Salí de aquella habitación y me encaminé hacia el comedor que, cuando entré, era un comedor enorme, lujoso y hermoso. Ahí, justo enfrente de mí, no muy lejos, estaba Ethan, el padre de Alan, quien se encontraba sentado en una enorme silla ornamentada y lujosa.
Me miró y, con una sonrisa, dijo:
-Buenos días, William. Qué bueno verte con vida.
-Buen día, señor Ethan-sonreí burlonamente.
-Ba, deja las formalidades, ya eres parte de la familia-agarró su taza de cristal que contenía café y después le dio un sorbo y, con su mano, me dio una señal para que me sentara a su lado-: Por favor, toma asiento.
Me senté a su lado y rápidamente pude sentir lo suave que eran aquellas sillas y lo elegante que me hacían parecer.
》Seguro eres de los que toman café y no té, ¿cierto?- agarró una taza igual a la de él y después me sirvió café.
-Por supuesto, el té es solo de mujeres-sonreí agradecido.
Él suspiro.
-Ni me lo digas, Alan de pequeño tomaba mucho té-se burló-. Se veía tan lindo con su ropa de niño bueno y su té a la mano. Era todo un caballero.
-¿Y qué le pasó a esa caballerosidad?-dije, recordando lo que Alan me había hecho anoche. De solo pensarlo me ponía los pelos de punta.
Quería volverlo a tener así.
-Bueno, tú sabes que con el tiempo vamos cambiando: dejó de gustarle esas cosas y se fue vistiendo como le dio la gana-dio un sorbo a su café-. Y ahora está como está ahora-sonrió.
-Sí, le hace falta su "yo" del pasado-ambos nos echamos a reír a carcajadas, pero después de unos segundos nos quedamos en silencio sin saber qué decir.
Dí algo, maldita sea, pensé:
-¿Y cómo...?
-Veo que Alan y tú se divirtieron anoche, eh-le dio otro trago a su café.
¿¡Cómo!?, pensé. Entre todas las oraciones, ¿tuvo qué decir esa? Y lo peor de todo es que era su padre, mierda.
-Tú..., ¿cómo...?
-No te preocupes, soy su padre, obviamente sé a dónde va y qué hace; lo tengo bien vigilado-sonrió, pero segundos después esa sonrisa se desdibujó-. Además...-olfateó el ambiente-, tu olor te delata: tu aroma está 100% mezclado con el de Alan y, además, veo que ya hicieron el lazo-sonrió, de nuevo.
Tiene razón, pensé. Ahora...Alan y yo estamos unidos.
》Ay, pero por favor, no te pongas tan rígido. Eso es normal en nuestro mundo..., no hay por qué avergonzarse de eso-continuó y seguido de ello extendió su taza hacia arriba listo para brindar-. Vamos, ¡por mi hijo Alan y por tí!- alcé mi brazo al igual que él y brindamos juntos, después de eso, continuó con sus palabras-: espero y tengan una hermosa y feliz familia.
Escupí el poco café que me quedaba en la boca y miré a Ethan seriamente, pero él estaba sonriendo como un idiota mientras sus carcajadas se escuchaban por el lugar.
》Ay vamos-rio-, no seas tan amargado, ¿por qué no aceptas la cruda realidad y ya?
Dejé mi taza en la mesa, listo para hablar.
-No pienso hacer una familia, ya la tengo. No necesito otra más-mi voz era serena y arrogante. Definitivamente hablaba en serio.
Ethan dejó de reírse y la serenidad no tardó en inundar su rostro completamente.
-¿Qué quieres decir con eso?-posó su taza en la mesa antes de siquiera darle un último trago.
-A lo que me refiero es que no necesito a otra familia..., una sola es suficiente-ahora sí que estaba a punto de tener una pelea con mi suegro, pensé..., esperen...¿por qué lo llamé de esa estúpida manera? Ni siquiera me he casado con Alan. Y nunca lo haré.
Su familia no es la mía. De hecho..., la mía me dejó hace mucho tiempo.
No necesito de otra.
-William Clark-¿Cómo sabe mi nombre completo?, pensé, yo nunca se lo mencioné, a no ser de que...Ah, maldito Alan-, ¿y qué me dices de la familia que tienes ahora? ¿Acaso no la necesitas también? Si ese es el caso, ¿por qué no la dejas? Para tí la única familia que te importa es la que te dejó, ¿no?
-Tú...¿cómo lo...?
-¿Cómo lo sé?-se apoyó sobre la mesa, dejando sus manos entrelazarse entre sí mismas. Me miró, con aquella misma mirada que Alan tenía: tan penetrante; tenía las mismas cualidades que Alan, pero era un poco más viejo que él. Me preguntaba...cómo era que tenían una edad tan vieja pero con una apariencia totalmente a lo contrario de su edad-, déjame recordarte que Alan me contó todo lo que había investigando de tí: tus papeleos, tu familia, todo. Así que no te sorprendas en lo absoluto.
-No es cierto, tú no sabes nada. Nadie lo sabe-fruncí el ceño lo más fuerte que pude, tanto que me empezó a doler el entrecejo.
-Por supuesto que no-me sobresalté debidamente-, nadie sabe nada de nadie, pero de lo que sí estoy seguro, es de que sí puedes saber con certeza algunas cosas de los demás, hasta de tu enemigo; créeme, William-se acercó aún más a mí-, la verdad siempre sale a la luz; la debilidad siempre se hará tu fortaleza, siempre y cuando quieras hacerla tu fortaleza.
Me quedé en completo silencio, simplemente mirándolo con un gesto amagado. No iba a mostrar ser una persona cariacontecida.
Definitivamente no iba a caer tan bajo solo por mi pasado. No podía. Eso era de débiles, y los débiles no deben de existir.
Todo se quedó en completo silencio, solo escuchaba el tic tac del péndulo que estaba del otro lado de la mesa, cerca del grande ventanal con vista al bosque.
¿Qué íbamos a hacer ahora?
》Ay, pero por favor-continuó Ethan, alejándose de mí para quedar en la posición de antes. Su sonrisa volvió a aparecer en aquel rostro suyo-. Pero qué maleducado de mi parte, lo lamento mucho William, olvida lo que dije, ¿sí? Simplemente fue un juego. Ya, déjate de esa cara de amargado y enfurecida, porque me da la sensación de que todo te lo tomaste en serio. ¿Acaso buscas una pelea?-rio, como si nada hubiera pasado. Como si mi pasado fuera un simple juguete que echan a la basura después de ser utilizado. Tsk, pensé, todos son iguales. Tratan mi vida como se les dé la puta gana. ¿un juego, dices? Ja, pues ahora veremos si ahora te lo tomas tan en serio.
Me levanté rápidamente de mi asiento y agarré fuertemente el cuello de la blusa de Ethan.
-¿¡Acaso crees que eso es un maldito juego!?-él siguió sonriendo, todo como un idiota. No me está tomando en serio, pensé-. Tú..., ¡deja de sonreír, maldita sea!-alcé mi puño, listo para golpearlo, pero entre tantas decisiones de saber si debía de golpearlo o no, tardé unos debidos minutos, los suficientes como para escuchar unos pasos de los zapatos de una mujer acercarse a nuestra ubicación, y para escuchar las palabras que jugaron con el sonido del péndulo y del silencio:
-¿Qué creen que están haciendo?------
Hasta aquí el capítulo de este fin de semana. ^^
Recuerden que actualizo todos los fines de semana.
¡Hasta la próxima! :D
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The first time.
WerewolfEl padre de William Clark (un empresario millonario) decide hacer una fiesta por el cumpleaños de su hija, Amanda Clark, y obliga a su hijo adoptivo (también empresario), William, a ir, pues hacía tiempo que no se veían. En el camino, William se de...