Capítulo 36: Un favor y una noticia

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Por motivos de crueldad (y falta de caps en reserva para subir diario) este fin de semana se ha decidido que los caps se subirán a partir de aquí solo dos veces por semana,o sea, miércoles y sábado, hasta terminar el libro y este finde no habrá maratón para darle rienda suelta a sus especulaciones, dicho eso, disfruten de la lectura y la agonía 😏😈🖤

Se les quiere bebés 💛
...

−¿Estás bien?−pregunta el chico con tono preocupado.

−Eso creo−no lo miro a los ojos, me siento algo mareada.

Él toma mi mano, el tacto no es cálido como el de Theo, pero se siente diferente.

−¿Puedo cobrarte un favor?−pregunto en un hilo de voz.

−Pues... te debo mucho más que un favor, así que dispara−dice poniendo sus brazos en jarra.

−Déjame darte un abrazo−le digo envolviendo mis brazos alrededor de él.

−Todos los que quieras Lee...−me devuelve el abrazo mientras me susurra aquellas palabras al oído.

Entonces recuerdo que ese apodo fue él quien me lo puso, unos días después de haber llegado, cuando intenté escapar la primera vez y su padre lo castigó en los calabozos por mi culpa durante tres días.

−Lo siento mucho, Max−le dije a través de la pared que separaba su celda de la mía.

−No te preocupes Lee−respondió con una breve carcajada interrumpida por un gemido. Se lastimó la herida en su abdomen.

−¿Por qué el nuevo apodo?−pregunté, antes solo me decía niña.

−Creí que te gustaría más que Liah, sé que ese no es tu nombre, Lee parece más apropiado para ti−lo escuché arrastrarse un poco hasta quedar más cerca de la puerta.

Guardé silencio durante unos minutos hasta que inició una nueva conversación.

En algún punto de esta enmarañada historia Max y yo fuimos amigos, grandes amigos, su abrazo me dice podemos volver a serlo. Pero otro recuerdo, mucho más reciente me obliga a apartarme de él con recelo.

−Max...−la voz se me quiebra.

−Lee, yo... tengo algo qué decirte...−está nervioso, y su voz también tiembla.

Entrecierro los ojos, no sé si ambos estamos en el mismo camino.

La puerta se abre estrepitosamente y una muy animada y empijamada Kena entra corriendo con una gran sonrisa.

−¡Lee!−grita−¡Tengo algo que decirte! ¡No lo vas a creer!−pero frena en seco al ver a Max.

−Creo que ya lo sabes...−le dice él dando un paso a un lado para quedar los tres cara a cara.

Kena sin previo aviso se tira sobre el cuello del chico a mi lado quien parece tan sorprendido como yo.

Esperen, ¿qué?

Paren todo, no entiendo.

Ella se separa de él y me abraza a mí con bastante fuerza.

−¡Está vivo! ¡Rayos! ¡Está vivo!−grita mientras da saltos.

−Espera, ¿de quién hablas?−pregunto un poco aturdida.

−Alec−responde Max−Mi hermano está vivo.

Creo que sufriré un colapso ahora mismo.

Me tambaleo un poco y Max me agarra del brazo.

Kena me extiende un papel.

Está bastante arrugado y un poco sucio, supongo que lo pusieron en las cosas que llegaron ayer para la nueva habitación, hace dos días porque ya es de madrugada. Una vez pocos meses después de escapar le envié una nota a Kena, no sé si la recibió, pero Alec fue quien se encargó de meterla en las cajas de los nuevos vestuarios para las meseras.

Con las manos temblorosas lo tomo, siento un miedo atroz, pero respiro profundo y lo desdoblo.

"Cопротивляться маленькая бабочка"

Es suficiente para saber que es él.

−Resistiremos, juntos, lo prometo−tomo la mano de Max y de Kena. Ambos me dedican una pequeña sonrisa que alcanza a llegar a sus ojos.

Lo que me genera una duda.

¿Por qué Max me mintió acerca de la muerte de Alec si sabía que estaba vivo?

Jardín de mariposas (Golden Souls #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora