Bienvenida a la familia

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Mientras Peach sanaba las heridas de Rosalina, Geno se levantó e hizo una llamada. Daisy se acercó a él para hablar una vez que terminó la llamada.

Daisy : ¿A quien llamaste?

Geno : A Mario, él siempre sabe que hacer en estas situaciones.

Daisy : Bien, pues entonces considero que ahora es un buen momento para hablarme de como es que la conoces.

Geno : Hace unos días llegó a la tienda de instrumentos, iba huyendo de algo. Mario la volvio a encontrar ayer trabajando en una cafetería y se aprendió su nombre.

Daisy : Espera, ¿huía de algo?

Geno : O alguien.

Mientras ellos discutían, Peach trataba de entablar conversación con Rosalina.

Peach (tono dulce) : ¿Te sientes mejor?

Rosalina no respondió.

Peach : Estas quemaduras son muy graves, debiste sentir mucho dolor ... ¿como te las hiciste?

Nuevamente, no respondió, pero esta vez bajó la vista.

Peach : Vimos a unos alumnos salir corriendo de este salón ... ¿fueron ellos?

Rosalina levantó la vista y su mirada se volvio a encontrar con la de Peach.

Rosalina : Solo ... hablare con Mario.

Peach : Oh, entiendo. Veo que lo conoces (le sonrie) nosotros somos amigos suyos. Casi podriamos decir que somos como una familia.

Geno : Una disfuncional familia llena de peleas entre hermanos, pero una familia al fin y al cabo.

Peach terminó de sanar los brazo de Rosalina, y ella los pegó a su cuerpo rápidamente, haciendose para atrás.

Peach : No, espera ... solo queremos ayudar.

Geno (se acerca) : Puedes confiar en nosotros.

Rosalina : Ya he escuchado eso antes.

Geno (suspira) : Bien, si quieres seguir sufriendo no me puedo oponer.

Peach (preocupada) : Geno ... no podemos dejarla así. Somos guardianes, nuestro deber es proteger todas las formas de vida del universo.

Geno : No podemos proteger a alguien que no quiere ser protegida.

???? : Ya llegué ¿de que me querias hablar, Geno?

Todos vieron hacia la puerta de la clase, en donde Mario se encontraba parado. Aún llevaba el uniforme de la tienda donde trabajaba, es decir, su camisa polo azul y su pantalon de vestir negro.

Daisy : Veras...

Ella ya no pudo terminar su oración pues Rosalina se levantó rápidamente y pasó corriendo entre todos hasta llegar a Mario, a quien abrazó fuertemente. Esto tomó a todos por sorpresa. Ella recostó su cabeza en el pecho de Mario y comenzó a llorar desconsoladamente. Mario comenzó a acariciar su cabeza.

Rosalina (llorando) : ¡Confío en ti Mario ... por favor, sacame de este infierno ... por favor!

Mario (calmado) : Tranquila, ya estas con nosotros. Desahogate, y pronto todo habra terminado ... yo prometo protegerte.

Rosalina continuo llorando en el pecho de Mario, y él la dejó estar allí cuanto quisiera. Ella se sentía segura, y por primera vez, aceptada.

Después de unos minutos así, ella comenzó a separarse poco a poco de Mario mientras se secaba las lágrimas.

Encontrando el amor (Mario x Rosalina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora