Capítulo 43

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Tae y Jin disfrutan del beso sintiendo la suavidad de los labios de cada uno. Sin embargo, Tae quiere más y se sube a horcajadas sobre el regazo de Jin sin romper el beso y tomando su rostro con sus manos.

–Tae, espe...ra.

–te...necesito.

Tae lo besa más apasionadamente sintiendo que no tiene suficiente de Jin.

–bebé, ha...blemos.

–no....por favor Jin. Déjate llevar ¿sí?

Jin ya no puede resistirse más al menor a quien también desea fervientemente. Y lo toma por la cintura para acercarlo más a él. Y puede sentir la dura erección de Tae en su vientre.

Tae se siente aliviado de que por fin Jin haya cedido, ladea su rostro e introduce su lengua que busca con hambre enredarse con la de Jin. Cuando lo hacen ambos gimen sintiendo sus penes endurecerse. Tae solo podía pensar que esto era muchísimo mejor de lo que había pensado y se aferraba al cuerpo del mayor como si quisiera perderse en él.

Jin se sentía muy afortunado de tener al menor en su regazo tan entregado y caliente, para él era un bello ángel a pesar de su comportamiento rebelde. Sus erecciones dolían y ya habían mojado su ropa interior. Cuando Tae metió su mano debajo de su camisa Jin lo detuvo.

–¿Por qué?

–ya te dije que no tenemos prisa y ya casi debo ir a trabajar.

–¿acaso no me deseas?

Jin podía ver su cara angelical y sus labios rojos e hinchados y deleitarse en ella. Acaricia su mejilla con su pulgar mirándolo con devoción entrecerrando sus ojos.

–por supuesto que te deseo.

Pero quiero tomarme mi tiempo para hacerte mío en el momento adecuado. Y de prisa no quiero. Así que, vamos. Compartamos un rato con Jimin. Por las ganas que tenia de verte no le conté lo que se dé su novio.

Tae se baja rendido de su regazo y decide seguirle la idea al mayor.

Los tres comparten en la sala hablando de las novedades del grupo. Jimin ya se veía venir lo de Yoongi y Hobi alegrándose por ellos. Jin le da la opción a Jimin de que escriba cartas a su novio enviándolas a través de un operador de este servicio. Ante lo que Jimin salta de alegría y corre a realizar su carta. Finalmente Jin se despide para ir a su sitio de trabajo y antes de irse, sin importarle que su amigo lo vea, Tae sorprende a Jin al rodearlo con sus manos en su cuello y besarlo repetidamente. Jin no se atreve a mirar a Jimin y sale del lugar muy feliz.

–¿Quién lo diría? Kim Taehyung totalmente enamorado y babeando por alguien.

–ay tu no me dejas ser feliz.

–al contrario me alegra verte así de feliz. Solo que me sorprende.

Tae se quedó dormido en su cama abrazado a su león de peluche. Cuando Jin lo vio aferrado a su regalo pudo darse cuenta que después de todo le había gustado y se sintió muy feliz. Le encantaba ver ese lado dulce y angelical del menor. Se quedó largo rato admirando la belleza del menor quien dormía plácidamente con la boca ligeramente abierta, generándole muchos pensamientos sucios a Jin. Decide no depertarlo y solo aparta un mechón de su cabello acariciando levemente su rostro. Sin embargo, esto fue suficiente para que el despertara y al verlo no dudo un segundo en saltar sobre su boca.

Jin sabía que sería una batalla perdida negarse a las demandas de Tae, así que le corresponde devolviendo cada embestida de su caliente y hábil lengua. Para no darle tiempo a pensar y refutar Tae se despoja de su camisa tirándola al suelo. Jin se enfoca en sus botoncitos y los toca con la yema de sus dedos. Luego hala su cuerpo hacia el para probarlos con su lengua. Jin chupa delicadamente la protuberancia suave y endurecida, juega con ella pasando su lengua por ella una y otra vez. Tae lo disfruta sintiendo arder su piel y con sus manos sostiene la cabeza de Jin obligándole a seguir chupando. Tae se ubica a horcajadas de Jin, quien con una de sus manos acaricia, aprieta y amasa sus nalgas.

Vuelven a comerse la boca con hervor y deseo como si no hubiera un mañana. Tae mete su mano debajo de la camisa de Jin para levantarla y quitársela. El solo podía admirar al mayor en todo su esplendor considerando que semejante hombre parecía hecho a punta de cincel en las medidas perfectas. Y lo mejor es que estaba disfrutando plenamente de él. Tae mordía su labio y Jin podía ver lo mucho que lo deseaba.

Tae hace que su mano viaje y recorra todo el torso del mayor. Concentrándose en su vientre plano, sus tetillas y sus clavículas. Juega un poco con las tetillas endurecidas para luego lamerlas y chuparlas como su dulce favorito.

Jin lo acuesta sobre la cama, acaricia su rostro y lo besa de nuevo saboreándolo lentamente. Su mano viaja por todo el cuerpo del menor y se mete lentamente debajo del elástico de su bóxer. Va introduciendo sus dedos lentamente jugando con su vello púbico y finalmente toma toda su extensión amasándola y sacándole sonoros gemidos que se ahogaban en su boca. Después de tenerlo lo suficiente duro, Jin le quita el bóxer y lo mira con lujuria lamiendo sus labios.

Tae se siente totalmente expuesto y vulnerable sintiendo todo su cuerpo en llamas. Jin le da un dulce beso a la punta de su falo haciendo retorcer de deseo a Tae. Jin chupa la punta una y otra vez, lamiendo su línea media y jugando con su lengua de manera circular alrededor de ella.

Jin ya podía saborear el jugo preseminal y disfrutar de lo duro y caliente que estaba Tae. El mayor disfrutaba ver el rostro enrojecido, los ojos empequeñecidos, la boca entreabierta jadeando y las expresiones de placer en el rostro del menor. Siguió chupado metiendo su longitud hasta la mitad haciendo "plop" al sacarlo con cierta presión. Tae se aferraba a las sabanas por el intenso placer que le hacía arder. Finalmente, Jin se la come entera y Tae se dobla totalmente perdido en deleite. Solo pensaba en esa bendita boca que le hacía ver las estrellas y el paraíso. Los gemidos de Tae eran tan altos que habían logrado despertar a un furioso e indignado Jimin.

Tae podía sentir como esa divina boca y esos carnosos labios le devoraban y engullían su hombría sintiendo enloquecer con cada embestida. Sentía que pronto iba a explotar y tomo a Jin del pelo dándole la señal. Este se alistó a recibir su semen y tragarlo completamente como su elixir de vida. Jin tragaba gustoso mientras Tae se sacudía en espasmos de placer. Se sentía deliciosamente devorado. Nunca le habían hecho una mamada que lo dejará completamente extasiado. Jin termina de saborear las últimas gotas de semen y se acerca a su rostro para besarle dulcemente.

–sabes delicioso mi príncipe.

Tae sonríe ante el denominativo y las palabras del mayor.

–eso fue grandioso.

–Tú eres grandioso. Soy muy afortunado de conocerte y estar contigo.

Tae se derrite ante las palabras del mayor.

–y tú eres lo más puro y bello que me haya sucedido.

Jin se acerca para besarlo nuevamente y luego de repartir varios besos tiernos en su rostro, le pone el bóxer para acostarse a su lado. Aunque continúan besándose lentamente jugando con sus lenguas por un buen tiempo antes quedar finalmente dormidos.

 Aunque continúan besándose lentamente jugando con sus lenguas por un buen tiempo antes quedar finalmente dormidos

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GOOD BOY JINTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora