Capítulo XXI

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¿Entonces él es el Alfa mayor?, pensé, y también es el padre de Alan. Él se ve más estricto que Alan.
-El placer es mío...,hijo-respondió el padre de Alan.
-Por favor, dejemos las formalidades para después-mencionó Alan.
-Si así lo prefieres...-el padre de Alan volteó a verme de pies a cabeza, era un poco más grande que yo y que Alan-. Y dime Alan-posó su vista de nuevo en él-. ¿Por qué regresaste? Recuerdo haberte dado permiso para regresar el tiempo suficiente para encontrar a tu mate, además, ¿qué hacen dos humanos aquí en nuestro mundo? Alan, no me digas que...
-No padre, no es lo que piensas-el Alfa mayor suspiro aliviado-. Pero sí hay algo muy importante que deberías de saber-Alan volvió a agarrarme de la cintura para tenerme a su lado. El Alfa mayor nos miró raro-. Él...él es mi mate y Luna de nuestra manada, padre.
El Alfa mayor puso una cara de asombro.
-¿Él? ¿Estás seguro Alan?
-Sí, padre.
-Oh, por Dios- el padre de Alan vuelve a verme sorprendido-. ¿Pero cómo? ¿Cómo es esto posible? Hacía tiempo que no se veía a un humano como pareja de un licántropo de la familia del Alfa mayor. Esto maravilloso-sonrió-. ¡Escuchen todos!
Todos voltearon a vernos y con respeto, pues el Alfa mayor estaba con nosotros.
》Nuestra manada por fin encontró a su Luna, mi hijo ya tiene a su pareja. ¡Esto es de festejar!-y todo el mundo empezó a aplaudir alegremente. ¿En serio?, pensé. Hace rato se estaban quejando de que era hombre y pareja de otro hombre. ¿Qué mierda les pasa? El Alfa mayor causaba pavor-. Muy bien chicos-mencionó el Alfa mayor una vez dejó de felicitarnos-. Quiero saber cómo se conocieron y también sobre los preparativos para su boda-¿¡boda!?, pensé, yo nunca acepté casarme.
-Disculpe, pero...
-Eso estará en pie, padre-Alan me apretó la mano con fuerza para que no dijera nada en contra de lo que decía su padre. ¡Sí que causaba pavor! Será mejor no hacerlo enojar.
-Bien, pero será mejor ir a casa para hablar y poder ponerme ropa-dijo mientras su desnudez seguía presente, y lo que más me sorprendió fue que lo ví, de pies a cabeza. Su hermoso cuerpo era igual al de Alan: de piel blanca y tan suave como la seda, muy fornido y hasta creo que un poco más que Alan. Él era igual de sexy y guapo que Alan. ¿¡Qué acaso todos los licántropos eran tan sexies o qué!?-. Veo que te gusta lo que vez, Luna.
Me paralicé por un momento al notar que el padre de Alan me miraba fijamente y con una sonrisa. Rápidamente quité mi mirada de él y la posé en Alan, quien me estaba viendo con una mirada enojada y celosa.
-Creo que deberíamos de seguir adelante-intervino Kaled, y por un momento lo miré agradecido. Él solo asintió.
-Sí, vamos- dijo el Alfa mayor. Caminamos por un rato en el que el padre de Alan aprovechó para hablarme. Alan estaba a mi izquierda y el Alfa mayor estaba a mi derecha.
-Y dime...¿cómo se conocieron?-me miró atentamente. Me tensé por un momento.
-Digamos que Alan fue el que me obligó a hacer toda esta mierda-dije. Alan me miró molesto de nuevo. ¿Qué?-, pero nos conocimos en una carretera-aún seguía recordando ese momento.
El padre de Alan se rio graciosamente
-Bien-volvió a tomar la postura seria que tenía-. Y fue Alan quien  empezó todo en la carretera, ¿no?
Lo miré sorprendido. ¿Acaso sabía lo que su hijo me hizo?
》No pongas esa cara, conozco a mi hijo después de todo: sé que puede ser muy posesivo e impulsivo a veces, pero perdónalo por lo que ha hecho. Es la naturaleza de un licántropo.
¡Ah, claro! La naturaleza de un licántropo. La misma excusa que...Aunque..., no lo culpo, después de todo ya lo perdoné.
-Ya no importa-el padre de Alan me miró extraño.
-Llámame Ethan, es un placer conocer a la futura Luna de la manada-él agarró mi mano y la besó delicadamente. Alejé mi mano rápidamente. ¿Qué mierda? Él sonrió-. ¿Cómo te llamas?
Me quedé callado por unos segundos pensando en que quizá debería de darle un nombre falso, pero Alan se hubiera dado cuenta y de todas maneras habría descubierto mi verdadero nombre tarde o temprano.
-William...William Clark-mencioné, recordando el apellido de mis padres.
Él volvió a sonreír. ¿Por qué mierda todos sonríen? La vida no es solo de felicidad, ¿verdad?
-¿Qué edad tienes? Porque parece que tienes más de 25-ahora que lo pensaba, no sabía la edad de Alan, Jeremy, Kaled, Iván y mucho menos del padre de Alan. Debo de preguntarles.
-31-mencioné. Un año mayor que Fred. Alice tenía 29; qué suerte por Alice, eran tan joven y nosotros tan viejos.
Él silbó.
-Vaya, sí que eres viejo -sonrió burlonamente, y yo lo miré molesto.
-¿Ah,sí? ¿Y cuántos años tienes tú?
-60.
-Eres más viejo -reí.
-Sí, pero tu apariencia es más vieja -me regresó la sonrisa-. Los licántropos no envejecemos.
-¡Oigan!-gritó Alan molesto y celoso. Nos miró atentamente y después Ethan y yo nos pusimos serios y tomamos la cordura-. Ya llegamos.
Miré enfrente de mí y había una hermosa y grande mansión ornamentada de color blanca con un tono de café claro. ¡Era bellísima!
-¿Aquí es...dónde viven?- era igual de grande que la casa de mis padres, pero esta era...Tenía un toque especial, por así  decirlo. Yo solo vivía en un lujuso departamento de mi hotel. Uno de los mejores, por cierto.
-Así es, pero recuerda que también vivirás aquí-respondió Alan. Cierto, había olvidado el hecho de que ahora dejé todo en el mundo humano, ¡todo por la maldita Luna Madre! ¿Por qué me hizo esto a mí? Ah.
Di un suspiro.
-¿Sucede algo, William?-preguntó Kaled, quien aún seguía detrás de mí, esperando a que entre a la casa. Todos ya estaban adentro.
-No..., no es nada.
-Bien..., entonces entremos-se fue adelante de mí y yo le seguí el paso desde atrás. Miraba todo lo que estaba al rededor de mí: el bosque, aquel lugar en donde puedes estar tranquilo y sin ningún ruido molestándote; aquel lugar donde puedes correr de las personas que más odias.
Recordé el simple hecho de cómo corría por el bosque cuando era pequeño, todo solo para estar solo.
La soledad es la mejor amiga. La única amistad que no te deja.

The first time.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora