Tae y Jin siguieron comunicándose durante esa semana, mientras él lograba estar a solas para hacerlo. Esos momentos eran la batería para recargar sus días. Jin no se había atrevido a contarle a Tae que había sido despedido de su trabajo como becario y que su hermano Dahyung, al ser su profesor, le estaba haciendo las cosas difíciles. No quería arruinar el momento preocupándole con aquello. Pues para el ya tenían suficiente con estar separados.
Luego de una semana, mientras su tío le entregaba el plan de estudios en economía y finanzas internacionales llego una visita inesperada que le confundió en sobremanera.
–hola hermano. Veo que llegaste bien.
–si bueno, no me quejo.
–le enseñaba a Tae su plan de estudios. Ya comienza la próxima semana.
–y ¿Cómo se ha portado?
–bien, se ha sabido comportar.
Al contrario de su padre, su tío era un buen hombre pero que se sometía a lo que su hermano mayor le dictara porque le tenía un profundo respeto y un gran temor.
–bien, me alegra oír eso. Ahora hablo contigo. Ven Tae llévame a tu habitación necesito hablar contigo.
Una vez en la habitación con la puerta cerrada y con seguro. Su padre lo mira ceñudo con el gesto frío.
–¿Por qué carajos me entero que te estuviste revolcando con un hombre?
El semblante de Tae decae, era obvio que Dahyung no lo dejaría pasar.
–no, no es así papá. Dahyung solo está ardido porque él es un buen amigo.
–no te creo. Pero así no sea cierto tengo que pedirte tu celular por las dudas.
–¿Qué?
No, papá. Lo siento. Son mis amigos.
–me importa una mierda Taehyung. Me lo das ya o arruino la vida de ese hombre. Así que escoge.
–papá, por favor. –rogaba Tae en llanto. –no es así. Son mis amigos. No me los quites. Ellos, ellos están lejos y yo voy a estudiar lo que tanto quieres. Me he comportado.
–ya te hable. No quiero un hijo homosexual. No busques que haga lo mismo que hice con Dahyung. Ya lo puse en la tarea de buscar esposa. Y si tu persistes en esa loca y enferma idea de estar con un hombre te hago casar para que se te quite lo marica.
–¿de qué hablas? Aún estoy muy joven.
–dame el maldito celular Tae. Y te advierto que le dejare instrucciones a mi hermano para que monitoree todos los dispositivos de este lugar, aun de tus primos y aun los de ese hombre y si me doy cuenta que te comunicas con él. Es el quien lo pagara. No soy como mi hijo, yo hare que lo expulsen y arruinen su vida profesional. Así que, dámelo.
Tae mira con impotencia a su padre y siente que se le desgarra el pecho por muchas razones. La principal nunca más podrá comunicarse con Jin, no podrá despedirse y teme preocuparlo, nunca más podrá hablar con Jimin a quien considera su familia, ya no podrá tener ninguna de las fotos que atesora en su celular de Jin, ya no podrá mirar su rostro. Tae toma su celular tratando de ingresar para encriptar la información donde tiene sus conversaciones y fotos de Jin pero su padre se lo arrebata. Lo tira al piso y lo hace pedazos.
Tae mira impotente como es destrozado el medio que le permitía tener contacto con la única persona que alentaba sus días, y así como su padre destroza el celular con furia en el suelo. Siente que su corazón es destrozado una y otra vez al verse separado de manera definitiva del hombre que ama.
Cuando su padre sale del cuarto, Tae se entierra en su cama a llorar de forma ahogada y desesperada como si hubiera sido desgarrado desde adentro. El dolor lo consume. Minjae intenta ingresar pero al verlo en ese estado prefiere darle privacidad quedando muy preocupado por su primo menor.
Tae se retuerce de dolor y siente un dolor agudo en su pecho y un hueco en su vientre. Solo puede pensar en sus ojos avellanas, su tierno rostro y su bella sonrisa para deshacerse en llanto una y otra vez. No logra dormir en ningún momento y siente que la agonía va acabar con él.
Su tío que lo ha estado vigilando se preocupa y decide darle un calmante, ya que ha pasado toda la noche en vela llorando y parte del día, afectando en gran manera su salud. Cuando entra al cuarto para inyectarlo, ya que él es médico, se aterra al ver el estado en el que se encuentra. Sus ojos en gran manera hinchados por el llanto y la falta de sueño, su nariz y mejillas muy rojas de tanto llorar.
Se acerca cautelosamente para tomarlo del brazo y poder inyectarlo pero Tae se niega actuando agresivamente.
–Tae esto te hará dormir. Calmara tu dolor por un momento. Lo necesitas.
Tae mira a su tío considerando la opción porque siente que la agonía lo está matando. Este aprovecha el silencio para tomar su brazo y al ver que se queda quieto lo inyecta con el calmante, que comienza a relajarlo poco a poco sacándolo de la realidad dolorosa en la que vive.
Cuando se queda dormido, su tío se conmueve y acaricia su cabello. Y se imagina lo tortuoso que es tener un padre como su hermano, porque él lo vivió cuando eran niños. No se imaginaba cómo sería ser hijo de alguien como él. Se propuso a cuidarlo en la medida de lo posible sin contrariar al mayor de los Kim.
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GOOD BOY JINTAE
RomanceEl significado de ser un buen chico para Kim Taehyung es diferente del que tiene Kim Seokjin, quien se convertirá en la persona que le hará creer y volver a tener fe en la humanidad. Pero, para lograrlo primero recorrerá un largo camino de dolor, de...