El agua mojaba mi ropa, mi cuerpo y mi bolso. Pero no importaba, nada importaba ya, el dolor en mí corazón y en mí alma eran más grande que todo. ¿como termine aquí? ¿Cómo permití que me manipulara tanto? las lágrimas se perdían entre la lluvia ¿algún día me podré perdonar? El día que lo conoci jamas pensé que llegaríamos a esto, ese día que lo vi por primera vez sentí mariposas en mi estomago y cuando me miró pude ver nobleza en sus ojos, que estupida fui… estaba muy equivocada. Está por caer la noche y aun no me he movido de la acera. Coches y personas pasaban ignorando mi dolor, quiero obligar a mis pies a moverse pero no me obedecen, solo tiemblan, pero no se si es por el frío o por lo que acaba de pasar. Mi cuerpo también empieza a temblar, no puedo dejar de llorar, me abrazo a mí misma para darme algo de calor pero es imposible, sus palabras regresan a mí memoria como torbellino.
“Es lo mejor para ambos, además seré alcalde y estoy casado… ¿que pensabas? ¿que dejaría a mí esposa que es de clase, para casarme contigo? una simple secretaria que no tiene ni en qué caerse muerta”
“no… pero… no puedo hacer lo que me pides, no quiero…”
“tienes que hacerlo Lena” me miró fríamente, sus ojos estaban clavados en los míos, parecía enfurecido, molesto y… decidido.
“no quiero abortar, por favor” me arrodille ante él “te juro que no te pediré nada, solo dejame tener a mi bebé”
“no Lena, no quiero arriesgarme a que un día hables, ademas no quiero que mi primer hijo venga de ti” me miro con asco “mi primer hijo debe venir de una buena familia, debe venir de mi esposa”
“por favor Andrew…”
No me dejo terminar la frase, su mano ya había golpeado mí mejilla, como estaba de rodillas termine en el piso. Jamás me había pegado, seria porque siempre hacía lo que decía, era la primera vez que me negaba a algo que él quería. Me levanto del suelo, estábamos en su apartamento donde siempre nos veíamos, me sacó de él prácticamente a empujones y me guió hasta la planta baja hasta llegar al estacionamiento, me metió en el auto y después el hizo lo mismo. Su rostro no reflejaba ninguna expresión, solo se dedicó a conducir por la ciudad hasta que llegamos a un pequeño edificio, no sabía donde estábamos hasta que me bajo del auto y vi que decia “consultorio privado” fue ahí cuando volví a sentir mucho miedo, me negué a caminar pero Andrew volvió a golpearme, ahora más fuerte que la primera vez. Estábamos en el estacionamiento del consultorio, nadie veía lo que me hacía. El ya tenía todo planeado, no le importaban mis gritos, rasguños y golpes, él era mucho más fuerte que yo, jamás iba a poder contra el. Me metió al consultorio mientras nos esperaban un doctor y una enfermera, al vernos se acercaron a nosotros. El doctor me sujeto junto con Andrew y me metieron a una habitación que más que eso parecía un quirófano, pero improvisado. Yo seguía peleando pero ahora eran dos contra mí, después entró la enfermera y entre ella y el doctor comenzaron a ponerme algo entre manos y pies, no distinguí que era hasta que entre los tres me subieron a la camilla, empezaron a sujetarme y cuando sintieron que estaba bien amarrada el doctor se alejó unos pasos para preparar algo. Vi a Andrew que se sacudía la ropa y peinaba su cabello ondulado con los dedos, el cual se habia despeinado por de todo el esfuerzo por tenerme sujeta, volteo a verme y después se dio la media vuelta para irse “¿por que me haces esto? le dije llorando “yo te amo” mi voz solo eran sollozos, me miró de nuevo y me dijo “yo no” y se fue. El doctor regresó a mí lado y me inyectó algo, yo ya había dejado de pelear, estaba cansada tanto física como mentalmente. No tenía salida, el se había salido con la suya y yo iba a perder a mí bebé, ya nada podía evitarlo, la única persona que podía hacerlo acaba de abandonar la habitación y me dejó aquí sola y con el corazón y el alma destrozados.
Cuando desperté aun seguía en la habitación, sola, vacía… sin mí bebé creciendo dentro de mí, Andrew lo había matado y yo también al permitir que todo esto pasará. Apenas tenía 8 semanas pero yo lo amaba, desde que me entere que estaba embarazada lo amaba con todo mí ser. Pasaron algunas horas cuando el doctor entró a la habitación, aun seguí amarrada. El junto con la enfermera me soltaron, quería morir en esos momentos, ya nada me importaba, la mujer me veía con ojos de lastima, bueno al menos uno de ellos se sentía mal por lo que me acaba de pasar. El doctor se acercó a mí y me dio una receta y me dijo que si tenía malestares fuera a urgencias y despues me dijo que me fuera a casa. Estaba demasiado aturdida por lo que acaba de pasar, me levanté de la cama tambaleante y empecé a caminar muy lento, la enfermera se apiadó de mí y me ayudó a llegar a la salida.
Salí de aquel horrible lugar, solo al sentir el aire del viento comencé a llorar “esta no soy yo” me dije a mí misma “yo no hago este tipo de cosas” “¿en que me he convertido?” “soy una asesina” empecé a caminar por la acera mientras unos relámpagos anuncian una gran tormenta. Todo lo que acaba de pasar era culpa mia, jamas debí enamorarme de un hombre como Andrew, no debí confiar tanto en el, no debía entregarle mi corazón y lo peor de todo, no debí permitir que matara a mí bebé.
Por fin después de convencer a mi cuerpo que se moviera llegue a casa, ya era de noche. Abrí la puerta y vi a mi madre lavando los platos mientras escuchaba algo de música, entre a la casa y camina hacía la cocina, tenía algo de dolor y necesitaba algo para calmarlo, salí tan angustiada de aquel lugar que olvide la receta, no supe ni dónde la había dejado. Me pare enfrente de la alacena para sacar un vaso, mí madre me escucho y volteo a verme.
-por dios Lena, vienes empanada…- se acercó a mí -¿estás bien?- me miro preocupada.
-si mamá ¿tienes pastillas para el dolor? tengo una horrible migraña- mentí.
-si hija- camina hacia uno de los cajones del mueble de la cocina y sacó unas pastillas -¿quieres que te caliente la cena?- me dijo cuando me entregó el medicamento.
-no ma, tuve un horrible día en el ayuntamiento… solo quiero descansar.
-mi niña- beso mi mejilla -te ves triste… ¿algo anda mal?
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.Claudia TayRe ❤️
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Aprendiendo a confiar
RomanceLena es una chica que atraviesa por una situación demasiado deprimente y esto la hace pensar que jamas volvera a confiar en los hombres, hasta que conoce a Jackson Holmes, el dueño de una tienda de videojuegos. Pero Lena no facilmente volvería a con...