Capítulo 37.

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-Realmente te la mereces -dijo en un duro tono-. Y si es tan especial, ¿por qué has estado conmigo? Sebas se quedó helado. -No voy a discutir sobre Helena contigo, Martina. -¡Es una lástima que a mí no me tengas el mismo respeto que a ella! -soltó Tini tan ciega por la ira que apenas era capaz de pronunciar palabra. Un ligero rubor subió a las mejillas de Sebas, tensas. -Lo mínimo que le debía a Helena era una explicación sincera.

-¡Pero a mí ni siquiera pudiste mencionarme su existencia! ¡Deberías de haberte dado cuenta de que el día del funeral de tu padre yo ni siquiera tenía idea de quién era! -lo condenó Martina apasionadamente -. Creí sencillamente que era una pariente... -Es pariente lejana -concedió Sebas. -¡Qué bien! ¡No es de extrañar que no me la presentaras! ¡Qué relación tan enrevesada la suya! ¡Si ella hubiera sido una persona más amable hasta podría haberme compadecido de ella por estar tan desesperada por cazarte! Sebas posó una mirada dorada y brillante sobre Tini, una mirada que parecía echar fuego. -No voy a seguir escuchando cómo la injurias. No sabes de qué estás hablando. -Y si fuera por ti nunca lo sabría, ¿no es eso? -rió Tini desgarradamente-. Pero ahora ya no importa. Confié en ti. Pensé que eras un hombre libre. Nunca me hubiera relacionado contigo de haber sabido que ella existía. -Helena y yo no somos amantes -declaró Sebas serio-. En realidad nunca había hablado de matrimonio con ella hasta anoche. No obstante nuestras familias siempre pensaron que nos casaríamos. -¿Y por qué diablos no te casaste con ella cuando te lo dijo tu padre? -Me irritaba la presión que él ejercía sobre mí, pero debo señalar que Helena nunca trató de presionarme. -Y aquella noche que pasamos juntos... ¿sabías ya entonces que cumplirías ese deseo familiar y te casarías con ella? -En el fondo siempre pensé que me casaría con Helena. Por mucho que te duela es una realidad, es cierto y no puedo cambiarlo -aseguró Sebas con énfasis. -Pero no fuiste sincero conmigo. No me lo dijiste ni me diste la oportunidad de elegir, y eso no puedo perdonártelo. Además, ahora que lo sé, encuentro irritante que me pidieras que fuera tu amante cuando ni siquiera estabas casado con ella -explicó Martina con un gesto de repulsión-. ¿Qué sentido tiene casarse con alguien a quien no se es fiel? Sebas enlazó ambas manos en un repentino y violento gesto de frustración. -Las últimas veinticuatro horas han sido un verdadero infierno para mí, no estoy de humor para soportar mucho más. Te guste o no aquí la víctima es Helena. La he herido en su orgullo y la he fallado, pero de sus labios no ha salido una sola palabra de reproche. -Sí, es una mujer muy inteligente, mucho más que yo. -Cristos... ¿Cómo puedes ser tan rencorosa? ¡Es contigo con quien me voy a casar! Tini se inclinó para recoger su bolso con manos temblorosas y luego se enderezó y lo miró con ojos vacíos de toda emoción. -No me casaría contigo ni en bandeja, Sebas. -¡Juro que te estrangularé antes de llevarte al altar! -replicó Sebas mirándola de reojo con una expresión negra. -Hablo en serio -contestó Tini tranquila, atisbando un primer brillo de perplejidad en los ojos de el, que comenzaba a asimilar la información -. Ayer tenía pánico y fui lo suficientemente estúpida como para aceptar tu oferta de matrimonio. Pero tu lealtad está con Helena, no donde debería de estar, y no pienso formar parte de ningún sucio triángulo... -¡No seas irracional! -la condenó Sebas. -No, soy muy sensata. -Pero estás embarazada de mí... -Y ésa es la única razón por la que me pediste que me casara contigo... No es suficiente -añadió Martina pasando por delante de él y caminando hacia el hall. -Hay algo más entre tú y yo, pethi mou -gritó Sebas. -Puedo arreglármelas sin el sexo -contestó Tini. -¡Vuelve aquí! ¡Esto es ridículo! Tini se volvió para mirarlo con el rostro pálido como el mármol. -No... Lo que es ridículo es que hayamos estado juntos. - Tini... -Por favor, dame tiempo -insistió ella-. No me llames por teléfono, no te acerques a mí. Quizá, cuando todo esto haya pasado, podamos hablar sobre el niño... ahora mismo no.

Romance Griego -Sebastini- TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora