Encontrando el amor (Mario x Rosalina)

Mudanza

Enmedio del silencio en el cuarto de Rosalina, comenzó a sonar un tono de llamada. Ella, con el sueño más ligero que Mario, comenzó a abrir los ojos. No pudo evitar sonreír al sentirse abrazada por él, y con cuidado extendió su mano hacia la mesa de noche. Después de tantear gran parte de la superficie de la mesa, al fin fue capaz de dar con el teléfono. Lo tomó y contestó, quedandose acurrucada en donde estaba.

Rosalina (con sueño) : ¿Hola ... quien habla?

Luigi (sorprendido) : ¿Ro ... Rosa?

Rosalina : Hola Luigi ... ¿porque tan sorprendido?

Luigi : Porque ... estoy llamando ... al celular de Mario.

Rosalina reaccionó al oír esas palabras y se separó del celular para poder verlo, dandose cuenta de que era el celular de Mario y no el suyo, como habia creído. Un poco más despierta, se levantó moviendo los brazos de Mario con cuidado, para sentarse en la orilla de la cama.

Rosalina : Oh, eso ... bueno, veras, es que él vino de visita en la mañana.

Luigi : ¿Tan temprano?

Rosalina : Sí.

Luigi : Que raro ... mi hermano no suele levantarse tan temprano cuando no debe trabajar.

En ese momento, se pudo escuchar la voz de Daisy del otro lado de la llamada, tras lo que se comenzó a escuchar una conversación silenciada, pues Luigi tapó la bocina del teléfono con su mano. Luego de unos minutos, Daisy fue la que retomó la llamada.

Daisy (tono juguetón) : Hola Rosa ... veo que tuviste una noche ocupada 7w7.

Rosalina (sonrojandose por la vergüenza) : ¡Nnnn ... no es lo que crees Daisy, pue ... puedo explicarlo!

Daisy : Sí claro ... ¿de que otra manera vas a explicar que misteriosamente estabas cerca del teléfono de Mario, con sueño, y a las 7 de la mañana? Especialmente tomando en cuenta que él, a excepción de cuando trabaja, nunca se levanta antes de las 8 de la mañana.

Rosalina : Yo ... yo ... bueno, esta bien. Sí, dormimos juntos...

Daisy : ¡Ja, lo sabía!

Rosalina : ¡Pe ... pero nada indecente pasó, esta bien! Yo le pedí que se quedara conmigo y nos dormimos con nuestra ropa, abrazados y en un acto de simple amor y ternura.

Daisy : ¿Y debo creerte porque...?

Rosalina : Po ... porque me conoces, y sabes como soy.

Daisy : Mmmm ... esta bien, te creo ... por ahora ¡Ah! Y la razón por la que Luigi quería hablar con Mario era para decirle que el torneo de tenis se reanudara la próxima semana. Los nuevos calendarios seran publicados pronto.

Rosalina : Gracias por la información, lo tendremos en cuenta. Y solo una última observación, si Luigi sabía que Mario no suele levantarse temprano ... ¿porque lo llamó a esta hora?

Daisy : Porque yo se lo sugerí, y veo que mi suposición estaba acertada. Te veo luego Rosa.

Daisy colgó el teléfono inmediatamente, dejando a Rosalina con algunas dudas. Ya más despierta, ella dejó el celular nuevamente en la mesa de noche. Volteo a ver a Mario, quien seguía dormido, y no pudo evitar sonreír. Realmente era un perezoso. Ella se inclinó y le dio un beso en la frente, tras lo que se levantó de la cama y se arregló, para después salir.

Al cabo de unas horas, a las 9 de la mañana en la Tierra, más o menos, Mario comenzó a reaccionar. Al abrir los ojos, lo primero que vio fue el techo de una habitación morada. Se restregó los ojos en un intento por estar lo más despierto posible. Lentamente se sentó en la orilla de la cama, para dar un monumental bostezo. Se levantó, se puso sus zapatos, guantes y gorra, y salió de la habitación.