-Tengo...sueño-mencionó Amanda y de un momento a otro su cabeza cayó con gracia hacia mi hombro izquierdo y cayó en brazos de Morfeo.
-Ey, espera, no puedes...-ya era tarde, ella ya se había dormido-. Olvídalo.
La miré con una sonrisa tierna y graciosa. Era la primera vez que alguien hacía algo así conmigo. Ella era tierna cuando dormía y me gustaba tenerla así.
¿Pero qué mierda estoy haciendo?,pensé. Yo no soy así, se supone que soy el malo, no el personaje tierno y cariñoso. Esta mierda de los lobos me está afectando.
Me levanté cuidadosamente de no despertarla, y me iba a ir sin ella, dejándola ahí con el viento gélido, pero algo en ella se reflejó en mí: ¿acaso alguien fue para llevarme así en las noches de frío? ¿Alguien estuvo ahí cuando la pasaba de lo peor? Reflexioné con detenimiento y al final obtuve por cargar a Amanda al estilo princesa para llevarla a su habitación. Si estuviera en su lugar, pensé, definitivamente desearía que alguien me llevara así.
Subí los escalones lentamente, con cuidado de no hacer ruido y así fue hasta llegar a su habitación. Una vez llegué, la dejé con delicadeza sobre las telas de seda que cubrían su cama.
-Buenas noches y...feliz cumpleaños-dije por último antes de salir de su habitación, y, cuando lo hice, bajé las escaleras y me dirigí hacia la entrada,en donde varios de los invitados ya empezaban a irse.
Pero alguien me detuvo. Mi padre.
-¿A dónde crees que vas?-volteé a verlo con detenimiento. No quería volver a tener esta plática de nuevo.
-¿Tú qué crees, padre?
Un suspiro suyo se escuchó.
-Tu habitación ya está lista, ahora vete a dormir.
-¿Cómo? ¿Creen que voy a quedarme? Ya tengo un hogar, no necesito más el de ustedes.
Él, quien estaba de espaldas hacia mí ya a punto de irse, se volteó a verme con el ceño fruncido.
-¿Quieres volver a tener esta plática otra vez?
-No, pero si es necesario para que entiendan que ya tengo otra vida, entonces la tendré- él suspiró con frustración.
-William Clark, ¿sabes cómo estaría tu madre justo en estos momentos?
-Probablemente implorándome a que me quede aquí, al menos por hoy.
-Sí, ¿y de verdad es lo que quieres? William, somos tu familia y tú nos rechazas, ¿por qué?
-Porque en realidad no lo son-mencioné con una mirada melancólica-. Las familias se van todo el tiempo, ¿no?
-¿¡Crees que seremos capaces de dejarte!?-gritó- ¿¡Crees que no somos nada o qué!?
-¿¡Y ustedes creen que de verdad soy su hijo!?
-William...
-No, ni siquiera lo saben-sonreí con desgracia-, porque ni siquiera son mis padres verdaderos.
-¡William, espera!- antes de salir por la puerta, la mano de mi padre hizo que me detuviera enseguida y me sorprendí-. Por favor, William, al menos quédate por hoy, después podrás irte mañana, pero...de verdad queremos estar contigo.
Su cabeza bajó con pena y tristeza, su mirada cayó en un mar de preocupación y su delicada sonrisa se desvaneció por completo. Era igual que mi madre, con una mirada triste y preocupada. ¿Por qué se preocupaban tanto por mí? ¿Qué tenía yo para ser importante? Nada, absolutamente nada.
Entonces, su mirada hizo que recapacitara por un momento lo que sucedió hoy: Kaled, Jeremy, mis amigos Alice y Fred, Iván y...¡Alan! Justo en ese momento lo recordé. ¿Cómo pude olvidarlo?, pensé, ¿en dónde estará? Kaled y Jeremy se encargaron de él, ¿estará en una de las habitaciones de arriba? Si me voy...él se quedaría aquí y quién sabe qué haría sin mí.
Después de todo es un loco lobo sin remedio. Sonreí.
-¿William?-preguntó mi padre, quien me sacó de mis pensamientos.
-Está bien-dije. Más tarde podría tener esta conversación con él-. Me quedaré, pero solo por hoy-revisé mi reloj que daba la 1:30 de la mañana. ¿Cuánto tiempo duró la fiesta?-, después de todo ya es muy tarde para regresar.
Mi padre me sonrió muy feliz.
-Por supuesto, además, Alice y Fred también se quedarán, no te preocupes hijo.
-Bien, entonces...nos vemos-me safé de su agarre y subí las escaleras pero cuando llegué al segundo piso, un olor a menta con chocolate inundó mis fosas nasales y seguí el aroma para ver de dónde venía y era de una de las habitaciones de invitados. Abrí la puerta con cuidado de no hacer ruido y, cuando entré, vi a Alan quien yacía dormido encima de la cama. Se veía tan hermoso.
Sonreí sin saber el porqué y, antes de salir de ahí, su voz me detuvo.
-William-su voz era grave y dulce a la vez, como siempre.
-¿Estabas despierto?-pregunté y después me volteé a verlo directamente a los ojos. Se veía cansado.
-Digamos que tu olor a rosas me despertó-sonrió-. Huele delicioso.
-Ajá, entonces vuélvete a domir- sabía que estaba siendo duro con él, y así debería de ser, pero...¿solo porque me hizo eso en el baño? Él sabía lo que había hecho así que al menos debería de esperar a que se disculpara.
-Sé que estás enojado por lo que hice- su frase hizo que dejara de seguir cerrando la puerta. Estaba de espaldas hacia él y con mi mano derecha tocando la chapa dorada de la puerta listo para cerrarla de una vez por todas, mi otra mano estaba en el bolsillo de mi pantalón.
-¿Y?
-Lo lamento.
Me volteé para mirarlo.
-¿Crees que con un solo lamento voy a perdonarte?
-No, por eso...
-¿Por eso qué?-cerré la puerta detrás de mí y caminé hasta llegar al frente de él con una distancia de un metro-. ¿Por eso vas a volver a usarme para calmar tus necesidades sexuales?
-Bueno, prácticamente no te usé, solo estaba a punto de...
-¿¡Y eso qué mierda importa Alan!?-grité-. Aquí solo importa el hecho de que arruinaste aún más mi vida con tus estúpidas "fantasías" de que eres un licántropo y que estaba a punto de ser violado por un hombre. Y lo peor de todo es que te creí, ¿qué tal si estoy viviendo un sueño?
-No, esto no es un sueño, es la realidad, William- Alan se empezó a acomodar en la cama para quedar sentado y así poder hablar mejor y estar más serio.
-¿La realidad?, ¿crees que la realidad es que un licántropo intentó violarme por segunda vez y que quiere llevarme con su manada para hacer un estúpido ritual de una tal "Madre luna" solo porque el grande y fuerte Alfa de la manada encontró a su mate, quien le arruinó la vida por completo?, ¿es esa la realidad que estoy viviendo justo ahora?
Él se quedó pensativo por unos minutos y después habló.
-"El camino es largo e incierto. Para muchos de nosotros es un viaje solitario. Nos decimos que debemos recorrer este arduo camino solos, enfrentar lo que aparezca sin importar cuán horrible sea. Unos invocamos a los ángeles para protegernos, otros ansían ver el camino con la ayuda del señor. ¿Qué pasaría si nos mostraran el camino?".
-¿Qué quieres decir con eso?-dije.
-Quiero decir que...tú no has encontrado ese camino aún.
-¿Cuál camino?-me crucé de brazos.
-El camino que te corresponde para ver que la realidad no es un juego...,sino un simple reflejo de las acciones que hacemos.
-¿Y tú qué vas a saber de eso? Ni siquiera sabes por lo que pasé. No sabes nada.
-No, no lo sé, pero tú puedes enseñarme lo que de verdad eres y lo que piensas ser.
-¿Por qué lo haría?
-Porque me amas y yo igual a tí. Porque estamos el uno para el otro.
Sonreí burlonamente.
-¿Crees que...te amo? Por Dios, sí que te gusta sacar afirmaciones antes de saber si son correctas.
-Tal vez piensas que no es así, pero en el fondo de tu alma y de tu corazón...sí me amas- Alan se levantó de la cama y se acercó lentamente hacia mí.
-¿Qué crees que estás haciendo?-dije y por inercia yo retrocedí lentamente.
-No huyas, por favor-su voz ahora era débil y triste, ¿por qué? ¿Qué le pasaba a toda la gente hoy? ¿Por qué todos se dirigían hacia mí con tristeza, preocupación y enojo? ¿Qué hice? Definitivamente no entiendo las emociones de las personas.
Dejé de retroceder y esperé a que él llegara hasta mí para después darme por sorpresa un abrazo tan cálido y triste.
-Lo lamento tanto, William. Lo siento, por favor, perdóname, por favor- sus palabras se metían a mis oídos una y otra vez haciendo que mi corazón se quebrara de poco en poco. Su abrazo era tan fuerte que apenas podía respirar, pero no me importaba; estaba tan atónito por sus lamentos y por su abrazo. ¿Cuándo fue la última vez que me dieron un abrazo así de cálido, amoroso y triste a la vez?
Una serie de sentimientos turbios se sentían a través de todo mi cuerpo. ¿Qué debería de hacer?, ¿perdonarlo, así sin más?, ¿debería de sentir lástima por él? No, no sé qué hacer. Mierda, mierda, ¡mierda!
》William...te amo, de verdad- y fue ahí cuando algo en mí corazón se rompió e hizo clic en algo. Y supe qué hacer.
-Alan, yo...-¿por qué las palabras no me salían? Hacía tiempo que no perdonaba a alguien, pero...algo dentro de mí me decía que él era el correcto, que debía de confiar en él. Ay, Dios, ¿en qué me he metido?-...te perdono.
Sus palabras de lamentos se dejaron de escuchar y fue ahí cuando me di cuenta de algo: el perdón hace la felicidad.
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The first time.
WerewolfEl padre de William Clark (un empresario millonario) decide hacer una fiesta por el cumpleaños de su hija, Amanda Clark, y obliga a su hijo adoptivo (también empresario), William, a ir, pues hacía tiempo que no se veían. En el camino, William se de...