Capitulo 16

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—¿Puedo pedirte un favor antes de que te vayas?

—¿Que?

—puse un negocio, no tiene nada que ver con la política, me gustaría mucho que me ayudaras. Es un casino, quiero que seas la gerente— me miró esperanzado —se que donde trabajas no ganas mucho así que…

—voy a pensarlo… 

Salí del apartamento con el corazón más triste y lastimado, todo esto era una mierda ¿Que se supone que debía hacer? Estaba tan confundida que sentía que mi cabeza en cualquier momento explotaría por tanto pensamiento. Como pude regresé a la tienda, Jack estaba en la oficina mientras Nick limpiaba algunos estantes. Camine hacía la oficina y vi a Jack sentado en el sillón, cuando me vio rápidamente se levantó y se acercó a mí.

—Lena ¿Estás bien?— me miro preocupado.

—si… es solo…

—ven— me guió hasta el sillón —¿Quieres platicarme lo que pasó? 

—¿Por qué crees que me paso algo?

—Lena— me acarició el rostro —tienes el rimel corrido y los ojos rojos, es obvio que lloraste.

—a ti no puedo ocultarte nada ¿verdad?— sonreí.

—si no quiere hablar no lo hagas, solo dime si estan bien o si necesitas algo.

—estoy bien, no te preocupes— intente levantarme del sillón para ir hacía el baño pero Jack me lo impidió.

—tienes que confiar en mí Lena, se que aquel hombre te lastimo, pero no todos somos iguales.

—no es fácil— me puse de pie —la herida aun no sana. 

Trate de seguir con mí trabajo con normalidad, pero la mirada preocupada de Jack no me deja tranquila. Odiaba sentirme así, no me gustaba ocultar cosas, pero el miedo era más grande que todo. Al terminar la jornada de trabajo Jack se ofreció llevarme a casa, quería ver a mi bebe y obvio estar mas tiempo conmigo, no entendía porque le gustaba tanto estar a mí aldo, a veces ni yo misma me soportaba. Cuando llegamos a mi casa lo detuve antes de que bajara del auto.

—solo una cosa— lo mire directamente a los ojos —¿Estás listo para conocer a mi madre?— sonreí —te aviso que es muy curiosa y demasiado entusiasta.

—no te preocupes— me devolvió la sonrisa —se que tu mamá es agradable.

—ni la conoces— reí.

—es agradable por el hecho de ser tu madre.

—si tu lo dices.

Bajamos del auto y entramos a la casa, le dije a Jack que se sentara en la sala mientras buscaba a mí madre, fui a la cocina y no la vi, así que comencé a llamarla en voz alta. De pronto la vi salir de mí habitación un poco nerviosa, me acerque a ella para preguntarle qué pasaba pero ella no me dio oportunidad. 

—mi niña apenas iba a llamarte— me dijo rápidamente.

—¿Qué pasa mamá?

—Cassy tiene mucha temperatura.

Ella y yo caminamos hacía mí cuarto, me acerque rápidamente a Cassy y la toque, la bebé ardía en fiebre. La tomé en mis brazos y camine hacía la sala, Jack me vio y se puso de pie.

—¿Podrías llevarme a urgencias?

—si claro ¿Que pasa?— dijo confundido.

—en el camino te digo.

Voltee a ver a mi madre quien ya estaba detrás de mí, pude ver que miraba encantada a Jack y una sonrisa tonta salió de mis labios.

—mamá— agite un poco mi mano para que reaccionara y dejara de ver a Jack —el es Jack, mi jefe— le dije cuando por fin capte su atención.

—Rebeca Thomson, un gusto joven— la sonrisa de mi madre era de oreja a oreja, parecía una colegiala enamorada.

—el placer es mío señora, siento no poder quedarme a platicar— me miró —¿Nos vamos?

—si vamonos— bese a mi madre en la mejilla —te hablo del hospital.

—si por favor— mi madre nos encaminó a la entrada de la casa —Lena, no dejes de llamarme y cuida bien a mi nieta.

Subimos al auto de Jack y le dije que la bebé tenía temperatura, no sabía desde que hora ya que no le di oportunidad a mí madre de decirme más. Jack empezo a manejar, solo tardamos 10 minutos en llegar, bajamos del auto y entramos a urgencias. Camine lo más rápido posible, cuando llegue a recepción una linda enfermera de edad avanzada me sonrió.

—¿Cual es la urgencia?— su voz era ronca pero amable.

—mi bebé tiene mucha temperatura— Jack me la quito de los brazos para que tomara un papel que me daba la enfermera.

—llene este formulario, en un minuto la pasamos.

Jack y yo caminamos a la sala de espera, me puse a llenar los papeles con los datos de Cassy y rápidamente se los devolví a la enfermera. Agradecia que habia poca gente, volví a sentarme al lado de Jack y mire a Cassy en sus brazos.

—estara bien, ya veras.

—me siento impotente— acaricie la cabeza de mí bebé.

—necesitas estar tranquila— se acercó a mí y me dio un beso corto —me quedaré contigo todo el tiempo.

—no es necesario.

—yo quiero hacerlo. 

La voz de la enfermera llamó nuestra atención, ambos nos levantamos de las sillas y caminamos hacia ella.

—pasen a la camilla 6, ahí los verá el doctor.

Moví la cabeza en forma afirmativa y junto con Jack caminamos a la camilla, la cual estaba rodeada de cortinas color verde, Jack recostó a Cassy, mientras yo le acomodaba su ropa y la cobija que la cubría. A los pocos segundos llegó un doctor.

—buenas tardes— sonrió —¿Qué le pasa a esta hermosa princesa?

—tiene mucha fiebre— respondí rápidamente.

—ok, vamos a revisarla.

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Claudia TayRe ❤️

Aprendiendo a confiar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora