-Gracias-le dije al empleado del lugar, quien me entregó la ropa que compré para Amanda,mi hermana.
-De nada, que tenga buenas tardes.
Salí del lugar y me dirigí a mi auto. El día de hoy fue muy exhausto y raro. Cuando el hombre de aquella tienda de trajes me dijo que mi traje estaba en la lavandería fui corriendo y me lo entregaron una vez llegué, después me dieron mis llaves y cartera, que pensaron que eran del hombre que llevó el traje (afortunadamente no me robaron);después regresé al mismo lugar de antes y compré el traje que había visto y, de paso, le di mi número de celular a Carmín y le regresé su dinero.
Ahora,con las compras ya hechas, me dirigí a casa para arreglarme y de paso para avisarle a Fred que iba a ir a la fiesta. Ni siquiera había hablado con él desde en la mañana.
-Ya llegué- mencioné una vez abrí la puerta de mi casa y dejaba las compras ahí cerca de la entrada, solo que mi traje lo tenía en la mano para ponérmelo-. ¿Fred?
Nadie contestó y se me hizo raro porque Fred salía de su trabajo a las 4 P.M y ya eran las 7. ¿Se habrá ido a comer a algún lado o qué?, pensé.
Sin más preámbulos, me dirigí hacia mi cuarto y me di una ducha,saliendo, me puse mi traje, reloj, perfume y me arreglé el cabello. Estaba extremadamente guapo, ni siquiera yo mismo podía dejar de enamorarme de tal belleza.
De repente, escuché la puerta de entrada abrirse y salí de la habitación para después encontrarme con Fred lleno de bolsas.
-¿Fred? Amigo,¿qué pasó? ¿En dónde estuviste? Te llamé pero no contestaste- dije preocupado.
-Oh, hola William. Lo siento es solo que mi celular se quedó sin batería- mencionó Fred mientras dejaba las cosas en la mesa de la sala.
-Bueno, está bien, supongo.
-Y tú...-me miró de pies a cabeza-¿a dónde vas?
-Oh, bueno por eso te llamé,para decirte que hoy es la fiesta de Amanda.
-¿En serio?-alzó una ceja.
-Sí-sonreí-, te iba a avisar sobre eso pero no contestaste.
-Está bien, después de todo ya sabía-se quitó su saco y lo arrojó al sillón.
-¿Qué? ¿Cómo?
-Pues tu padre me lo mencionó y, de hecho, me invitó y me compró un traje- dijo y sonrió mientras se acercaba a mí mientras se quitaba la corbata sensualmente.
-Entonces...-lo miré fijamente mientras él estaba cerca de mí- ¿irás?
-Por supuesto que sí- me dio unas palmadas en mi hombro.
-Me alegro, oh, ¿quieres que te espere? Podríamos irnos juntos- dije, pero él se acercó más a mí hasta que nuestros cuerpos chocaron.
-Está bien, no tienes de qué preocuparte, iré con Michael- se separó de mí y se fue a su habitación con su traje en la mano.
-¿Con él? Creí que ya habían terminado- grité mientras le seguía los pasos y, una vez llegué, me apoyé en el umbral de la puerta. Me crucé de brazos.
-Lo sé, pero regresamos- se quitó su camisa dejando a la vista un cuerpo fornido.
-¿Por qué?
-Qué ¿acaso estás celoso?- me miró y después se acercó a mí hasta sentir su aliento en mi cara.
-Claro que no- me alejé un poco-. No soy gay.
Él se empezó a burlar y yo lo penetré con la mirada.
-Tranquilo William, siempre habrá un lugar para ti en mi corazón- sonrió y después me dio un beso en los labios, pero fue un beso rápido y Fred se alejó después.
-¡Maldita sea! Te he dicho que no me gusta jugar a tus joterías cuando no estás triste- gruñí-. Carajo qué asco- me limpié los labios con la manga de mi traje.
-Tranquilo delicado, fue solo un beso- mencionó mientras se quitaba la ropa. Estaba desnudo.
-Sí, pero un beso en los labios...-dije y,después de limpiarme los labios, alcé mi vista hacia él-. Maldita sea Fred, ponte algo de ropa- quité mi mirada de él y la posé en el piso.
-Sé que te gustó lo que viste- agarró una toalla y se la puso alrededor de su cintura-. Ya, ya está. Ahora puedes mirar.
Alcé mi vista hacia él y di un suspiro.
》Bien,ahora, me ducharé. Puedes irte adelantando hacia la fiesta, no tienes porqué esperarme- continuó.
-Está bien, entonces...llámame cuando estés en camino hacia allá-dije.
-Claro- cerró la puerta del baño y después yo cerré la de su cuarto.
Salí de la casa con el regalo de Amanda, con un Vodka(a mi padre le gusta) y con mis llaves, después subí a mi automóvil y arranqué.
-Siri, conecta el bluetooth- dije.
-Bluetooth activado.
- Inicia la música.
-Música activada- mencionó Siri, la asistente de mi celular y, después de unos segundos, se empezó a escuchar música.
Seguía conduciendo y ya era de noche, estaba solo en la carretera y el Google maps me estaba diciendo hacia dónde estaba la mansión de mis padres, pues ahí iba a ser la fiesta.
A continuación llegó un momento en el que me empezaron a dar ganas de ir al baño así que estacioné el auto en la orilla de la carretera, después me bajé y fui a un pino cerca de ahí y vigilé que nadie me viera.
Cerré mi cremallera y me dirigí a mi auto, después abrí la puerta de este último y, cuando terminé de sentarme, acerqué mi mano a la puerta para cerrarla, pero antes de, una soga en mi cuello me lo impidió, haciendo que mis manos rápidamente se acercaran a la soga para impedir que me asfixiara.
-Sh- mencionó la persona que me tenía sujeto-. Tranquilo.
-Agh...-mencioné y me preparé para hablar-. ¿Qui...quién eres tú?- tenía dificultades para hablar pero hacía todo lo posible para no ser ahorcado-. ¿Qué...quieres? Agh.
Se escuchó una sonrisa suya y después se acercó a mi oído.
-A tí, por supuesto- era un hombre, porque su voz era grave, potente, autoritatoria y temible.
Apretó su agarre en la soga y me puse más alerta.
》Te soltaré, pero si intentas escapar o algo en mi contra, no dudaré en violarte incontables veces y, créeme..., no será divertido.
Intenté mirarlo a través del retrovisor pero estaba muy oscuro así que no pude. Me dediqué a asentir ante su respuesta moviendo la cabeza en forma de asentimiento frenéticamente.
-Está bien- dijo y después aflojó la cuerda, pero cuando lo hizo, salí rápidamente del auto y cerré con fuerza la puerta, después le puse seguro.
Mi respiración era rápida y mi corazón no dejaba de palpitar rápidamente. Busqué como loco mi celular por mis bolsillos pero un sonido proveniente del auto me hizo mirar hacia allí.
Aquel hombre, quien estaba en el asiento de atrás, alzó su mano, que tenía mi celular,y sonrió lleno de victoria y satisfacción. Solamente podía ver el contorno de su cuerpo, mas no su cara.
-Maldita sea- maldije- ¿Ahora qué?- hice mi cabeza hacia atrás, como en forma de derrota y después miré fijamente a aquel hombre. Bien,pensé, tiene mi celular y no puedo llamar a nadie, aunque podría gritar en busca de ayuda, pero no hay nadie aquí y menos a esta hora. No puedo abrir el auto, porque probablemente tenga un arma y me ataque; podría correr pero...¿hasta a dónde llegaría antes de que me atrape, me canse o me muera de frío o lo que sea? Todavía quedan kilómetros para llegar a la mansión.
Maldita sea, creo que mi única opción es...esperar a que me mate o me...¿¡viole!? ¿Por qué lo haría? Él dijo que lo iba a hacer si hacía algo estúpido como lo que hice, ah, joder. Debí de haber pensado dos veces antes de haber hecho lo que hice.
Aquel hombre me miró fijamente y después señaló los seguros de la puerta. Quería que abriera la puerta. Maldito.
No me quedaba ninguna opción, así que agarré las llaves y apreté el botón que abría las puertas, entonces, cuando escuché el sonido del seguro quitarse, retrocedí tres pasos hacia atrás.
Aquel hombre salió del auto y cerró su puerta tras de sí.
-Te dije que si intentabas huir o ir encontra mía te iba a violar de la peor manera- dijo mientras se acercaba a paso lento hacia mí-. ¿De verdad creíste que podrías escapar?- alzó mi teléfono y después lo arrojó al suelo y lo pisó. Mi celular, pensé. ¡Esa madre me costó mucho! Y ahí estaban todos mis contactos, incluso el de las chicas que quería cogerme-. ¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato?- sonrió y, sin darme cuenta, ya estaba enfrente de mí y muy cerca.
-¿Qué quieres?- lo miré desafiante. Nuestras estaturas eran de la misma altura, pero él me ganaba por uno o dos centímetros, no era la gran cosa. Podía ver que tenía un traje extremadamente elegante y un reloj muy caro. ¿Acaso era rico o qué?
-Ya te lo dije- se acercó a mi oído-. Te quiero a tí.
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The first time.
WerewolfEl padre de William Clark (un empresario millonario) decide hacer una fiesta por el cumpleaños de su hija, Amanda Clark, y obliga a su hijo adoptivo (también empresario), William, a ir, pues hacía tiempo que no se veían. En el camino, William se de...