GOOD BOY JINTAE

Capítulo 42

Había pasado una semana desde que Tae salió por segunda vez de su casa. Una donde Dahyung buscaba desesperado por alguna pista de su hermano. Una donde Jin vivía sumido en la tristeza y la culpa. Una donde Namjoon se había refugiado en el bar de Hobi y evitaba encontrarse con Jin. Una donde Jimin se lamentaba por estar encerrado y no poder ver a su novio. Una donde Jungkook extrañaba a su novio y le extrañaba no recibir un mensaje de él. Una donde Yoongi había preparado una cita especial para conquistar a Hobi. Una donde Hobi consideraba la propuesta de Yoongi de ser novios. Una donde Tae estaba desesperado por no saber nada de Jin al no recibir respuesta de sus mensajes.

Mientras Tae estaba recostado boca arriba en el sofá mirando el cielo raso en medio de una tarde calurosa, se preguntaba si Jin se habría arrepentido de todo y había continuado con su novio. Después de todo había admitido que aun sentía algo por él. Por primera vez sintió miedo de perder a alguien y se volteó hacia el respaldar del sofá para hacer círculos con su dedo índice en este.

–¿en qué piensas tanto?

Tae se voltea para ver a su amigo, se pone de nuevo boca arriba y suspira pesadamente.

–¿crees que se haya arrepentido?

–ay Taehyungnie si no te conociera diría que estás enamorado.

–para nada, simplemente lo pienso porque no me ha contestado ningún mensaje.

–pues qué raro, porque a mi si me ha escrito.

Tae se sienta de un tirón y mira confundido a Jimin.

–¿Qué?

Déjame ver.

–no es nada del otro mundo, solo me envía mensajes preguntándome como va todo y como estabas tú.

–pero y ¿Por qué no me lo pregunto a mi directamente?

–ni idea.

–eso no tiene sentido. Déjame ver.

Jimin rueda los ojos y le pasa su celular a Tae, quien revisaba una y otra vez los mensajes simples que enviaba todos los días. Luego le devuelve el celular a su amigo con un gesto enojado.

–actúas como un hombre enamorado.

–cállate. Cuando venga también me hare el interesante.

–eres un infantil, de seguro debe estar pasándola mal.

–y ¿eso que le impide hablar conmigo?

–pues, de seguro necesita tiempo para asimilar todo. No es como si pasara de una persona a otra y ya, como tú lo solías hacer.

–¿Por qué me tratas como si fuera un bandido?

–no te hagas el ofendido que tu bien sabes cómo te portabas.

–no hacía nada malo, era claro con quien pasaba el rato.

Pasaron otros tres días sin saber nada de Seokjin y Tae ya se estaba hartando. Pensaba aplicarle la ley del hielo si se dignaba a aparecer.

Pero por fin esa tarde de sábado apareció con un ramo de rosas, un león de peluche y unos chocolates. Jimin se moría de ternura pero temía la reacción de su amigo por su forma de ser y por lo enojado que estaba de que no le hubiera hablado durante ese tiempo.

–Hola, son hermosas. Qué lindo de tu parte.

-Hola Jiminie.

–Él está en su cuarto.

Jin camina expectante y toma aire para expulsarlo en un suspiro para darse ánimo y toca la puerta antes de entrar.

–¿queee?