Capitulo 10

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Andrew era muy alto, me dificultaba verlo a los ojos, esos hermoso ojos azules que algún día llegue a idolatrar como lo más maravilloso del mundo. Se pasó las manos por su pelo negro, unas ondas cayeron en su frente, se veía desgraciadamente sexy que hasta dolía. 

-hice muchas cosas de las que me arrepiento, no puedo darte muchos detalles, pero… te juro que nunca quise lastimarte. 

-si claro- reí cínicamente -¿ya te quitaron tu candidatura para alcalde? ¿O a qué viene todo esto?

"¿Que piensa que soy idiota?" Pense, Era obvio que detrás de su "arrepentimiento" había algo más ¿Pero que? El ya me había mentido antes ¿Por que iba a creer en el? Todo esto me ponía mal, quería que desapareciera e irme a casa con mí madre y Cassy.

-Lena…- me tomo de las manos -te juro que un día te explicare todo, hoy no pudo, solo quiero que sepas que aun te amo.

Se acercó más a mí, me tomó de la cara con ambas manos y comenzó a besarme, extrañaba tanto su contacto que me deje llevar, sus manos eran tan grandes que casi cubrían todo mi rostro. Yo estaba de puntitas para alcanzar sus labios. Extrañaba su boca sobre la mía, su sabor, su aroma. De pronto recordé aquel día, cuando me llevó a esa clínica y me hizo abortar, ese dia no era gentil y no me acariciaba, al contrario ese dia fue un monstruo conmigo. Tome todo el valor que tuve y coloque las palmas de mis manos en su pecho y lo empuje para que me soltara, después con todas mis fuerzas lo abofetee, mi mano ardía como el demonio, pero no importaba. La mejilla de Andrew quedo roja, el se la tocó con dos dedos, pero no hizo ni una mueca de dolor. 

-no vuelvas a tocarme- le dije con las pocas fuerzas que me quedaban -no te quiero volver a ver en mí vida.

Sin mirarlo empecé a correr hacia casa, las lágrimas ya cubrían mi rostro ¿Porque me hacía esto? Ese beso termino de matarme, soy una idiota por aun amarlo y por dejar que haga conmigo lo que quiere. Unos pasos antes de llegar a la casa de mi madre me limpie el rostro, tome aire y espere para tranquilizarme, tome mi celular de la bolsa de mi pantalón y abrí la cámara, quería ver como lucía mi rostro, parecía cansada... eso lo podía explicar. Guarde mi celular y empecé a caminar, abrí la puerta para entrar y no vi a mí madre. Entre a la cocina y vi mi plato de comida sobre la barra, lo metí al microondas, minutos después mi madre apareció. 

-¿Ya se fue Andrew?- me dijo mientras llevaba el biberon de Cassy al fregadero.

-si mamá, quiere que vuelva al ayuntamiento, pero no puedo hacerlo eso a Jack.

-lo entiendo- empezó a lavar el biberón -Cassy comió y se quedó dormida, la acosté en la cuna.

-gracias- el sonido del microondas me avisaba que la comida ya estaba caliente.

Lleve la comida a la mesa y cené sola, lo cual agradecia, no sabría como explicarle a mí madre porque estaba tan triste y desanimada. La visita de Andrew me desconcertó y removió muchas cosas que yo pensé que había superado. El fue mi segunda pareja, no soy de muchas relaciones, mi primer novio lo tuve en la secundaria. Era muy tonta en ese entonces y perdí mi virginidad de la peor manera, en un motel de mala muerte pasada de copas. Cuando Andrew llegó a mí vida todo fue diferente, me trataba de maravilla, siempre era atento y caballeroso. Todo lo hacíamos juntos, trabajar, ir al cine, ir a comer, creo que por eso nunca me di cuenta de que era casado, siempre estaba conmigo. Antes de que descubriera sus mentiras ya habíamos planeado vivir juntos, ahora que lo pienso ¿Cómo demonios iba a pasar eso?. Un vez nos quedamos en su apartamento todo el dia entero, en la cama. Hacíamos el amor, comíamos, despues volviamos a hacer el amor y caminamos desnudos por el apartamento. Fue el mejor día de mi vida. Pero esos días solo quedarán en mí recuerdo, aquel hombre que llegue amar tanto me lastimó como nadie jamás lo había hecho y eso jamás se lo iba a perdonar.

*****

Los días pasaron volando, el trabajo en la tienda era cada vez más fácil, a veces comía con Jack y otras veces sola. No quería admitirlo pero entre Jack y yo había una conección que no sabía describir. Andrew dejó de llamarme desde aquel día que fue a mí casa. En unos días Cassy cumplirá dos meses y esta mas hermosa que nunca, ella ya balbucea y movía más sus brazos y pies. Al parecer todo íba bien, mi madre y yo nos sentíamos muy afortunadas de tener a Cassy en nuestras vidas, era una niña muy dulce y cada día con ella era una maravilla.

-lo siento amor, hoy no quisieron cambiarme el turno- mí madre ya trabajaba solo por las tardes para poder cuidar a Cassy, pero hoy su jefe le había pedido que fuera temprano, al parecer el restaurante tenía problemas con un pedido.

-está bien mamá, no te preocupes, me llevaré a Cassy al trabajo- empecé a vestir a la bebé.

-si quieres no voy a trabajar…

-no mami, como crees… yo me encargo, tu no te preocupes.

Mi madre siguió preparando el desayuno mientras yo arreglaba a mí niña y preparaba su pañalera. Cuando termine la coloque en el coral y me puse a desayunar, ya había alimentado a Cassy así que solo desayunaba y me dirigiría rumbo al trabajo. Minutos después mi madre y yo nos despedimos al salir de la casa, ambas tomamos nuestros caminos, me detuve y me senté en la parada del autobús. Coloque a Cassy en mis piernas y comencé a jugar con ella. Sin darme cuenta el autobús llegó, me levanté rápidamente y subí a él. Tenía que pensar muy seriamente en ahorrar para comprarme un auto, realmente lo necesitaba. 

Me daba un poco de pena llevar a la bebé a la tienda, pero Jack me dijo que si algún día lo necesitaba que lo hiciera, espero no lo haya olvidado. Al llegar a mí destino, Cassy y yo bajamos del autobús, era un poco complicado maniobrar con la pañalera y la bebé, pero me las arregle para hacerlo. Cruce la calle y llegue a la tienda, la puerta estaba abierta, al parecer mi jefe llegó muy temprano hoy.

-buenos días- le dije cuando llegue a la sala de descanso.

-buenos días- Jack preparaba café, me vio con la bebé en brazos y se acercó a mí -¡Hey!- dijo entusiasmado -hoy tenemos visita.

-lo siento, mi madre tuvo que trabajar- le dije apenada 

-no te preocupes, no pasa nada ¿Puedo?- estiró sus manos para que le diera a la bebé.

-si claro.

Le di a la niña y después se sentó en el sillón, comenzó a jugar con ella y hacerle gestos con la cara. No pude evitar soltar una pequeña risa, se veia tan tierno con ella en brazos. Jack levantó la cabeza y vio que sonreía.

-¿Debo parecer un tonto?- parecía apenado.

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Claudia TayRe ❤️

Aprendiendo a confiar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora