Descenso a la locura

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Advertencia: Este capítulo se pone oscuro y tétrico. Se recomienda discreción.

Mario comenzó a abrir los ojos poco a poco. Su rostro aún le dolía, y pudo notar que estaba tirado sobre un suelo de piedra, boca abajo. Al tratar de mover sus manos se dio cuenta de que estaban encadenadas. Con cuidado comenzó a incorporarse, llegando a sentarse contra la pared a la que estaba encadenado. Al abrir los ojos y poder enfocar sus alrededores, se dio cuenta de que estaba en una celda, en lo más profundo de un calabozo. La única luz que habia era la proporcionada por unas antorchas en el pasillo.

La puerta del pasillo se abrió, y por la misma entró Bowser, llevando un traje formal con corbata y todo. Solía usarlo cuando hacia negocios. Escoltandolo venían dos hammer bros, también vestidos con trajes formales. Bowser parecía estar molesto, aunque Mario no tenía idea de porque. Abrió la celda y lo tomó de las cadenas en sus brazos, para comenzar a hacerlo caminar sin decir palabra. Mario decidió que era más inteligente quedarse callado y esperar a ver que era lo que Bowser quería.

Pasaron por varios pasillos llenos de koopas, hammer bros, lakitus, y demás creaturas llevando cajas enormes con la mercancía. Estaba en el cuartel general de la mafia koopa, la más letal. A diferencia de la mafia Pianta, los koopa no se andaban con rodeos, todos sabían que debías dejarlos en paz, incluso la policía.

Después de unos cuantos pasillos, Bowser arrojó a Mario al interior de una pequeña sala, en donde solo habia una mesa de metal con dos sillas, una grande y la otra pequeña. Los hammer bros entraron y cerraron la puerta, quedandose custodiando la misma. Bowser se acercó a Mario y lo pateo en el estómago, dejandolo tirado en el suelo. El golpe fue tan duro que Mario escupió sangre al suelo.

Bowser : Debo decir que esto fue más fácil de lo que pensaba.

Bowser chasqueo los dedos y los hammer bros recogieron a Mario del suelo, sentandolo en la silla pequeña. Bowser tiró la silla grande al suelo y comenzó a dar vueltas alrededor de la mesa.

Bowser : ¿No dices nada?

Mario (asustado) : No, ... ni ... ni si ... siquiera se ... se porque ... porque me tra ... trajo aquí.

Bowser volvió a golpearlo en el rostro, botandolo de la silla. Los hammer bros lo recogieron y volvieron a sentarlo. Ahora estaba sangrando de la nariz y los labios.

Bowser (saca un pañuelo y se limpia el puño) : Debo decir que esperaba más del abogado que nos ha estado fastidiando la vida. He perdido más dinero del que podras ganar en toda tu vida gracias a ti. (Somata la mesa) Incluso estuviste a punto de dejar en libertad a ese maldito espía.

Mario : No ... no ... no se de ... dedede ... de que habla.

Bowser : ¿Sabes? Pense que iba a disfrutar esto ... pero esto ya raya en lo patético. Me gustaría golpearte hasta dejarte al borde de la tumba, pero eso no sería suficiente, además de que no sería divertido. Creo que ... tal vez me divierta más escuchando los gritos de tu esposa.

Mario levantó la vista rápidamente.

Mario : ¡No, no, a ella no por favor!

Bowser (sonriendo) : Veo que tengo tu atención.

Mario (tono de súplica) : Por favor, haga lo que quiera conmigo pero no le haga daño a mi esposa ... por favor (comienza a llorar) se lo suplico...

Bowser : Hay que dar ejemplo, sino todos pensaran que nos pueden joder y después seguir con sus vidas como si nada. Tranquilo, soy tan buena persona que no te obligare a verlo.

Hammer bro 1 : ¡Eso es jefe, a imponer respeto!

Hammer bro 2 : ¡Nadie se mete con los koopa!

Encontrando el amor (Mario x Rosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora