Aprendiendo a confiar

Capitulo 36

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, me levante rápidamente de la silla y me acerque a Feliz.

—¿Dónde está?

—en recepción.

—¿Puedes traerlo aquí por favor?

—claro— Feliz parecía confundida por mí reacción —enseguida vuelvo.

—es Jack— voltee a ver al hombre que hace unos momentos me consolaba —Andrew…

—estaré en el VIP— camino hacía la puerta y yo lo seguí —si necesitas algo llamame ¿Ok?

—gracias por todo— bese su mejilla.

Andrew salió de la oficina, empecé a caminar de un lado a otro, los nervios invadieron mí cuerpo ¿Y si estaba aquí para decirme que no quería volver a verme? Cepille un poco mi cabello con mis dedos y me senté en el sillón esperando que Jack llegará, minutos después unos golpes en la puerta anunciaban que Jack había llegado. Me levanté a abrir y lo vi, guapísimo, llevaba unos jeans negros ajustados, una playera blanca y encima de ella una camiseta abierta de cuadros negros y rojos, se veía espectacular como siempre.

—pasa— le dije despacio y le indique el sillón para que se sentara. 

—¿Podemos hablar?— se veía muy serio.

—claro… 

Jack se sentó y yo hice los mismo a su lado, mi hermoso hombre parecía nervioso, empezó a jugar con sus dedos mientras yo esperaba que dijera algo. Tomo aire y cerró los ojos, era como si buscaba las palabras exactas para decir lo que tenía que decir. 

—perdoname— dije al ver que él no decía nada —fui una tonta, debí decirte la verdad.

—me hiciste creer que Andrew era el padre de Cassy, además de que me mentiste respecto a todo. ¿Sabes cómo me sentí? Todo lo que pensaba que sabía de ti era mentira… me lastimaste mucho.

—lo se, perdoname… tenía miedo de que te alejaras, justo como lo hiciste hace días.

—¿Qué querías que hiciera? Me sentí como un idiota, Lena… no quiero discutir, vine a decirte que necesito tiempo, no creo poder estar con una persona que me mintió en muchas cosas, por no decir que me mintio en todo.

—Jack, por favor… hablemos, te diré todo y si crees que…— Jack me interrumpió.

—¿Me dirás todo? ¿Osea que hay más cosas?

Moví muy despacio la cabeza en forma afirmativa, Jack me miró sorprendido, negó con la cabeza y se levantó del sillón.

—ahora no puedo Lena, estoy molesto y podría decirte algo que te lastime, dame unos días y después hablamos.

Jack se levantó del y salió de la oficina sin voltear a verme, él tenía razón en estar molesto, pero tenía que hacerlo entender que nunca fue mi intención lastimarlo. Quiero abrirme a él, quiero que sepa toda la verdad y quiero que este a mí lado. Suspire cansada y volví a mi escritorio, todo me estaba saliendo mal, amaba a Jack y me odiaba a mí misma por haberle mentido. 

Más noche, en el área de juegos, Andrew y yo arreglabamos todo para que el casino estuviera listo para el evento del fin de semana. Varias veces Andrew tuvo que ayudarme porque estaba tan distraída que se me caían las cosas de las manos. No me pregunto qué me pasaba, pero creo que Andrew se lo imagina. Sabía perfectamente que él no tenía necesidad de venir al casino todos los días y menos decorarlo conmigo, pero sé que lo hacía por estar conmigo y eso en el fondo se lo agradecia. Estaba acomodando algunos floreros cuando vi a Wesh acercarse a nosotros, puse los ojos en blanco y seguí con mi trabajo, odiaba tanto a ese hombre que me era insoportable verlo. 

—vaya, vaya… ¿Qué tenemos aquí?— dijo al llegar a nosotros.

—¿Que quieres Wesh?— contestó Andrew de mal modo.

—tu y yo tenemos un asunto pendiente.

—aun no consigo lo que me pediste— Andrew se acercó a mí, creo que fue un reflejo protector.

—ya veo…— me miro —por lo que veo esta hermosura ya te perdono ¿Están juntos?

—no te importa— conteste rápidamente.

Wesh sonrió de lado y se recargo en una de las máquinas de monedas, metió las manos en sus bolsillos y me miro desafiante. 

—¿Sabes? Algún día te vas a arrepentir de todas tus majaderías y te veré arrastrandote ante mi… ¿Y sabes? Lo disfrutare mucho.

—eres un malnacido y jamas me arrodillaria ante alguien como tu.

—¿Quieres apostar?— volvió su atención a Andrew —te doy una semana para que consigas lo que te pedí o si no— me miro.

—ya te dije que lo conseguiré, no necesitas amenazarme— Andrew endureció su tono. 

No entendía qué pasaba, pero era más que obvio que Wesh amenazaba a Andrew con algo relacionado conmigo. Me sentía tan estúpida, solo sabía causar problemas en todos lados y la gente a mí alrededor sufría por mí culpa. Wesh cruzó unas palabras con andrew, no escuche muy bien de qué hablaban y después se fue. Ya no tenía ánimos de nada, así que le dije a Andrew que me iría a casa, pero no lo hice, tomé un taxi y me fui a la casa de Jack, tenía que hablar con él y arreglar todo lo que estaba pasando, necesitaba a Jack en mí vida mas que nada. Antes de salir del casino llame a mi madre y le dije lo que haría, no quería que se preocupara por mí. 

Llegue a casa de Jack y toque la puerta, se tardó algunos minutos en abrir y cuando lo hizo pude ver que no estaba en un buenas condiciones, había bebido y estaba ebrio. Jack me miro (o eso intentaba) y sonrió. Hizo un ademán muy exagerado para que pasara y eso hice, camino con dificultad hacia el sillón y se dejó caer en uno de ellos.

—¿Estas ebrio?— le dije cuando llegue a su lado.

—que observadora— arrastraba las palabras al hablar.

—queria que hablaramos, pero no creo que sea buen momento.

—ooohh ya veo… más mentiras— tomo una botella de la mesa y bebió de ella —anda, no te cohibas, suelta tus mentiras.

—Jack, mejor me voy— comencé a caminar pero Jack se levantó rápidamente y me impidió el paso.

—no… tu no te vas— levantó una mano y acaricio mi mejilla —eres tan hermosa— se puso serio —¿Porque me mentiste?

—lo siento Jack… 

—yo lo siento más... no sabes cuanto te amo— me tomó del rostro con ambas manos —eres la mujer con la que planeaba un futuro, la mujer que me quitaba el sueño, la mujer…— Jack pego su frente con la mía.

—deberías recostarte— su tacto me hacía tanto bien, sus manos cálidas sobre mi rostro era un dulce martirio. 

—¿Me amas?— Jack comenzó a llorar —¿Alguna vez me amaste?