Trágico final

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Rosalina seguia de rodillas, aún derramando algunas lágrimas. Al haber alcanzado su forma divina atraves de la ira y el dolor, ella no tenía control de la misma. Sus emociones tomaron el control, y en este momento solo querían una cosa: hacer sufrir a Lana.

Decidida, se levantó y tomó el cuerpo de Mario entre sus brazos, cargandolo. Reapareció en el observatorio, y los destellos se asutaron de su apariencia, por lo que no se le acercaron. Fue a su habitación y dejó el cuerpo de Mario sobre su cama. Se inclinó y le dio un beso en la frente.

Rosalina : Pronto te dare una digna sepultura ... pero primero, debo terminar lo que empezaste.

Rosalina levantó su varita y lanzó un hechizo de protección sobre el observatorio, impidiendo que pudiera ser rastreado y haciendolo invisible para cualquier visitante indeseado. Una vez que se aseguro de que sus hijos estuvieran protegidos, desapareció.

Reapareció en la entrada de la mansión, y se sorpendió de verla destruida. Escuchó gritos y ruidos de disparos, pero antes de poder transportarse vio a Bowser tirado cerca de la puerta a la sala, por lo que corrió hacia él. Al llegar, vio que tenía una lanza ensartada en su caparazón por la parte frontal, y del lugar de la herida salía un líquido verde. Bowser estaba muerto.

Más alterada que antes, ella comenzó a recorrer la mansión buscando a sus amigos, pero lo único que consiguio fue encontrar un camino de cadaveres. Yoshi, Luigi, Peach, Daisy ... todos habian sido asesinados de formas bastante desgarradoras. Por ejemplo, a Yoshi le cortaron la lengua, Daisy murió peleando hasta el final, pues su cuerpo estaba lleno de cortes y moretes, y a Peach le abrieron un enorme agujero en el estomago. Luigi parecía ser el que menos sufrio: decapitado de un corte limpio.

El dolor y la ira dentro de Rosalina no hacian más que crecer con cada uno de sus difuntos amigos que se encontraba. Habia anhelado poder volver a verlos una ves que su entrenamiento terminara, pero ahora ... todo eso habia quedado en un simple sueño.

Geno (grita desde lejos) : ¡¡Polari, cuidado!!

Rosalina escuchó el grito y comenzó a correr en la dirección de donde venía. Se acercaba a la biblioteca, y al llegar destruyó el estante que se habia caído y bloqueaba la entrada. Del otro lado se encontró a Geno tirado en el suelo con una espada atravesando su estomago y varios golpes en su cuerpo. Sus pistolas estaban hechas pedazos frente a él, y aún parecía moverse. Lana estaba parada en el centro, sosteniendo a Polari de la ... ¿cabeza?

Lana : Vaya, pero miren quien decidió llegar, veo que ...

Lana no terminó de hablar pues Rosalina le lanzó una enorme lanza de hielo, la cual ella esquivó, pero soltó a Polari. Rosalina usó su varita para mandar a Polari y a Geno al hospital, con la esperanza de que pudieran salvarle la vida a Geno. Una vez que los sacó de allí, uso su varita para lanzar un potente rayo hacia Lana, el cual le dio de lleno y la estrelló con la pared. Rosalina comenzó a caminar hacia ella, pero era distinta ... su mirada solo tenía odio y desprecio, y caminaba con las manos empuñadas.

Rosalina (furiosa) : Desde que te conocí no has hecho más que hacerme sufrir. No me importa si somos hermanas, voy a acabar con esto. Mataste a mis amigos ... mataste al amor de mi vida ... y ahora ... ¡¡¡Yo voy a hacerte sufrir maldita zorra!!!

Rosalina tomó a Lana de los hombros y la paró. Ella intentó atacarla con sus poderes de sombras, pero Rosalina los desviaba todos con su varita. Ella extendió el hielo en sus brazos hasta sus manos, y comenzó a golpear a Lana. La golpeaba en el rostro y en el cuerpo, al punto en que comenzó a sacarle sangre.

Rosalina : ¡¡Así es como me sentía cada vez que me golpeabas, así es como se siente el dolor!!

De un último golpe, Rosalina mandó a Lana al suelo. Rápidamente la levantó y curó sus heridas, lanzandola hacia atrás.

Encontrando el amor (Mario x Rosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora