Falta un día.
Cada tanto debo recordarme a mí misma cómo respirar, cómo caminar o hablar, cómo seguir adelante sin dejar que el miedo me venza antes de siquiera comenzar a pelear.
−Ey−llama alguien.
−Ey−respondo de vuelta al notar que es Max.
Va vestido con un traje de gala.
−¿Acaso piensas irte así?−pregunto mientras entra a la habitación dando vueltas como si quisiera unos cuantos halagos por lo bien que se ve.
Sí, luce como todo un príncipe.
−Mi vuelo sale en unas horas, para cuando aterrice no tendré mucho tiempo así que voy listo para la acción, si muero tiene que ser con estilo, además este traje es perfecto para el funeral−se encoge de hombros.
Pero para mí es inevitable no darle un zape por su estúpido comentario.
−Si te mueres voy a donde sea que termines y te vuelvo a matar, ¿entendiste?−le doy un pequeño empujón, pero de inmediato me derrito al escucharlo reír.
Me regala esa sonrisa acaramelada mientras se sienta al borde de la cama.
Hace dos años me preguntaba cómo podía seguir adelante cuando había dejado a tantas personas atrás, cuando le había fallado a quienes a habían confiado en mí.
Pero viendo a Max todo tiene sentido.
Sí que lo tiene.
−Antes de irme quiero darte un regalo−rebusca en sus bolsillos hasta que saca su teléfono.
−¿Para qué me serviría tu teléfono? ¿Sabes que con suerte podría encenderlo?−me burlo. Nunca he tenido un teléfono ni una computadora ni nada por el estilo.
−¿Por qué te daría mi teléfono?−ahora es él quien se burla de mí−Haré una llamada, quiero que confirmes unos detalles, al menos así podrás escucharlo antes de que todo esto estalle.
No.
No creo poder hacerlo.
He hecho muchas cosas, pero verlo esa noche y escuchar su voz y hacer de cuenta que éramos simples desconocidos fue lo más difícil que he hecho en mi vida.
−Toma, espera a que conteste−me entrega el teléfono pero intento devolvérselo, terminamos jugando a la papa caliente hasta que escucho a alguien detrás de la línea.
−¿Hola?−su voz es tan profunda como lo recordaba. Hace eco en mi alma y resuena hasta el último rincón de mi ser.
¿Puedo por un segundo amarlo un poco menos? Así esto no dolería tanto.
−Soy Liah, lo llamo...−debo respirar con fuerza antes de continuar−Lo llamo para confirmar que su equipo se encuentra en posición y para recordarle que nuestra prioridad son las mujeres del club, todas ellas deben salir con vida de ahí−mis manos tiemblan y siento mucho frío.
−Ya estamos por llegar al hotel que está frente al club, mis superiores han decidido enviar refuerzos, esperamos reunirnos en unas horas con los hombres del anillo de seguridad de su jefe y entregar el armamento−habla como todo un profesional.
Estoy orgullosa de ti hermanito.
−Respecto a las mujeres nos aseguraremos de que todas ellas salgan a salvo, si no es más me despido−no quiero que esto acabe, es mi última oportunidad.
−J... soy yo−me alegra que no pueda ver esta sonrisa rota y triste que hay en mi rostro.
−No, no puedes, ella...−su voz tiembla y casi puedo imaginar la expresión de sorpresa y enojo en su rostro.
−Sólo escucha, por favor...−tengo que sostener el teléfono con ambas manos para que no se caiga de la misma forma que debo recordarme que tengo que seguir de pie y respirar profundo antes de decir todo lo que diré.
El silencio al otro lado de la línea es la puerta abierta al pasado que he evitado por diez años.
−Antes de que yo naciera vivías en una bonita casa en el centro de la ciudad, pero luego terminamos en viviendo en una casucha cerca del basurero a las afueras de la ciudad, como mamá no me quería tú vendías cajas de cartón para darme de comer a escondidas de Luke−trago saliva y me obligo nuevamente a respirar, ese nombre hace que todo en mi interior amenace con derrumbarse.
<<No tuve un nombre hasta que me pusiste uno cuando tenía dos años, tú...−carajo, esto es más difícil de lo que pensé, ¿así es como se siente resucitar tu pasado?−Tú hacías muñecas de trapo para mí y tocabas un viejo piano al que le faltaba un tecla y estaba muy desafinado. Y cuando Luke volvía ebrio dormíamos en el armario hasta que se iba al día siguiente y nos quedábamos en la calle mientras mamá se drogaba−aquellos recuerdos de verla tirada en el suelo delirando o simplemente perdida me desgarran el alma.
−No sigas−pide con la voz quebrada.
−Cuando escapamos fuimos de un orfanato a otro, me dabas todos los dulces que recibías por ser un buen chicos y me acompañabas cuando era castigada por pelear con otros niños...−se me escapa una carcajada amarga−Me hiciste una corona de flores antes de que intentáramos escapar y me picaba la cabeza pero no te dije nada porque dijiste que me veía bonita−intento no llorar pero los recuerdos son crueles.
−Para, por favor...−él está llorando al otro lado de la línea.
Quisiera abrazarlo y decirle que todo estará bien, pero estamos a miles de kilómetros de distancia y ni siquiera sé lo que pasará mañana.
−Yo logré escapar... pero cuando volví por ti estabas con esa mujer que parecía tan buena aunque tuviera el mismo rostro que mamá y la mirabas con tanto cariño que no quise arruinarlo...
<<Siento mucho haberme ido sin despedirme...−escucho su llanto y es como ser atravesada por mil dagas al tiempo−Te amo, te he amado todos estos años y no he olvidado que eres mi gran amor, que tu sonrisa me gusta más que los arcoíris y tu mirada es como un día de primavera, te amo y estoy orgullosa del hombre en el que te has convertido, gracias por haberme dado tanto amor, eres mi persona favorita. Te amo más allá de las estrellas, hermanito−temo cerrar los ojos y ver el rostro de Luke frente a mí, así que sólo dejo que las lágrimas salgan.
−Ally...−es como un susurro amable que llena todo de calidez y luz.
Es el reconocimiento de mi existencia, como si la vida por un momento aunque sea pequeño, me dijera; estás bien, todo estará bien.
Decido aferrarme a ese instante.
−Cuida a mis chicas, y sal de ahí con vida, te amo−corto la llamada antes de que él pueda decir algo más porque no tengo fuerzas para soportar lo que sea que estuviera por decirme, aquella palabra fue suficiente para darme el valor que necesito para pelear.
Sólo quiero derrumbarme un momento, en un rato volveré a ser de piedra.
Dios, por favor, que salga con vida.
Dejo el teléfono en el suelo y me quedo hecha un ovillo en un rincón de la habitación.
Max entra después de un rato para recogerlo.
No dice nada, sabe que no necesito ser consolada, sólo necesito llorar, drenar todo el dolor antes de volver a ser fuerte.
−Nos veremos pronto Lee, sal con vida de esta jaula−se despide con una sonrisa que puedo ver a través de las lágrimas y sale de la habitación.
Tú también, sal con vida de ahí buen amigo.
Lloraré hasta sacar todo el dolor y luego seré imparable.
Lo prometo.
...
Faltan dos caps
También me iré a un rincón a llorar
Los amito mucho
Abracitos cibernéticos 🧡
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Jardín de mariposas (Golden Souls #1)
Spiritual¿Cuál es el precio de la libertad? ¿Qué tanto estás dispuesto a sacrificar por las personas que amas? Liah es la antigua cantante de un burdel en Londres que es la base de los negocios de la mafia Rusa dirigido por Bastian Petrov. Hace dos años que...