Capitulo 23

247 23 6
                                    

Tome un kleenex de el pequeño buró al lado de la cama y me limpie los rastros de Jack, el solo me miraba maravillado.

—eres muy atrevida— me atrajo hacía él y comenzó a besarme, yo me coloque recostada encima de su cuerpo —no todas las mujeres están a favor de sexo oral.

—me gusta que mi pareja disfrute— me encogí de hombros —y tu haces un muy buen trabajo— sonreí —no sé si te lo han dicho antes, pero eres muy bueno en la cama y tu pene… uff… delicioso y de muy buen tamaño. 

—me encantas— me besó de nuevo. —¿oficialmente somos novios?— dijo cuando dejo de besarme.

—¿Tenemos 15 años?— bromee.

—sabes a lo que me refiero, después de esto no te dejare ir jamas.

—tampoco quiero dejarte ir.

Toda la noche nos la pasamos así, en ratos dormíamos y después teníamos sexo otra vez. El me regreso el favor y me hizo sexo oral, después de varias posiciones y de mucho sexo a las 5 de la mañana nos quedamos dormidos, estábamos muy agotados, pero no me arrepentia de esto. Jack es un hombre maravilloso y esta noche con él me había hecho pensar las cosas, estaba decidida a disfrutar mi relación con Jack, en cuanto a Andrew lo alejaría de mí vida para siempre. 

A la mañana siguiente cuando desperté Jack no estaba en la cama, levanté la cabeza para ver si lo veía pero no había rastro de él. Me levanté de la cama y me puse la bata de baño, salí de la habitación buscando a Jack en la estancia pero tampoco había rastro de él. Regrese a la habitación y vi que la ropa de Jack no estaba, me imaginé que había salido a buscar algo así que lo espere en la cama, encendí la tele mientras miraba el menú del desayuno. Una hora después Jack no volvía y yo empezaba a ponerme nerviosa, tome mi celular de mi bolso y marque su número, al segundo tono contestó.

—hola ¿Donde estas? ¿Estas bien?— empece a hablar muy rapido.

—Lena lo siento, surgió una emergencia y tuve que salir muy pronto.

—¡Oh dios! ¿Estas bien? ¿Es la tienda?

—No… es…

De pronto la voz de una mujer se escucho detrás del teléfono —amor, ¿Ya casi llegamos?

—Jack… ¿Que pasa?— dije molesta.

—Lena, no te molestes… Amy necesitaba mi ayuda y yo...— colgué la llamada.

No podía creer que el muy estúpido me haya dejado sola en un cuarto de hotel para irse con su ex, me sentia las más estúpida de las mujeres ¿Cómo se atrevía a hacerme esto? Pensé que Jack era diferente, pero es igual a todos los hombres. "Bonita manera de echar a perder una noche maravillosa" pensé. Me puse mi ropa rápidamente y después tome mis cosas y salí de la habitación del hotel, estaba tan enojada y humillada, jamás pensé que Jack me hiciera algo así. Salí del hotel y camine a la parada del autobús, no quería llorar, no quería ser la mujer estupida que le rompen el corazón nuevamente y se pone a llorar como una niña. Tome aire para tranquilizarme, saque mi celular y llame a Andrew, aceptaría el trabajo que me ofrecía y jamas regresaría a la tienda de Jack.

Después de hablar con Andrew y rechazar varias llamadas de Jack, llegue a casa, tenía que cambiarme de ropa e irme al casino, Andrew me había citado ahí para decirme todo lo que iba a hacer. Le dije a mí madre que iría a una cita de trabajo, no quería deprimirme mas de lo que estaba, así que no le conté lo que había pasado con Jack. Salí de casa otra vez, mi telefono comenzo a sonar nuevamente, tenía ganas de gritarle a Jack todo mi enojo así que tomé la llamada.

—¡Porque no te vas al infierno!— grité —déjame en paz, jamas te perdonare lo que me hiciste Jack.

—Lena, déjame explicarte.

—no quiero escucharte, no hay excusas, me dejaste sola en el hotel, después de haber tenido la mejor noche de mi vida.

—por favor Lena.

—¡Vete al diablo!— colgué la llamada.

Una lágrima amenazaba con salir pero se lo negué, ya estaba arta de llorar por hombres que no valían la pena. Tome el autobús y me dirigí al casino. Después de casi 40 minutos llegue a mi destino, me quede sorprendida cuando vi tanta elegancia. El lugar era inmenso, tenía maquinas de monedas, mesas de póker, dados, ruleta, blackjack, sic bo, etc. Camine por el pasillo principal el cual estaba decorado con una hermosa alfombra roja que le daba un toque misterioso al lugar, de pronto vi a Andrew acercarse a mí, me sonrió a lo lejos y cuando llegó a mí lado beso mi mejilla.

—gracias por aceptar— sonrió —¿Quieres un recorrido?

—si gracias.

Andrew me tomo de la mano y me dio un tour por todo el lugar, en la parte de abajo estaban todos los juegos y en la parte de arriba habia un bar, pero era exclusivo para VIPs, el lugar era enorme. Mientras Andrew me daba el recorrido me explicaba lo que tenía que hacer, practicamente estaria a cargo del personal y del lugar. También me dijo que yo podía tomar el horario que quisiera, solo que si tenía que estar cuando abriera el lugar, aunque solo fueran unos minutos. Después del tour me guió a la que sería mi oficina, entramos en ella y cerró la puerta.

—¿Te gusta el lugar?— dijo sentándose en la silla que estaba detrás del escritorio.

—es sorprendente, te quedo muy bien.

—¿Has pensado en lo que te dije en el hospital?

—no es necesario que le des tu apellido, ademas no porque trabaje aquí significa que te perdone. 

—lo se, pero es un avance— se puso de pie y se acercó a mí. —esta mañana estás más hermosa que nunca.

—¿Cuando quieres que empiece?— le dije para cambiar de tema.

—mañana es la inauguración, ya está todo listo, estaría bien que estuvieras aquí a las 8 ¿Te parece?

—aqui estare puntual— iba abrir la puerta cuando Andrew me detuvo.

—no te vayas, vamos a comer algo ¿Te parece?

—Andrew…

—como amigos, por favor…

—no, lo siento— me safé de su agarre —y si sigues insistiendo, tendré que rechazar el empleo.

—ok, ok… ¿Nos vemos mañana entonces.

—hasta mañana.

Salí de la oficina y camine por los pasillos del casino, era realmente hermoso y lujoso. No quería llegar a casa, sabía perfectamente que Jack estaría ahí, así que salí del casino y comencé a caminar sin rumbo fijo. Me sentía tan abrumada por todo, pero lo más importante, me sentia estupida. Mientras caminaba observaba los aparadores de las tiendas que había por el rumbo, solo quería mantener mi mente ocupada en otra cosa pero estaba fallando totalmente.

Me di por vencida y decidí irme a casa, tenía que enfrentar a Jack y terminar con esto de una vez. Una mujer con mal aspecto se acercó a mí, su ropa estaba sucia y su cabello estaba enmarañado y opaco, no había duda de que esta mujer vivía en la calle. Sus ojos me miraban con rabia, se paró frente a mí y pude percibir un olor a alcohol, sonrió y me mostro su dientes sucios y amarillos. 

.
.

Claudia TayRe ❤️

Aprendiendo a confiar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora