se para junto a mí, no me dedica ninguna mirada, sólo se queda ahí, nunca me había sentido tan pequeña a su lado como ahora.

−No dejaré que te lastime−dice antes de tomar mi mano entrelazando nuestros dedos.

Me hace caminar hacia el lugar donde estábamos antes, pero a unos cuantos metros del lugar alguien lo hace girar tan bruscamente que lo obliga a soltarme de golpe.

Parece que no ve venir el puño de Ryan hacia su cara. Su cabeza se tira hacia atrás con violencia por el impacto, pero se sacude rápidamente y de alguna manera puedo ver cómo su rostro cambia, no solo por el hilo de sangre que sale de su boca sino por la oscuridad en su mirada.

De pronto todo es caos.

Hay gritos por doquier, Theo da y recibe golpes, aunque he de decir que da más de los que en realidad recibe, nunca vi a nadie pelear de esa forma, como si la ira lo consumiera y esa fuera la única manera de sacarla de su sistema.

Ryan intenta seguirle el ritmo, pero le es imposible, termina en el suelo, su camisa antes blanca ahora está manchada de su propia sangre.

Sus guardaespaldas llegan en su rescate y toman a Theo, dos de ellos sostienen al chico y otros tres comienzan a golpearlo, yo no puedo evitar ir directo ahí y meterme en medio.

−¡Alto!−grito, pero acabo recibiendo un golpe seco en el estómago que me quita el aire.

Suelto un gruñido, me tambaleo un poco pero no dejo de cubrir a Theo con mi cuerpo, los tres hombres se paralizan al ver a Ryan levantarse, estoy casi segura de que ha visto todo.

Los dos que estaban sosteniendo a Theo de ambos brazos lo sueltan, por lo que su cuerpo ya debilitado cae sobre mi espalda, él se queja e instintivamente pasa su brazo por encima de mis hombros con torpeza. Casi resbalo, pero Kena llega en mi rescate y me ayuda a sostenerlo para llevarlo entre las dos.

−Liah−la voz del ojiverde suena quebrada, habla con dificultad.

−No Ryan, no lo arruines más...−le pido mientras camino a paso lento con Theo y Kena a mi lado.

Los murmullos no tardan en llegar, pero rápidamente son acallados por la música a todo volumen y una nueva ronda de tragos invitada por Bastian.

Dejamos a Theo en el sillón casi inconsciente. Val no deja de llorar mientras mira al chico.

Los demás hombres de Petrov se encargan de sacar del club a Ryan y a los suyos, todos en absoluto silencio. Puedo notar la mirada de pánico que me dedica uno de ellos, deduzco que es el que me golpeó.

No sé qué hacer, me siento muy enojada, pero al mismo tiempo sé que no puedo juzgarlos, he hecho cosas mucho peores.

¿Qué debería hacer? ¿Decirle a Ryan que no le dé un castigo? ¿O simplemente dejarlo pasar?

Me debato entre ambas opciones unos segundos, hasta que decido hacer lo que creo que es correcto.

Ya he cometido demasiados errores, no quiero llevar la mirada de ese hombre en mi cabeza por el resto de mi vida, ya hay suficientes fantasmas del pasado atormentándome.

Me escabullo entre la multitud que parece haber olvidado el episodio de minutos atrás y esquivo a uno que otro borracho que quiere llevarme a quién sabe dónde.

−¡Ryan!−grito para que pueda escucharme entre el bullicio, se detiene antes de cruzar la puerta.

Sigo avanzando rápidamente y me abro espacio entre los hombres de Petrov que me miran con desconfianza. El guardia que me golpeó me da una mirada llena de culpa, aquello me da la impresión de ser una disculpa muda. Siento pena por él, quizá sea de esos que tienen esa regla sobre mujeres y niños.

Me paro frente a Ryan, su rostro se ve magullado y cansado, hay sangre saliendo de su nariz, ya ni siquiera se molesta en limpiarla.

−Fue mi culpa−explico, aunque ahora parece más confundido que antes−Lo del golpe, fue mi culpa−el hombre que está a masomenos un metro de nosotros parece un poco más aliviado.

−Igual será castigado−se encoge de hombros e intenta seguir caminando pero lo detengo poniendo mi mano sobre su pecho.

−No−niego. El desafío en su mirada casi me hace desistir, pero sé que es lo correcto.

−Está bien, pero me debes una−noto que se esfuerza por hablar bien.

−No te debo nada−quito mi mano de su pecho y camino directo hacia donde están las chicas junto a Theo casi inconsciente y Petrov con un teléfono satelital en mano.

Me permito mirar una vez más hacia atrás.

Ryan se ha ido.

...
Doble cap porque sí 💛

Le debo una papaya al que adivine el nombre de Val 😈

Por si no lo han notado tengo cierta debilidad por los apodos, así que quién descubra el nombre completo de Val se gana una papaya 🍍(ya sé que el emoji es de piña pero no hay nada más parecido)

Se les quiere 💛✨👶🏻

Jardín de mariposas (Golden Souls #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora