Capítulo 22.

634 70 312
                                    

~ Un beso tan sublime y un beso tan yerro en una ocasión..

TaeHyung se acomodaba su fresca camisa y provocativo short mirándose en el espejo grande de su habitación.

Al minuto mostraba sus dientes recién cepillados después de un delicioso desayuno sólo con su tía.

Sus primos salieron muy temprano hoy sábado, GaekJoon hacia la empresa y NamJoon quién sabe a donde. Así que su tía se encuentra con los preparativos para un gran almuerzo familiar y de paso entregarle unos regalos al..

Rey del santo.

Parte de las redes sociales colapsaron debido al flamante acontecimiento, la empresa y demás poderíos de los Kim cierran a las doce y media.

¡Todos saldrán beneficiados!

--Siendo el cumpleañero estás regalando unos buenos descansos primito. – Se dijo el rubio para luego echarse perfume y salir de la mansión.

Como buen ayudante del planeta en vez de auto transitará con su bicicleta, una linda bicicleta color verde agua. Uno de los mimos que se ha dado ante su llegada al país.

Ya se encontraba manejando por las lindas calles, el ambiente colorido de los parques, piletas, restaurantes y niños disfrutando de sus vacaciones era genial de admirar, algunos de ellos lo saludaban y les devolvía el gesto muriendo de ternura.

Esa sonrisa cuadrada se lucía con mucho jolgorio.

Ahora volteaba en una esquina hasta que un hombre apareció como arte de magia haciendo que frenara y cayera en la vereda gritando de dolor.

“¡Oh..! es TaeHyung..” pensó el hombre.

--¡E-Es un imprudente! ¡Usted me ha visto y se le ocurre pararse ahí! – Chillaba el rubio sobándose el trasero.

Aquel joven de cabellos dorados frunció el ceño ante ese comportamiento del chiquillo.

--¡Y tú me has hecho botar el paquete! ¡Deberías manejar más despacio! – Varias personas los observaba, la mayoría serios al dichoso.

Sus ojos grises captaron sogas, cordones tirados en cantidad y un.. ¿Látigo?

La tienda donde salió lo único que no vende dentro del paquete es esa cosa para dar azotes. El de cabellos dorados recogía y guardaba con mucho nerviosismo..

Como si quisiera que nadie los vea.

De pronto sentía unos leves escalofríos..

--¡Es de caballeros levantar al joven! – Dijo una señora elegante indignada mientras lo ayudaba a pararse, una parte de su muslo derecho derramaba sangre.

--¡Lo iba hacer hasta que llegó usted! – Espetó el joven muy fastidiado mientras colocaba su paquete en la maletera del coche.

--No señora, prefiero hacerlo solo a que este idiota me toque. – Soltó el rubio serio.

--Lo siento TaeHyung, me tengo que ir.. adiós. – Dicho esto se entró a su coche disparando con toda velocidad bajo la mirada fruncida del mencionado.

Al no ver peligro las personas se alejaban de la escena.

Tras escuchar su nombre levantó las cejas al recordar de quién se trataba, después de tanto tiempo lo ve.. ¡Otro estirado!

--Tenía que ser de ese lado.. – Resopló comenzando a sentir dolor en su muslo.

El lado oscuro.

--Necesitas curarte hijo, hay una posta cerca de aquí. – Sugirió la señora.

--Sí.. porque necesito continuar, tengo varias cosas que hacer hoy. – “¡Eres un imbécil!” pero no va permitir que le arruine su día.

¿Labios Compartidos?                           ~Nj~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora