Capítulo 30

547 99 4
                                    


–¿Dónde está Taehyung que no lo he visto?

–me pidió permiso para quedarse donde un amigo y ya que gracias a la tutoría le fue muy bien. Se lo concedí. Espero no te moleste.

–no, pero quiero que esté para este viernes. Tenemos una cena importante.

–está bien, se lo haré saber.

Dahyung había hablado con las directivas del colegio antes de que se comunicaran con su padre. Debía actuar rápido antes de que su padre se enterara y lo enviará a Inglaterra con uno de sus tíos. Así que, regresó donde Jimin porque para él, era el más opcionado a darle respuestas. Después de todo, su ropa estaba ahí. Algo de lo que también se encargaría llevándose ese mismo día con la ayuda de sus empleados.

–dime ¿Dónde está?

–ya le dije que no sé.

–no soy idiota, claro que sabes.

–le juro que no sé nada de él.

–pero de seguro te llama. ¿Cuál es su nuevo número?

–no lo sé.

–dame tu celular.

–no, no tiene ningún derecho.

–regístralo.

–aquí está señor.

–Llévatelo, quiero que rastreen todos los números.

–sí señor.

Jimin se asusta temiendo la suerte de su amigo pero no sabe cómo avisarle porque no sabe dónde está.

Al revisar el celular de Jimin el técnico contratado puede ver sólo dos números constantes. Uno pertenece a un joven llamado Jeon Jungkook y el otro no tiene dueño, siendo el más opcionado. Dahyung decide vigilar los dos orígenes que son rastreados y localizados.

Al ver a Jungkook con Jimin en situaciones comprometedoras es rápidamente descartado por lo que se centra en un solo lugar.

Tae escucha diferentes voces en la sala. Sabe que no es Seokjin porque hace poco había salido para la universidad. De repente escucha que el padre de Jin alza su voz y que llamara a la policía. Eso le alarma. Se acerca un poco más a la puerta y puedo oír claramente.

–llámela, ella nos ayudará a saber si el joven está aquí.

–aquí no hay nadie. Ya le dije.

Entonces lo supo, había sido encontrado. No quería traerle problemas a Jin. Así que decidió escapar por la ventana sin ser notado. Se escabullo lo suficiente y sabía que no tenía donde ir. De seguro, que donde fuera él lo encontraría y afectaría a quien lo hospedara. Quedarse en la calle sería un peligro. Así que muy lejos de la casa de Jin y desde un teléfono público decidió llamar a su hermano.

Tanto Jin como Dahyung reciben una llamada. A Jin lo llamaba su padre para informarle lo que había sucedido, sobre unos hombres que buscaban un joven. Jin palideció temiendo por su padre. Pero lo tranquilizó al decirle que estaba bien y que los hombres se habían retirado y que amenazaron volver junto a la policía. Jin se tranquilizó ante ello pues le daba tiempo de esconder a Tae en otro lugar, así fuera en la casa de su novio. Pero cuando escucha a Dahyung y ver su rostro transformarse en felicidad, vuelve a llenarse de temor.

–no te muevas. Iré ahora mismo por ti.

Jin ve como su maestro se apresura para irse con el rostro totalmente feliz, quien del afán ni se percata de nadie a su alrededor y no se despide. El decide seguirlo para confirmar sus sospechas. Al llegar al lugar y buscar un lugar para ocultarse puede ver como Tae se pone de pie de la banca en la cual esperaba. De inmediato, su hermano Dahyung lo abraza fuertemente que a su parecer lo ve como si fuera a ahogarlo. Se pregunta a que le pudo temer Tae con semejante recibimiento. Empezándose a sentir culpable con su maestro por dejarse llevar por los caprichos del menor.

–no me vuelvas a hacer esto mi TaeTae.

Si nuestro padre se entera te enviara lejos de mi ¿no entiendes?

¿Quieres que muera de pena?

–eres un exagerado.

–sabes que no miento. No he podido dormir, comer o trabajar bien.

–debes conseguirte una novia, para que te distraigas.

–tonterías, eso no significa nada para mí.

tú lo eres todo para mi TaeTae.

–si como no.

–sabes que todo lo que he hecho ha sido por tu bien.

–más bien por el tuyo.

–no peleemos, vamos a casa. Hyung está feliz de volver a ver tu rostro.

Tae se sorprende de verle sonreír después de muchos años. Aunque lo ha visto sonreír durante este tiempo siempre supo que era una sonrisa falsa y fabricada. Pero esta que le regalaba era totalmente genuina y llena de alegría. Sin embargo, su hermano era tan impredecible que no sabía que le esperaba.

GOOD BOY JINTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora