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Dos semanas después.

Los chicos estaban todos en el aeropuerto sentados, esperando que les llamen para su vuelo. Algunos cansados, otros entusiasmados por conocer a Europa, y algunos con nervios.

Agustin estaba sentado con su novia en su pecho, la chica no había dormido nada la noche anterior por sus nervios. Menos mal que iban a tener casi once horas de vuelo. Su primer destino era Portugal. Estaban ansioso por llegar, casi nadie conocía a ese hermoso país.

De repente un sonido muy fuerte hizo despertar a Carolina, Agustin ya se estaba por dormir pero cuando sintió que la chica se movió se despertó.  Por fin llamaron para entrar al avión y aunque Carolina sentía un poco de miedo, al sentir como Agustin le daba la mano y le dedicaba una sonrisa, la calmó bastante.

Unos minutos más tardes ya se encontraban sentados, los dos quisieron estar al lado provocando celos de las amigas de Carolina lo que a ella le dio risa.

—¿Estas bien?—pregunto al ver la expresión de Carolina quien hacía una mueca lo que llamo la atención de su novio.

—Solo... Tengo un poco de miedo a las alturas.—Agustin le sonrió, claro que se acordaba de eso.

Lionel no paraba de molestar a Carolina, haciendo stories... al principio la hacía reír, pero cuando anunciaron que iban a entrar en una zona de turbulencia, Carolina se tensó.

Lionel seguía pensando que era broma y que la chica no tenía tanto miedo, pero si que tenía mucho miedo. Y solo fue un morocho que estaba ahí al lado que se dio cuenta de eso. Agustin intentaba conectar su mirada con la de Carolina para intentar tranquilizarla aunque sea con una mirada, pero ella se cubría la cara con sus manos.

El avión empezó a moverse demasiado para Carolina y Lionel seguía haciéndole malas bromas, sentía que en cualquier momento desmayaría de nervios.

—Lio... —susurro Agustin para que Carolina no lo escuche—Déjala, creo que tiene mucho miedo.

Lionel borro su sonrisa y miró de nuevo a Carolina quien cerraba los ojos con fuerza y asintió.

Agustin miró por todos lados y cuando vio que las azafatas no estaban, se levantó de su asiento provocando un ruido pero no le importó. Se apresuró de sentarse al lado de Carolina y le dio la mano sin que ella le pide.

—Tranquila... Esto suele pasar, pero no es nada grave.—acarició la mano de la morocha que no paraba de temblar.

—M-Me parece que e-es demasiado.—dijo con dificultades.

—Es normal.—tranquilizó la chica—Veni, apóyate en mi.—Carolina ni lo pensó y puso su cabeza en el hombro de Agustin, el seguía acariciando su mano y ella cerró los ojos.

10 minutos después, las turbulencias habían pasado y Carolina se tranquilizó pero su mano seguía en la de Agustin y no sentía la necesidad de quitarla.

Retiró su cabeza del hombro de Agustin y lo miró a los ojos.

—Gracias Agus.—dijo la morocha y el le sonrió.

Me inspiré en este situación👆🏼

—Ya sé que tienes miedo pero tranquila, estoy a tu lado.

Carolina le sonrió y el le dejó un corto beso en sus labios.

Una vez que el avión despegó y ya se estabilizó, Carolina se encontraba más tranquila.

—¿Sigues mal por lo de tus papás?— pregunto Agustin.

Lo que había pasado era que los padres de Carolina no pudieron venir a visitarla como le habían dicho. Pero le prometieron que iban a venir en la gira por Europa porque necesitaban viajar y así verla al mismo tiempo.

—No, no sigo mal. Pero bueno, me ilusione un poquito. Hace tanto que no los veo.—bajo la mirada. Agustin se sentía triste por ella pero el también no veía a su familia hace tanto tiempo, esa era la vida de un artista, no ver a su familia constantemente.

—Ya pronto los verás, te lo aseguro.—beso su mejilla y se dispusieron a dormir ya que les quedaba mucho tiempo de vuelo.

Casi 10 horas después, entre felicidad, entusiasmo y nervios, el avión aterrizó. Carolina agradeció eso, fue un vuelo muy largo y ya necesitaba poner sus pies en la tierra.

Llegaron a Portugal, era de noche y aunque habían dormido mitad del vuelo, se encontraban cansados y necesitaban dormir en una buena cama. Pero igual, no dejaron su alegría y hicieron muchas stories.

Carolina caminaba con perezca abrazada a Agustin quien reía al ver como su novia caminaba.

—¡No te rías!—exclamó—Estoy muy cansada...

—Amor... —dijo entre risas—Dame tu mochila.

—No, ¿crees que es una mochila que me cansa?

—No, pero te va ayudar a caminar mejor.—señaló las piernas de Carolina aún riendo.

Carolina negó y dio su mochila a Agustin quien la llevó a su hombro y abrazó de nuevo a su novia.

Después de haber esperado durante al menos media hora todas las maletas de los chicos, por fin se dirigían al hotel donde iban a pasar la noche.

Al llegar, se sorprendieron de la belleza del lugar, era tan lindo que se quedaron mirando el hall durante al menos cinco minutos.

—¡Bueno chicos!—exclamó una señora del staff.—Acá están las llaves de sus habitaciones. Pásenla bien, mañana tenemos mucho que hacer, ¡descansen!—dijo al dirigirse a su habitación.

Los chicos se dirigían cada uno a su habitación pero Agustin no tenía la intención de no dormir con su novia.

—¿Dormimos juntos?—preguntó el morocho, Carolina sonrió, era obvio que iba a dormir con su novio.

—Claro, veni vamos a mi habitación.—Agustin ayudó a Caro con sus maletas y por fin se encontraban en su habitación. Carolina se tiró a la cama seguida por Agustin.

—Estoy tan cansada.—dijo volteándose y Agustin dejó su cabeza en la panza de Carolina.

—Y yo... Estés días van a ser súper intensos.—la morocha asintió.

Y 10 minutos más tardes ya se encontraban abrazados, dormidos y preparándose para un nuevo comienzo.

Sam🌸

Carolina (1T) | Aguslina [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora