Lamento la tardanza, pero aquí tienen su siguiente capítulo, espero y lo disfruten ;)
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Súbitamente, sus dientes mordieron, sin consentimiento alguno, mi cuello: sus colmillos de lobo feroz fueron metiéndose rápidamente por mi piel, rompiendo capa tras capa, dejando, a su vez, fluir la sangre fuera de mis venas.
Mi sangre era tan cálida, podía sentirla sobre mi piel; pintó los colmillos blancos de Alan, que, por consecuencia de esto, los colmillos de Alan dejaron de tener su tono blanco, ahora tenían una gran pintada del color carmesí de mi sangre.
Gruñí ferozmente y me agarré fuertemente de la cama, con la intención de detener el dolor que se creaba en mi cuello.
Sentí la delicada, caliente y suave lengua de Alan pasar por aquella herida que él creó. Me estremecí y agradecí por aquel gesto suyo que tuvo por mi herida.
Enojado, volteé a verlo con el ceño fruncido fuertemente.
-Agh-dije, aún sintiendo cómo mi cuello palpitaba y cómo la sangre salía de ahí rápidamente-. ¿Pero qué mierda te pasa? ¿Por qué...Ahg, hiciste eso?-mi respiración era rápida. Necesitaba tranquilizarme.
Por más que sentía dolor, hubo una parte de mí que sintió una gran excitación por aquella mordida; como si mi cuerpo fuera masoquista. Una glorífica excitación llegó a mí con aquella marca que dejó en mí.
Me sentía dominado, amado y débil.
-No te preocupes-dijo Alan, y momento después, pasó su pulgar izquierdo por las comisuras de sus labios, limpiándose la sangre que escurría por sus labios; su lengua siguió los pasos de su pulgar, limpiando sus labios al mismo tiempo-. Eso fue solamente un cáliz.
-¿Qué intentas decirme con eso? Ah-sus penetraciones seguían. Era como si nunca quisiera parar el juego.
Giré mi cuerpo para poder verlo, y ahora estaba boca arriba, aún abajo suyo.
-El verdadero juego apenas inicia- sus ojos penetraron cada parte de mi cuerpo mientras él me miraba fijamente: sus ojos recorrieron todo mi cuerpo, como apreciando una hermosa escultura de arte. Y con una sonrisa sexy dijo-: Eres mío.
Rápidamente, pude sentir como sus embestidas se intensificaban más rápido; sus manos recorrieron ferozmente todo mi cuerpo, acariciándolo con tanto amor que deseba que se quedaran pegadas a mí; sus labios fueron lamiendo y mordiendo mi cuerpo. Dejaba marcas rojas y moradas, y unas con sangre; lamía mis pezones tan apasionadamente que era como si fueran la parte de los biberones por donde bebían los bebes.
Estaba marcando mi cuerpo como si fuera de él. Bueno, de hecho, ya era de él. Ya había hecho el lazo con aquella mordida suya.
Por más que suene tan masoquista, pensé, me fascina que me haga esto.
-Alan...-susurré con mi voz de Alfa.
-William- respondió él, con la misma voz de Alfa que había usado yo.
Los dos estábamos tan calientes y deseosos. Era un juego sin fin.
Pero...algo raro sucedió.
Algo que jamás me esperé, sinceramente.
Algo que...nunca hubiera deseado.
¡El nudo!, grité mentalmente. No, no, ¡no!
Y, súbitamente, pude sentir cómo el pene de Alan se hacía grande lentamente (más de lo que ya estaba) e inundaba por completo mi ano. Sentía cómo lo hacía más grande, cómo me desgarraba muy poco por el ano. ¡Podía sentir cómo su pene se hacía grande! Dios mío.
Alan seguía tocándome y lamiéndome. Solo le faltaban unas cuantas embestidas para poder armar un nudo en mi ano, o más bien, en mis óvulos. Aunque sinceramente era raro el pensar que los tenía.
El muy imbécil me tendió una trampa, pensé. Así que con que a esto se refería de que el juego apenas comenzaba, eh. ¡Duele una mierda!
-Ah, ugh. Joder-dije, intentando aminorar el dolor que me causaba el pene de Alan.
Me estaba moviendo con la intención de querer safarme de él, pero cada vez que lo hacía, me dolía más mi ano. Además, Alan intentaba mantenerme quieto, inmóvil.
-Deja de moverte o te dolerá más-dijo una vez terminó de marcar todo mi cuerpo. Era como si tuviera tatuajes hechos por las mordidas de él.
-¡Cállate! Esto es...tu culpa, ah. Mm...
Él se acercó a mi oído para susurrarme unas palabras.
Estaba a punto de correrme.
-Es culpa de los dos-sonrió. Agarró, seguido de aquella sonrisa, mi pene y lo empezó a apretar delicadamente, solo para retener mi semen. ¿¡pero qué mierda le pasa!?, pensé-. Lo siento, querido, pero no te correrás solo. Nos correrémos juntos.
-¿Estás loco?-gruñí.
-¿Por tí?, sí-sonrió, y mi corazón latió rápidamente y me sonrojé un poco. Esa sonrisa era tan hermosa y única. Definitivamente la amaba.
No dije nada y simplemente giré mi cabeza hacia un lado. Mi cabello, poco largo, tapó mis ojos por completo.
Sentía cómo su pene palpitaba en mi interior, podía sentir cómo crecía lentamente pero excitante.
-Agh, duele-dije. Intenté moverme para tener una posición relajante, pero al momento en el que lo hice, un horrible dolor se provocó aún más en mi ano-. ¡Ah! Maldita sea.
-sh-me tranquilizó Alan mientras acariciaba mi cabello lentamente, después despejó cariñosamente parte de mi cabello que estaba tapando mi rostro-. Solo relájate. Esto solo durará unos minutos.
-Eso espero-rodeé los ojos-. Mierda, se está haciendo muy grande.
Alan solo se dedicó a sonreír y después me acurrucó cariñosamente en su regaso, claro, lo hizo con delicadeza para no lastimarnos por el nudo.
Aunque seguía enojado con él por lo que había hecho, se estaba portando bastante cariñoso, y eso me alegraba.
Hacía tiempo que nuestros cuerpos ya se habían tranquilizado, así que ya no estábamos tan calientes y desesperados por tener sexo, pero, si me lo preguntan, definitivamente volvería a tener sexo con este grande y potente hombre lobo.
Después de unos segundos, pude sentir cómo algo hacía clic en mis óvulos (aunque suene raro), y sabía perfectamente de que eso significaba de que el pene de Alan ya se había anudado en mis órganos reproductores, ahora solo faltaba que sacara su semen. Que, por cierto, Alan aún seguía sujetando mi pene para evitar que no me corriera; admitía que ya no soportaba retener por más tiempo mi semen. ¡Quería liberar todo lo que él me había causado!
-Mierda-susurré. Sentía cómo algo de mi ano era jalado por el pene de Alan, sentía dolor y satisfacción a la vez. Todo era tan confuso.
-Uniremos nuestros cuerpos para llenarnos de una satisfacción glorífica; llenaremos nuestros corazones de amor y necesidad-Alan sonrió de una manera depravada. Eso me dio un poco de escalofríos.
El pene de Alan había llegado ya a su máximo tamaño como para dejar su semen en mí, y podía sentirlo claramente en mi entrada: tan grande, palpitante, caliente y pegajosa. Definitivamente me tenía excitado.
Tenía unas ganas de querer sacar mi semen ya, no podía soportarlo por más tiempo. Mi pene ya se estaba poniendo rojo y un poco morado por la presión que Alan hacía ahí.
Segundos después, dí un fuerte gruñido y me agarré fuertemente de las sábanas al poder sentir cómo el semen de Alan se estaba metiendo en mí: estaba muy caliente y suave. Me había corrido en la mano de Alan justamente cuando él se corrió.
Nos habíamos corrido los dos al mismo tiempo.
-Ah...
-Mm...-dijo Alan, y segundos después se lamió la mano que tenía sujeta en mi pene, solo para tomar de mi semen.
-No hagas eso..., es asqueroso.
-¿Esto te parece asqueroso?-sonrió-, ¿después de todo lo que te hice?
-Bueno...-sinceramemte me gustó, pensé.
-Entonces sí te gustó, eh- ¿cómo carajos sabía lo que pensaba?, pensé. Alan agarró mi mano derecha y después se la llevó a sus labios para poder bersala-. No te preocupes, esta no será la única vez que te lo haga-sonrió lujurioso.
Su pene era como un tubo en mi interior, vaciando semen ahí mismo. Como si te sirvieras leche en un vaso. Podía sentirme así literalmente.
Me excitaba tenerlo pegado a mí, me hacía tan feliz.
Mientras disminuía el nudo, Alan fue acariciándome, tranquilizándome y diciéndome cosas lindas. Me sentía tan especial y amado por ser tratado así. ¡Me latía el corazón rápidamente cuando estaba con él!
Sabía que no solo me trataba así por el simple hecho de que era mi primera vez, sino que también era por el hecho de que me amaba.
Y fue ahí...cuando el nudo fue disminuyendo después de unos minutos, dejándonos a ambos exhaustos.
Él se abalanzó hacia mí una vez salió de mi interior, y un hilo de semen salió seguido de su pene saliendo de mi ano.
Sentía mi ano lleno de su semen, tan pegajoso y cálido. Sentía que, a cada movimiento mío, su semen se movía en mi interior; si me volteaba hacia la derecha, el semen dentro de mí también lo hacía. Me sentía tan lleno.
Alan se posó a mi lado derecho y después me abrazó cariñosamente. Después posó su nariz en mi flácido cabello negro. Inhaló el olor impregnado en mí y después dijo con una sonrisa:
-William..., te amo.
Qué reconfortantes sonaron sus palabras en ese entonces.
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The first time.
WerewolfEl padre de William Clark (un empresario millonario) decide hacer una fiesta por el cumpleaños de su hija, Amanda Clark, y obliga a su hijo adoptivo (también empresario), William, a ir, pues hacía tiempo que no se veían. En el camino, William se de...