Capitulo 8

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Termino mi hora de comida y abrí la tienda, estaba un poco nerviosa porque era mi primer día ya estaba sola. Varios clientes entraron, gracias a dios no tuve que molestar a Jack, no quería que pensara que no podía con el trabajo. El dia se paso muy rápido, cuando no había gente me ponía a limpiar los estantes, el piso, el gran ventanal de vidrio, la puerta etc. A las 4:30 sonó mi celular, era Jack, conteste la llamada rápidamente.

-hola…

-lo siento, ya no pude regresar, tengo algunos asuntos pendientes ¿Estas bien? ¿Tuviste algún problema?

-no, para nada, no te preocupes. Todo está bien.

-perfecto, ya casi son las 5, puedes irte, mañana te sigo explicando lo demás ¿Te parece?

-como tu digas- sonreí.

-perfecto, nos vemos mañana entonces, no olvides activar la alma.

-claro que si, hasta mañana.

Una semana después ya estaba más que capacitada para atender la tienda de videojuegos "The planet of the game" Jack era un muy buen jefe, era muy activo y siempre tenía una sonrisa en el rostro. Este hombre estaba perdidamente enamorado de los videojuegos, no tarde mucho en darme cuenta, son su más grande pasión. Mi madre me ayudaba con Cassy todo los días, lo cual era un gran alivio, pero cuando vio que se nos complicaria a ambas cuidar a Cassy, ella pidió sus vacaciones adelantadas lo cual le agradecí un millón de veces. Mi madre en pocas ocasiones pedía vacaciones, no le gustaba estar sola en casa, pero con Cassy era diferente. Mi bebe estaba creciendo sana y hermosa, se había convertido en parte indispensable de la vida mía y de la de mi madre. Ella llegó a alegrarnos la vida, desde que murió papá, pocas cosas nos daban felicidad, pero Cassy cambio eso. Mis pesadillas aun continuaban, pero trataba de ignorarlas, cuando aparecían en la noche me aferraba a Cassy. Ella me distraía de mis malos sueños y me ayudaba a olvidarme casi por completo. 

El lunes llegué puntual a la tienda, abrí la puerta y camine hacía la salita de descanso, no había rastro de Jack así que solo tome algo de agua y abrí la tienda. Los lunes siempre estaba tranquilo, me puse a limpiar un poco y a acomodar la mercancía que había llegado el fin de semana. El domingo es mí día de descanso, Jack no cierra ese día, pero me dijo que yo lo podía descansar. Estaba entretenida limpiando cuando mi celular sonó "debe ser Jack" pensé, siempre me llamaba cuando se le atravesaba algo y no podía llegar temprano.

-hola- dije sin mirar la pantalla.

-Lena…

Su voz, había olvidado su voz, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Hace días que no sabía de Andrew y jure no volver a pensar en el, hice una prometa y la estaba cumpliado ¿Por que me llamada? ¿Qué es lo que quiere de mí? Mis manos comenzaron a temblar, pensé que todo había quedado atrás pero estaba equivocada.

-Andrew…

-Hola amor ¿Como estas?- parecía nervioso.

-¿Qué quieres?- le contesté de mala gana.

-es solo que… te extraño demasiado Lena, pense que podia vivir sin ti pero no es así… nena aún te amo.

-eres un desgraciado- comencé a llorar muy bajo -¿Como te atreves a llamarme y decirme esas cosas? Mataste a mi bebe… eso jamás te lo perdonare.

-Lena…- su voz era casi un susurro.

-deja de llamarme, déjame en paz… olvidate de que existo.

No soporté más y colgué la llamada, me sentía patética, no quería volver a llorar pero fue inevitable. ¿Por qué demonios llamo? ¿Por que no hace su vida y me deja vivir en paz? Limpie mi rostro con mis manos  y me voltee para ir a dejar las cosas de limpieza que estaba ocupando, me lleve un gran susto al ver a Jack parado atrás de mí.

-lo siento no quise asustarte- me dijo preocupado -¿Estás bien?- se acercó a mí.

-si… es solo…- no sabía qué decirle y mis ojos aún lloraban, así que no podía safarme fácil de sus preguntas. 

-¿Era el papá de tu hija?- lo mire sin entender -el de la llamada.

-yo…- ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? ¿Que tanto escuchó? Me pregunté ¿Escucharía cuando mencione a mi bebé?. -si era él- dije sin pensar -juro que no me molestaría mas y… 

-¿Quieres hablar? Parece que te afecto mucho esa llamada, sabes… no tenemos mucho tiempo de conocernos, pero si algun dia necesitas hablar con alguien puedes confiar en mí.

-gracias- limpie mi rostro -disculpa por esto- señale mí rostro.

-no pasa nada, todos tenemos problemas- se acercó más a mí y sorpresivamente me abrazo, de primero me tomó por sorpresa pero después lo sentí cálido y sincero, acaricio un poco mi espalda mientras me abrazaba, era como si me quisiera reconfortar. Al separarme de él, le sonreí agradeciéndole, un simple abrazo de aquel hombre me había servido de mucho, me hizo sentir tranquila y eso era justamente lo que necesitaba, tranquilidad.

-tengo que seguir trabajando- le dije avergonzada por lo que acaba de pasar.

-si… yo…- parecía nervioso -tengo que terminar unos papeles- empezó a caminar -estaré en la salita si ocupa algo.

-gracias, nuevamente.

-de nada. 

Suspire aliviada cuando Jack entró a la sala, creo que no había escuchado cuando le reclame a Andrew lo de mi bebe, si lo hubiera hecho no se como hubiera reaccionado. Me sentiria tan avergonzada si alguien algun dia se entera de lo que pasó. Deje de limpiar y me puse a ver el catálogo, aun no me familiarizado con todos los artículos de la tienda, así que cuando tenía tiempo hojeaba el catalogo y me ponia a ver todo lo que había. A la hora de la comida, hice lo que todos los días, salí a comprar algo y despues volvi a la tienda. Jack no había salido de la sala de descanso en toda la mañana, así que decidí llevarle algo, creo que estaba tan ocupado que se olvidó que tenía que comer. Cerré la tienda y entré a la sala y lo vi en el sillón, tenía muchos papeles regados en la mesa, levantó la cabeza y me sonrió. 

-te traje algo de comer- le dije cuando me miro.

-gracias, no debiste molestarte…

-no es molestia.

-¿Te encuentras mejor?- lo mire confundida -por la llamada que recibiste más temprano.

-si yo… 

-¿Por qué no temes una demanda? Así ya no te molestara.

-no has salido en toda la mañana de aquí- dije para cambiar el tema -pensé que tenías mucho trabajo ¿Pasa algo?- me senté a su lado y le di unos de los recipientes con comida.

-si, es solo que tengo unas facturas…- creo que entendio mi objetivo y lo entendió, se pasó las manos por su cabello -yo no me encargo de esto- sonrió avergonzado -lo hace mi contador, pero el no esta, salio de la ciudad.

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Claudia TayRe ❤️

Aprendiendo a confiar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora