Capítulo 30.

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~ El poder de entre la espada y la pared se aviva para un fin..

Estiraba sus grandes brazos muy feliz soltando los más satisfactorios suspiros, el sol ha madrugado y el cielo se encontraba con un intenso, radiante y hermoso celeste..

Como sus ojos.

Desde este momento su cama la ve muy grande, porque en sí es muy grande pero esta vez es diferente.

Necesita el calor de una persona.

De su otra mitad..

De su amor..

De su ángel ojos de miel..

No quiso abandonar su departamento porque el delicioso aroma de su pelinegro quedó impregnado por casi todo el lugar pero le gusta una parte en especial..

Su habitación..

Su cama.

Aquel aroma se concentraba más en su cama incentivándolo a no dejar ese algodonado colchón y más aún porque los recuerdos del sábado lo envuelven.. todo resultó bién.

Decir bién es poquísimo, terminó siendo un sábado maravilloso.

MARAVILLOSO.

Los magníficos momentos están sucediendo y debe vivirlos como el más valioso tesoro que posee.

Su pequeña familia y ahora SeokJin.

De pronto recordaba como su precioso cuerpo se estremecía bajo el suyo, esa mirada tan receptiva y gustosa que aprobaba esa escena de tenerlo entre sus brazos, producían las brazas más feroces con tan sólo pegar sus pechos.

Entonces ya se imagina cuando vayan más allá pero sobretodo estar a su lado siempre, en cuerpo tiene un límite pero en alma.. es infinito.

Las otras vidas deben saber y hacerlo.

Al contemplarse y acariciarse lo decían todo, sólo hechos.

“Ah SeokJin eres maravilloso..”

De aquí se viene el tercer recuerdo especial y cada vez será mejor para los dos, esta dicha se la merecen.

Pero tenía que dejar de pensarlo porque no puede despertar muy caliente..

La paciencia ante todo.

Se levantó directo hacia su baño para humedecer su esculpido rostro, luego cepillarse los dientes y ahora terminando en la ducha dejándose llevar por la frescura del agua.

Gotas en su fornido pecho, espalda, brazos y piernas es para morir derretido al segundo de verlo.

Sólo uno puede tocarlo.

A los minutos una voz femenina se escuchaba dentro de su habitación, una de las dos protectoras inician su función cotidiana.

Las ama demasiado.

--¡Mi niño NamJoon! ¡Ya es hora! – Seguro su madre encargó a la ama de llaves por si se quedaba dormido.

Sonrió.

--¡Ya salgo Mati! – Salía de inmediato secándose muy bién para colocarse el pulcro traje recién planchado.

Mientras se peinaba los cabellos plateados sin querer visualizó su pequeña cicatriz que está borrándose muy rápido en la esquina de su frente.

Agradece que nadie se haya dado cuenta, por el hecho de que no era grave y no siente síntomas de secuela.

Ese dolor es lo menos primordial..

¿Labios Compartidos?                           ~Nj~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora