Trampa

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Rosalina apareció justo enfrente de la entrada del castillo donde Lana tenía su guarida, pues era el único castillo intacto que quedaba en el reino nube. Comenzó a caminar directamente hacia la puerta y la derribó de una patada. Hecha una furia, entró al castillo congelando los lugares por donde iba pasando. Sus ojos centelleaban, como si al verla pudieras ver un fuego intenso ardiendo dentro de ella.

Rosalina : ¡¡Lana, ya sal de tu escondite maldita cobarde!! ¿¡Que pasa, me tienes miedo!?

Lana : ¿Miedo, a ti hermanita? Jamás.

Rosalina dio una vuelta entera, perforando todas las paredes, el techo y el suelo alrededor de ella con enormes lanzas de hielo.

Lana : Vaya, debo decir que no te veía ten anojada desde que el antiguo guardián murió. Es algo poético ¿no crees? En ambos casos has demostrado ser incapaz de salvarlo.

Rosalina (tapandose los oídos) : ¡¡Cierra la boca, argh, todo esto es tu culpa!!

El ambiente alrededor de ella comenzó a congelarse rápidamente. Y no solo el cercano a ella, todo el castillo comenzó a congelarse. Dentro de Rosalina se llevaba a cabo una inmensa batalla entre la parte de ella que quería dejar a un lado el odio y la ira para poder pensar con claridad, y la parte que quería usar dichos sentimientos para matar a Lana de la forma que fuera. Y su enemiga parecía estar al tanto de dicho debate, pues se dedicaba a alimentarlo.

Lana : Solo mírate, aun decidiendo si usar tu ira y odio contra mí. Mamá estaría decepcionada.

Rosalina : ¡¡No tienes derecho a hablar de mamá, ella quería que ambas fueramos parte de la luz, la lastimas con tus desiciones!!

Lana : Solo dices lo que quieres oír Rosa, y al hacer eso solo tratas de ocultar el sol con tu dedo. Vamos, aceptalo, no puedes matarme porque ...

Hubo una pausa en el discurso y Lana dejó de ser invisible, revelando su ubicación. Atravesando su rostro desde atrás habia un enorme trozo se hielo, el cual Rosalina sostenía con una mirada seria y llena de odio.

Rosalina (tono burlón) : ¿Me decías ... hermana?

Todo el cuerpo de Lana se convirtió en hielo y cayó al suelo, explotando en varios pedazos. Rosalina regresó al suelo lentamente. Se dio media vuelta, dispuesta a irse de allí cuando escuchó ruido detras de ella. Volteo a ver, sorprendiendose y asustandose al ver como los pedazos de hielo volvían a juntarse, formando el cuerpo de Lana. Este se descongeló, y el agujero en su rostro e incluso en la máscara que llevaba puesta se arreglaron.

Lana : Debo decir que eso dolió ... aunque fue un buen ataque, tal vez hayas mejorado solo un poco.

Rosalina : ¿Pe ... pero ... como?

Lana : El hechizo que tiene a Mario así no fue lo único en que gaste tus mechones de pelo, hermana. También los use en un pequeño hechizo que evita que puedas matarme. Así que podemos estar aqui para toda la eternidad, que cada vez que me mates, regresare a la vida.

Rosalina se quedo dubitativa unos segundos, decidiendo rápidamente lo que debia hacer: ir por Geno para que él diera el golpe de gracia y así poder matarla. Iba a desaparecer cuando algo se enrolló alrededor de su pierna derecha. Poco a poco comenzó a sentir como iba perdiendo su energía, regresando a su forma normal. Cayó de rodillas al suelo, y se dio cuenta de que lo que tenía era un pequeño aro de color negro.

Lana comenzó a caminar hacia ella, y a la par de Lana apareció su otra yo, quien habia tirado ese objeto. Rosalina se levantó rápidamente, siendo recibida por un ataque de fuego de la otra Lana y cayó al suelo.

Encontrando el amor (Mario x Rosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora