¿Labios Compartidos? ~Nj~

Capítulo 37.

~ Hay lazos de sangre.. y hay lazos de sangre..

Sus preciosos ojos de miel lucían cansados, mantenían ese brillo especial pero no en su totalidad, por más que le digan palabras positivas y le envíen buenas vibras no es suficiente para calmar esa angustia fuerte en su ser, temores oprimían su pecho.

No hay segundo sin dejar de pensar en NamJoon, quiere verlo.

Algo le dice que lo necesita..

Y es cierto, su héroe lo pide a gritos.

Las concentraciones abandonaron su mente, se encuentra “Trabajando” escribiendo datos en un cuaderno grande bañado de su pulcra caligrafía, apenas pudo con algunos párrafos y le queda pocos días para entregarlo.

Pero no puede.

Lo que siente está dominándolo..

Se equivocó al pensar que enviándole otro mensaje se calmaría, sabiendo que no le respondería por lo que le dijo esta mañana.. con leerla bastaría pero sucede todo lo contrario.

Desea en estos instantes sus abrazos, sus besos, sus caricias, sus palabras y hasta hacerle el amor.

Pudo suceder una vez pero sólo con esa vez le trasmitió que su unión es una de las más delicadas e inolvidables.

Que ambos se pertenecerán para superar todo.

Hizo un puchero e intentó con su escritura, ocupar su tiempo en diversas actividades es lo mejor para él y tiene la ayuda perfecta..

Sus mejores amigos.

De pronto la curiosidad por la cita de su Chim y YoonGi crecía, una gran influencia amical, su bebé junto con su Baek le brindaban los mejores ánimos, que confíe en las palabras de NamJoon y en unos días lo tendrá en la empresa.. por ende les hizo caso y continuaron acatando las órdenes habituales del señor Han.

Al terminar el día laboral junto con BaekHyun acicalaron a JiMin en el baño quedando más perfecto de lo que ya es, después emprendió su camino a casa muy divertido con Jackson, las risas no paraban.

Disfrutaron de algunas pizzas y bebidas, narrando lo que deben estar haciendo YoonGi y JiMin en la cita a su estilo al punto de hacerle botar un trozo al pelicenizo causado por las propias risas y ahora se encuentra aquí.. batallando con su mente.

Estar solo en estas cuatro paredes no lo está ayudando.

¿Pero qué opción tiene?

Se acomodaba su pijama algodonada, le daba una suave sensación a su piel duchada.. las marcas que le dejó ese hombre tan poderoso borrarán lento pero lo importante es que el dolor de su trasero lo siente leve.

Cuando estuvo con Nam en el parque lo olvidó por completo..

De pronto escuchó unos toques en su puerta, tomó su chalina al instante.

--¿Bebé?.. es hora de cenar. – La figura de su madre aparecía en la puerta.

--S-Si mamá.. me hubieras llamado antes para ayudarte. – Respondió preocupado, con cuidar a JungKook es demasiado.

--Tranquilo bebé, vi que tenías muchas cosas que hacer con esa carita que trajiste al llegar.. vamos. – Su hijo le asintió, al momento de verlo levantarse y acomodar su chalina nervioso captó algo..

Algo no visto en su bebé mayor hasta hoy en sus veinte años de vida..

Pero ya lo sospechaba, hace tiempo lo veía tan diferente y en estos últimos días.. más, ese brillo especial en sus preciosos ojos lo delata, para el que ama a sus hijos no los engañan y en este caso SeokJin no podrá con SunHa.. ni JungKook.