GOOD BOY JINTAE

Capítulo 21

Cuando Jin se despertó y estuvo listo, se dirigió rápidamente a la sala para levantar a Tae pero este ya se había ido dejando todo bien doblado y una nota.

–Gracias por todo Daddy. Tu boca me enseño el verdadero placer de besar.

Jin al leer siente un vuelco en el corazón porque de alguna manera él también lo sintió asi. Los besos de Tae eran realmente diferentes a los que había tenido hasta ahora. Arruga el papel y quiere votarlo pero finalmente lo guarda en su bolsillo, regresa a su habitación y lo guarda en un sitio seguro.

–¿Quién es ese tipo Jiminie?

–¿no es guapo? Ahora no es que le vayas a echar el ojo.

–no seas tonto, el único tipo que me podría gustar es Seokjin.

Y bueno, ¿Quién es? ¿tu cita de anoche?

–sí, y es mejor de lo que esperaba.

–pero tú no eres de repetir o salir ¿Por qué te vino a recoger?

–¿no es lindo? Pórtate bien, que viene para acá.

–hola precioso.

–hola, guapo.

Mira él es mi amigo y hermano del que te hable. Taehyung.

–mucho gusto, Taehyung mi nombre es Jeon Jungkook.

–mucho gusto.

–si quieren los llevo.

–gracias.

–no, gracias vayan tranquilos, yo debo hacer algo.

–¿estás seguro? Por mí no hay problema de que vengas.

–sí, tranquilo Jiminie. Muchas gracias Jungkook. Cuida bien de él.

–claro, que lo hare.

–adiós Taehyungnie. Después hablamos.

–está bien, adiós.

Cuando Tae llega a casa se alista rápidamente para el almuerzo que tendrá con su familia y amigos de esta. Detesta la idea pero ni modo de zafarse.

–llegas tarde. Como siempre haciendo quedar mal la familia.

–no seas exagerada Jee so solo fueron 5 minutos.

–un inútil como tú no puede entender la importancia de tan solo uno. No sé porque pierdo mi tiempo.

–gracias, yo también te amo hermanita.

Ya sentados todos a la mesa, Tae podía recordar el ambiente cálido del hogar de Seokjin o del ambiente familiar cuando estaba con Jimin. Lamentaba estar rodeado de víboras llenas de banalidad e hipocresía. Se sentía fastidiado por la falsedad de todo lo que sucedía alrededor, al punto que sentía que se estaba ahogando. Zafó el botón superior de su camisa, pero eso no le ayudo. Se preguntaba que le pasaba. Cada vez tenía más dificultad para respirar y se sentía agitado. En medio de su confusión por lo que experimentaba movía su cabeza de un lado a otro cambiando su foco de visión tratando de estabilizarse pero no lo lograba. Cuando quiso ponerse de pie para ir al baño, el brazo de Dahyung lo detuvo.

–debo salir un momento.

–de ninguna manera, no seas imprudente.

Tae se resignó en su lugar, pero la sensación de agitación creció al igual que la falta de aire. Una de las invitadas pudo notar el conflicto del menor y se llenó de preocupación.

–oh querido ¿estás bien?

Tae no podía responder, apretaba con su mano sus mulos para calmarse pero no podía. Su cuerpo tomo control y se dobló jadeando en busca de aire. Sus padres se llenaron de preocupación, al igual que Dahyung quien lo tomo del brazo y lo saco ante las miradas atónitas de los sentados a la mesa. Cuando por fin se hallaron a solas. En lugar de ayudarlo lo veía sin un ápice de compasión como se desplomaba.

–deja de actuar. Si tanto querías escabullirte debiste inventarte algo mejor.

Sin embargo, Tae sentía que se ahogaba y que el pánico se apoderaba de él, sentía que moría y estaba aterrado.

Una de las empleadas al verlo tirado en el suelo ahogándose intenta acercarse para ayudarlo pero Dahyung se lo impide.

–déjalo.

–pero señor...

–obedece!!

Los ojitos de Tae se llenan de lágrimas porque su cuerpo no le obedece, no entiende porque siente tal pánico al punto de sentirse morir. Dahyung lo toma del cuello de la camisa y lo levanta con ira y lo sacude.

–¿hasta cuando vas a seguir actuando?

Pero al ver que las lágrimas de Tae corrían como ríos por sus mejillas entre ahogos desesperados se da cuenta que no es actuación y mira con espanto a la mujer. Esta se acerca un poco y Dahyung lo suelta. Ella reconoce que lo que le pasa al menor es un ataque de pánico y le ayuda a formar con sus manos un cuenco que cubra su nariz y boca para regular su respiración. Mientras ella lo guía y soba su espalda poco a poco va retornando a la realidad.

–¿crees que pueda volver a la reunión?

–no lo creo señor, debe tener reposo.

–que fastidio, llévalo a su habitación y después hablamos.