Capítulo 67: La última canción

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−Mi hermosa mariposa, siento mucho no haber podido ir a darte un gran abrazo, pero quiero que sepas que ya estoy en Moscú−la voz de Alec se escucha terriblemente triste.

−¿Estás con el abuelo?−pregunto intentando ignorar las ganas que tengo de preguntarle sobre el motivo de su tristeza.

Posiblemente sea el hecho de enfrentar directamente a su padre, y de que esta vez no estará aquí para cubrirme la espalda.

−Sí, de hecho estamos desayunando−dice más animado.

−Envíale mis saludos, espero verlo pronto−le digo sin poder evitar la sonrisa en mi rostro.

El Abuelo Petrov es un hombre que a diferencia de su hijo, es difícil no querer.

Es un hombre de principios incorruptibles, mirada cálida casi tanto como la de Alec, sonrisa dulce como la de Max y un sentido de justicia firme.

Si bien fue uno de fundadores de La nueva Bratva no es sanguinario, cruel o despiadado como su hijo, por el contrario nunca estuvo de acuerdo con usar la fuerza para lograr sus objetivos, y aunque sus manos están manchadas con la sangre de muchas personas casi podría asegurar que ningún inocente acecha sus pesadillas.

−Alguien que también quiere conocerte envía saludos−su voz es algo divertida, así que supongo que me está jugando una broma.

−¿Ahora de quién estás hablando?−río ante lo absurdo de esta situación.

Estamos a unas dieciocho horas de dar el gran golpe y estoy aquí hablando por teléfono en vez de prepararme.

−Su nombre es Darius, cuando visitemos al abuelo lo conocerás, es casi tan encantador como yo−puedo sentir el deje de tristeza en su voz.

Es hora de un hasta luego.

−No tienes que decirlo, sé que nos veremos pronto. Te amo, siempre y siempre dulce gatito−le envío un beso sonoro y escucho su risa antes de cortar la llamada.

−Es bastante temprano, ¿no será sospechoso empezar con los preparativos desde ahora?−pregunta Theo cuando le entrego el teléfono que me prestó.

−Val mantendrá ocupado a Bastian yendo a almorzar con unos amigos y luego irán a comprar trajes a juego, mientras tanto Kena y tú se encargarán de mantener ocupados a los guardias con la organización del salón principal al tiempo que algunos de los guardias y yo escondemos las armas para las chicas, por suerte José está con nosotros así que tendremos a los barman a nuestra disposición también−explico mientras me calzo unas de las zapatillas deportivas que compré con Max mi primer día fuera.

−Muy bien, confiamos en ti−respira ruidosamente y abre la puerta para que salgamos.

Todo marcha según el plan y teniendo en cuenta la diferencia horaria entre las tres ciudades; en Moscú serán las 2:00am y en Dubái las 5:00am para cuando comience el verdadero espectáculo.

Algunas de las bailarinas están de nuestro lado también, así que mientras Kena y Theo están fuera poniendo luces nos encargamos de esconder algunas armas detrás del escenario, luego pasamos a la barra y por último escondemos una debajo de cada mesa.

Luego en la reunión clandestina en la ducha entregamos las armas a los guardias y unas cuantas para que las chicas escondan en sus cuartos por si hay alguna emergencia.

Mientras hacen un último ensayo llegan los hombres de los aliados y con una rapidez excepcional abrimos una vez más el túnel del primer sótano que da a la parte trasera del estacionamiento, Petrov solo lo cubrió con una capa de concreto de unos quince centímetros, así que con algo de fuerza bruta no fue muy difícil.

Jardín de mariposas (Golden Souls #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora