−Toma esto, te hará sentir mejor−me dice Illarius con una sonrisa apenas visible por un segundo.
Este anciano realmente me cae bien. Más que eso, lo aprecio de verdad.
Espero que pueda seguir manteniendo a su hija a salvo de Bastian, supe que una vez intentó reclutarla, pero la chica escapó, es inteligente, pero cuando Bastian se encapricha con alguien puede ser muy peligroso.
−Gracias−le digo bajando de la camilla con su ayuda.
Tengo unos tres puntos en la cabeza, y me duele horriblemente, pero puedo manejarlo, después de mis tres días en el infierno este tipo de cosas no son nada, Petrov sabe cómo llevar a una persona hasta el abismo y traerlo de vuelta.
Los que estarán en problemas son los guardias si Bastian se entera de que fueron ellos quienes me dejaron tres horas inconsciente y el resto del día en reposo, y dudo que hoy pueda ir al club, lo que será divertido, a ver cómo se las arregla el jefe sin mi ayuda para timar a sus socios.
Los dos años que estuve fuera con Alec supimos que sus negocios no iban tan bien como antes. Él suele utilizar mi show como una distracción para
−La próxima vez tenga más cuidado en la ducha, señorita Liah−el viejo Illarius me guiña un ojo y noto que Petrov ha llegado, a lo que asiento en complicidad y voy a la salida pero debo parar y sostenerme del brazo de Theo. Éste se tensa de inmediato pero me ayuda a estabilizarme.
Cuando desperté hace media hora la pequeña habitación de la enfermería estaba llena de gente; Max, Kena, Val y Theo. Los primeros tres se fueron hace unos minutos para que el jefe no los encontrara aquí.
Buena idea.
−¿Podrías poner más cuidado? Por favor−me pide con una media sonrisa mientras paso a su lado con Theo como mi bastón humano.
−¿Por qué no le dijiste la verdad?−reclama el chico cuando estamos frente a la puerta de mi habitación.
Extrañaba su voz calmada y esas imprudentes pero muy típicas preguntas suyas.
−Si lo decía... ellos podrían necesitar mucho más que tres puntos en la cabeza, no conoces a Petrov y de lo que es capaz cuando alguien daña su propiedad−digo empujando la puerta tratando de ignorar la necesidad que tengo de mirarlo a los ojos.
Extraño aquel océano tormentoso.
Guarda silencio y me ayuda a sentarme en la cama.
En realidad estoy bastante adolorida, pero estoy tranquila, Max está con Kena, y si ellos están juntos sé que la pelirroja no le permitirá hacer una locura.
Supongo que hoy no verá a su padre, tal vez no sólo hoy, pasarán varios días hasta que pueda verlo sin abalanzarse encima de él y tratar de ahorcarlo, lo que ha hecho Bastian es imperdonable, ha hecho que el mundo de Max se oscurezca mucho más...
Pero si queremos bajarlo del trono debemos ser más inteligentes que él y cuidar nuestros pasos.
El dolor seguirá ahí por mucho tiempo, no se irá a ningún lado, pero podemos esconderlo en un lugar oscuro y dejarlo salir cuando todo esto haya terminado.
−Ven, recuéstate aquí conmigo un momento−le pido dejándome caer sobre el suave colchón que parece querer absorberme.
Él se acerca lentamente y palmeo a mi lado mientras miro el techo de concreto pintado del mismo color crema que las paredes.
−Te contaré una historia−le digo, lo que hace que acelere sus pasos.
Siempre tan curioso.
Cuando está a mi lado a unos centímetros de distancia puedo percibir el calor que emana de él. Otra cosa que extrañaba.
−Una niña, rota y enojada se encuentra con dos niños, uno es triste y soñador, el otro un alma libre y tierna. Pasa el tiempo y la niña sigue rota, pero ya no tan enojada, el niño antes triste ahora es frio y distante y el alma libre y tierna ahora tiene alas rotas−pienso en Alec, y en Max, las lágrimas son inevitables, pero no termino de entender por qué lloro, quizá sea el pasado intentando abrazarme, pero no puedo dejar que pase, no ahora−Tiempo después la niña se da cuenta de que su niño triste todo el tiempo no ha sido más que un alma noble que ha cuidado de ella y de su hermano y decide perdonar las heridas del pasado, porque sabe que la amistad es una de las formas más puras de amor−pienso que tal vez no me ha entendido, pero siento un apretón firme en mi mano y suelto el aire que había estado conteniendo durante varios segundos.
−Sigues siendo una niña rota, pero eres mágica, y eso nadie puede quitártelo−dice, su voz suena perdida en el vacío, pero no me preocupo, sólo me quedo ahí esperando a que diga algo más, quiero escucharlo sólo un poco más−Siento mucho lo que dije el otro día, Max es un gran tipo, lo sé porque lo que le dijiste en la madrugada me demuestra que se ha ganado un lugar muy especial en tu corazón y eso es admirable...−suelta mi mano.
Siento el frío de nuevo.
−Max marcó mi vida de formas que no puedo explicarte con palabras, y tampoco intentaré hacerlo, porque esos recuerdos solo nos pertenecen a nosotros dos, pero quiero que sepas que te agradezco de todo corazón por ayudarme esta madrugada, tal vez en algún momento podamos parar de dejarte fuera de todo...−las palabras se quedan en el aire cuando se levanta y abre la puerta para irse.
−El jefe me llama, pero te pediré que cuides a mi hermana, ella realmente los quiere y no toleraré que salga lastimada por culpa de una amistad con ustedes−advierte en un tono serio.
Asiento a pesar de que no puede verme.
Escucho la puerta cerrarse, pasan algunos minutos en silencio hasta que escucho pasos adentrarse nuevamente en el cuarto.
Varios cuerpos caen libremente en la gran cama que ya comenzaba a sentirse extraña sin ellos aquí, que más que una cama parece nuestra sala de juntas.
−Esto es mi culpa, lo siento Lee−se disculpa Max con sus ojos inyectados en sangre, duele mirarlo, pero al mismo tiempo sé que no se dará por vencido.
−Has arriesgado tu vida todos estos años por nosotros, no podía permitir que cometieras semejante locura, eres nuestro amigo, y estamos aquí para ti, a Bastian no le importaría si mueres, pero a nosotros sí−digo levantándome lentamente para recostarme en la cabecera de la cama junto a Kena, que tiene unas grandes ojeras, fue una noche difícil para todos.
Tal vez tuvo esa pesadilla de la que nunca habla pero que siempre la atormenta.
−Tengo una noticia para ti−dice la chica pelirroja notando la falta de respuesta de Max.
No me molesta, su silencio no es con mala intención, acaba de perder a su madre de la forma más horrible y es normal que no tenga mucho para decir.
El dolor no puede expresarse con palabras.
−Fyodor estará unas semanas a cargo del Golden club, Petrov se irá por unos negocios−la pelirroja juega con sus dedos, está emocionada, pero creo que por respeto a Max tratamos de ser centradas y tener consideración por su pérdida.
Bastian le ha robado una luz a este oscuro mundo.
−Escuché que se irá pasado mañana...−susurra Val con inocencia. Como si alguien pudiera escucharnos.
Max sigue en silencio hasta que se recuesta en el regazo de la rubia quien comienza a jugar con su cabello mientras que seguimos especulando sobre el viaje de Bastian.
Espero que tarde mucho, con Fyodor aquí será más fácil salir y hablar con los aliados de Alec.
El tonto ruso podrá ser un demonio, pero le tiene mucho miedo a Bastian, y pienso aprovechar todos los secretos que he guardado para que colabore si no quiere que el propio Bastian le corte la cabeza.
Cuando el amo se va...
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Jardín de mariposas (Golden Souls #1)
Spiritual¿Cuál es el precio de la libertad? ¿Qué tanto estás dispuesto a sacrificar por las personas que amas? Liah es la antigua cantante de un burdel en Londres que es la base de los negocios de la mafia Rusa dirigido por Bastian Petrov. Hace dos años que...