El espejo mágico

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Mario : Recuerdate de pasarme esa foto.

Rosalina : Lo hare, tranquilo.

Después de un tiempo, llegaron a la casa de Mario. Él abrió la puerta y Sparks entró corriendo como loco, llenando todo el piso de lodo.

Mario : ¡Sparks, al patio, ya! ... ¡demonios, debo abrir la puerta primero!

Mario salió corriendo para abrirle la puerta al perro, pero ya era demasiado tarde. Los cristales estaban llenos de marcas de patas por todos lados. Cuando abrió la puerta, Sparks salió corriendo al patio.

Mario (viendo el lodo) : Vaya desastre.

Rosalina : Puedo ayudar.

Mario : No...

Rosalina (lo interrumpe) : No me digas que puedes hacerlo solo Mario. Por favor, dejame ayudarte. Has estado haciendo las cosas solo por mucho tiempo.

Mario (suspira) : Esta bien.

Rosalina : Bien, baña al perro, yo limpiare el piso.

Rosalina metio su mano en uno de sus bolsillos y sacó su varita, la cual uso para crear un trapeador. Se quitó las mangas de la blusa y cambio su pantalon por una pantaloneta, la cual llegaba un poco arriba de sus rodillas.

Mario : Desearia poseer esos poderes.

Rosalina (sonriendo) : No los necesitas si me tienes a tu lado.

Ella movió su varita y la ropa de Mario también cambió. Su camisa perdio las mangas y su pantalon se convirtio en pantaloneta.

Mario : Gracias. Bien, a trabajar.

Mario salió al patio y conecto una manguera a la toma de agua. Luego, se dirigió hacia donde Sparks, quien al verlo se colocó alerta.

Mario (pose de duelo) : Sabes que debes darte un baño, amigo. Tu te lo buscaste.

Mario apunto con la mangera a Sparks y disparó, pero el perro comenzó a correr de un lado a otro. Sin embargo, Mario fue capaz de alcanzarlo y le dio de lleno con la mangera, mandandolo al suelo. Una vez en el suelo, bañarlo fue más fácil, pues solo tuvo que mantenerlo donde estaba.

Mientras, Rosalina trapeaba el piso de la casa. Estaba acostumbrada a hacer la limpieza, pues en el observatorio los destellos más jóvenes eran un verdadero desastre. Solian ensuciar muy a menudo, especialmente la cocina. Una vez que terminó con el piso, comenzó a limpiar las ventanas de la cocina.

Ella salió al patio y conectó otra manguera para limpiar los ventanales por fuera. Estaba terminando cuando Sparks salió corriendo hacia ella, y para evitar que la botara comenzó a moverse de un lado a otro. Desgraciadamente, se le olvido dejar de presionar el gatillo de la manguera, y esta siguió lanzando agua.

Rosalina : ¿Veo que ya estas limpio? (voltea y ve a Mario mojado) ¡Mario!

En efecto, habia mojado a Mario por completo.

Rosalina : ¡Mario, lo siento! De verdad, no era mi intención, lo juro.

Mario levantó su manguera y comenzó a caminar hacia ella mientras parecía que quería sonreír.

Rosalina : No ... Mario, no ... no lo hagas. (Le empieza a tirar agua) ¡No, Mario, nooo! Jajajajaja ... ¡dos pueden jugar a esto!

Y así, los dos comenzaron a jugar con las mangueras, lanzandose agua. Ambos reían sin control mientras buscaban mojar al otro.

Encontrando el amor (Mario x Rosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora