-no lo se- se cruzó de brazos -si Andrew te cuida mucho y esta obsesionado contigo debe ser por algo.
-vete...- mi voz comenzaba a temblar.
-vamos, se linda y demuéstrame que tan deliciosa puede llegar a ser.
-tu querias matarme... ¿Qué clase de persona eres?
-si, quería eliminarte, pero viendote bien, que bueno que no lo hice ¿Verdad? Me hubiera arrepentido de deshacerme de algo tan... tentativo.
Cuando vi que se acercó más al escritorio yo empecé a caminar hacía el lado opuesto, no sabía qué pretendía pero tampoco lo quería averiguar. Wesh soltó un pequeña risa que me erizo la piel, no se porque le tenía tanto miedo, así que empecé amenazarlo.
-vete o Andrew te sacará...
-¿Andrew?- se burló -ese imbecil tiene que hacer lo que yo le diga.
-¿Qué quieres de mí?
-ya te dije- camino más hacía mí -probarte...
-eso jamás.
Escuche la puerta abrirse y a un Andrew molesto, su cara estaba roja y sus ojos desprendían ira. Se acercó a mí, su mirada me escaneo de arriba abajo, como si buscara algo en mí cuerpo, después volteó a ver a Wesh y me colocó detrás de él.
-dejala en paz- la voz de Andrew era amenazante.
-tranquilo hombre, no le he hecho nada, solo platicabamos.
-te dije que no te acercaras a ella.
-tu tienes la culpa, me has hablado tanto de ella que tengo curiosidad... en el ayuntamiento era insignificante para mí, pero ahora tengo mucha curiosidad.
-más vale que te largues.
Andrew respiraba agitadamente, yo no sabía qué hacer así que me aferre a su saco, tenía miedo pero no sabía si de Andrew o de Wesh. El hombre frente a mí estaba rígido, como una enorme piedra que me protegía. Andrew era muy alto así que ya no podía ver a Wesh.
-Andrew, recuerda que gracias a mí eres alcalde.
-ya te pague por eso, no te debo nada.
-aahh sii, el aborto del bastardo.
Cuando escuche esas palabras me lleve las manos a la boca, no podía creer que ese maldito hablara así de mí bebé. Empezaba a sentirme algo mareada, todo esto me sobrepasaba, ese hombre sin escrúpulos fue el que obligó a Andrew a que me llevara a abortar, solo para ganar un puesto en el gobierno. ¿Como puede existir personas tan malvadas?
-¡Cállate!- gritó Andrew -respeta la memoria de mí bebé.
-era un bastardo... y tu aun tienes que ayudarme a ser gobernador, que no se te olvide.
-te dije que lo haré, pero deja a Lena en paz, aléjate de ella.
-que tierno, defendiendo a su amada- empezó a burlarse -a no, lo olvidaba, esta zorra tiene otro hombre.
Andrew comenzó a avanzar hacía Wesh y lo tiró de un golpe en la cara, el hombre parecía sorprendido, Andrew lo levantó del piso y lo guió hasta la puerta de la oficina, Wesh luchaba por soltarse hasta que lo consiguió.
-esto lo vas a pagar muy caro Andrew- lo amenazó Wesh.
-lárgate.
Wesh se acomodó el saco, sacó un pañuelo de una de las bolsas de su pantalón y se limpió la sangre de la boca, miró a Andrew por última vez y después se fue. Solté el aire que estaba reteniendo, me deje caer en el sillón que estaba en un rincón de la oficina, coloque mis manos sobre mí rostro y comencé a llorar. Estaba aterrada por ese hombre, por Andrew y por mí misma, nunca pensé odiar tanto a una persona, ni a Andrew lo odie cuando me obligo a abortar. Ese hombre es peligroso y creo que es capaz de cualquier cosa, pero... ¿Qué diablos quiere conmigo? ¿Por qué está tan interesado en mí? Andrew se acercó a donde yo estaba y se colocó de cuclillas frente a mí, me quitó las manos del rostro y me limpio las lágrimas con sus pulgares.
-¿Estás bien?- su voz era suave.
-si... no... Andrew tengo miedo.
-lo se- acarició mis mejillas -yo te protegeré.
-¿Que quiere de mí?
-de ti nada amor, es sobre mí, sabe que eres importante para mi y por eso vino aquí, quiere molestarme.
-¿Por qué?
-ya te lo dije, necesita mi ayuda para ser gobernador, tengo que ayudarlo para quitarmelo de encima.
-¿Y si vuelve otra vez?
-no lo hará, no es tonto, sabe lo que le conviene, además yo estaré todos los días aquí, no podrá acercarse a ti.
-quiero irme a casa- le suplica a Andrew.
-esta bien, yo te llevo.
Me levanté del sillón y Andrew hizo lo mismo, me tomó del brazo y me guió hasta la salida de la oficina y después a la salida del casino, caminamos hasta el estacionamiento y subimos al auto rumbo a casa. Quería estar con mi bebe y mi madre, quería olvidar lo que había pasado, quería refugiarme en el amor de ellas y olvidarme por un rato la mierda que era mi vida.
*********
El lunes por la tarde salí directamente al starbucks donde me había citado aquella mujer, entre al local, pedí un café y después me senté en una de las mesas a esperarla, estaba nerviosa, quería acabar con esto lo más rápido posible y que esa mujer desapareciera de mi vida. Media hora más tarde vi a la mujer entrar al local, iba un poco más presentable, su ropa estaba gastada pero no estaba sucia, me vio a lo lejos y se acercó a mí. La última vez que la vi estaba ebria, esperaba que no se presentara así, podrían sacarnos del lugar. La mujer se acercó y se sentó frente a mí, sonrió ampliamente y colocó ambas manos sobre la mesa.
-¿Como estas niña?- su voz rasposa era inconfundible -¿Trajiste lo que te pedi?
-si...
-muy bien muchachita... damelo.
-tiene que firmarme algo.
Antes de salir de casa redacte una carta donde la mujer declaraba que había abandonado a la bebé y además renunciaba a sus derechos de madre, no se si era algo legal o si me ayudaria en algo, lo único que quería es que esta mujer no me estafara y que después de que le diera el dinero fuera a la policía.
-¿Que?
.
.Claudia TayRe ❤️
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Aprendiendo a confiar
RomanceLena es una chica que atraviesa por una situación demasiado deprimente y esto la hace pensar que jamas volvera a confiar en los hombres, hasta que conoce a Jackson Holmes, el dueño de una tienda de videojuegos. Pero Lena no facilmente volvería a con...