GOOD BOY JINTAE

Capítulo 56

–lo siento tanto Jin. Por favor perdóname.

Jin no paraba de llorar de pensar en la suerte del menor y no escuchaba la voz de Namjoon. Sus moretones habían disminuido un poco, su rostro había mejorado pero ahora sus ojos estaban hinchados de llorar.

Jimin había ido a visitarlo en cuanto podía al igual que todos los demás. Pero él solo lograba entablar conversación con Jimin, ya que había sido el más cercano cuando estuvieron escondidos en el apartamento.

Namjoon también lo visitaba pero Jin no lograba prestarle atención, no lo odiaba pero estaba muy dolido por su imprudencia. Ya que de no ser por su acción Tae seguiría seguro en el extranjero.

–Jinnie, ven acá.

–Jiminieee...¿Por qué tardaste tanto?

–perdóname, pero ya estoy aquí.

Jimin atrajo a su pecho a Jin como solía hacerlo desde que había vuelto a casa. Se había tomado muy en serio la recomendación de su amigo y cuidaba con empeño la salud del mayor. Se dedicaba a consolarlo acunándolo y acariciando su cabello, dándole aliento cuando él mismo no sabía cómo seguir adelante con el dolor de saber el incierto futuro de Tae. Pero se repetía a sí mismo y a Jin que deberían ser fuertes porque sabía que algún día volverían a verlo. Este se quedaba dormido siempre en sus brazos y solo así el mismo podía descargarse a llorar en silencio.

Dahyung lo preparó todo antes de la llegada de Tae y le informo a su padre que había encontrado a su hermano. Este invento una historia de secuestro para aminorar el castigo y así no fuera enviado lejos.

Tae solo buscaba un minuto a solas con su padre antes de que cayera en las garras de su hermano. Por tanto, sabía que debería ser rápido pero que Dahyung no lo notara.

La oportunidad que buscaba pudo obtenerla y en un pequeño descuido de su hermano le susurro a su padre cuando lo tuvo en frente de que necesitaba hablar con él a solas sin la presencia de su hermano. A su padre le pareció extraña la petición del menor pero le concedió el beneficio de la duda ya que toda la historia alrededor de su secuestro le generaba muchas dudas. Sin embargo a su pesar no sería esa noche y solo rogaba porque Dahyung no intentara nada.

Cuando por fin estaba en su cuarto se alistó para acostarse pero la puerta de su habitación fue abierta para dejar ver a su hermano ingresar. Tae trago saliva y su alma se helo de tener que enfrentar lo que no estaba preparado hacer. Su hermano cerró la puerta con llave y podía verlo como se quitaba la corbata, el saco mientras se acercaba a él.

–hermano hoy no estoy de ánimo. ¿Porque no lo dejamos para otro día?

–lo siento pero no puedo esperar más. Y no me llamarás más hermano, quiero que me des un apodo cariñoso como la pareja que soy.

Tae no podía creer lo que escuchaba y comenzaba a irritarse.

–¿Qué te parece Hyung?

– ummm, no, pensaba en algo más tierno.

–por ahora no se me ocurre nada y la verdad solo quiero dormir. Si tú quieres tomarme así sin que te corresponda allá tú.

–por mi está bien.

Esas palabras le generaron un escalofrío de terror por todo el cuerpo a Tae. Así que, sin más se acostó dándole la espalda a su hermano esperando su tortuoso destino.

Dahyung se quitó su ropa quedando en ropa interior y se acostó a su lado acercándose de a poco al menor. Besaba sus hombros mientras repartía caricias sobre su torso. Tae se acurruco en un instinto autoprotector y comenzaba a llorar en silencio.

Dahyung lo voltea a la fuerza y comienza a besarlo a la fuerza pero tal como Tae le advirtió no hace ningún movimiento, lo que comienza a frustrar al mayor. Sin embargo, no le importo y siguió manoseándolo y besando su boca y todo su cuerpo por un buen tiempo. Pero finalmente desistió porque no quería que su primera vez fuera de esa manera, quería ver cumplida la promesa de Tae y esperaba que fuera verdad de que estaba cansado.

Al otro día, cuando por fin tuvo tiempo a solas con su padre pudo expresarle su deseo de ir al extranjero donde estudiaría la carrera que él eligiera y prometiendo convertirse en el hombre que él quería. Solo le hacía la petición de alejarlo de Dahyung sin decirle que él se lo había pedido.

–¿Por qué quieres alejarte de tu hermano?

– si quieres saberlo ven a mi cuarto después de que el ingrese sin que él se dé cuenta. Y lleva la llave tal vez el cierre con llave.

Su padre palideció ante tales palabras que para él no significaban nada bueno.