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—¿Casar? ¿Como?—soltó una risita nerviosa.

—Me voy a casar con Carolina.—la chica negó con la cabeza.

—No crees que vas muy rápido.

—No, no creo. Ella y yo nos amamos y es lo mejor para nosotros.—al terminar su frase, miró de reojo la pequeña silueta de Carolina.

—Hola.—dijo ella amablemente, seguía pálida, seguramente se había enfermado con el frío que hacía en Alemania. Se acercó a Agustin, quien la tomo por la cintura y ella lo notó un poco raro pero no le dio mucha atención.

Agustina solo la miraba mal, aunque era falso, sentía que esa chica le había robado el lugar al lado de Agustin. La verdad es que antes de que ella regrese a su vida, el veía a Agustina al menos una vez por semana ya que tienen muchos amigos en común. Pero ahora que estaba con Carolina, el no pasaba tanto tiempo con ella. El problema era que Agustina estaba enamorada del, y no se cansaría hasta que el se dé cuenta que siente igual.

—Mejor me voy.—dijo Agustina y salió.

—¿Que hacía acá?—pregunto Carolina.

—Vino a... —claramente no iba a decirle que Agustina lo había besado—Vino a verme ya que supo que volvimos.

—Ah.—dijo Carolina sin gran ánimo, se sentía súper cansada y solo quería hacerse un té y volver a su cama.

—Tranquila, yo te hago un té. Anda a descansar mi amor, me estás preocupando.—puso su mano en su frente para comprobar si tenía fiebre pero no.

—Dale.—se sentó en el sillón y el besó su mejilla.

Hizo un té a su novia y la miró de reojo, en cualquier momento se iba a dormir de nuevo. Se apresuró de terminar el té y le ofreció a Carolina quien bebió lentamente.

—¿Estas bien?—pregunto sabiendo que, con la cara que tenía, seguramente no.

—No, pero ya va pasar, no te preocupes.—dijo con una sonrisa lo que tranquilizó a Agustin.

(...)

Ya una semana había pasado y Carolina se sentía mejor, mejor dicho, se había acostumbrado a sentirse mal de vez en cuando.

Pero no había salido de casa desde que habían llegado a Argentina y hoy lo haría. Quería salir sola y aunque Agustin no esté de acuerdo, el la dejo ir porque sino, se iban a pelear solo por eso.

—Bueno Agus, me voy a comprar cuadernos, ¿necesitas algo?—pregunto al mismo tiempo que acomodaba su chaqueta.

—No pero por favor, ten cuidado y llámame cuando llegas al centro comercial, ¿si?

Carolina río y se acercó a su novio—No me pasara nada, tranquilo.

—Sabes que muero si te pasaría algo.

—Que exagerado.—golpeó su hombro.

—Te lo digo enserio, ten cuidado y llámame mi amor.—ella asintió y le dio un pequeño beso en sus labios.

—Te amo.—le dijo antes de salir.

—Te amo.—pero ella había salido antes. Entonces, aprovecho por seguir a escribir sus músicas y hoy sentía ganas de escribir una música sobre Carolina.

Aunque casi todas iban dedicadas a ella, sentía que la que quería escribir sería especial. Busco su guitarra para tocar lo que le venía en la mente y así logró escribir "Tu canción".

(...)

Carolina estaba en el centro comercial buscando un lindo cuaderno para continuar a escribir toda su vida. A veces le parecía demasiado todo lo que escribía, podía escribir una o dos páginas por día. Y claro no los tiraba, porque había demasiados recuerdos ahí.

Mientras buscaba, otra vez esa mirada. Se tensó, esa persona estaba ahí, la había seguido hasta Argentina y ahora estaba sola. ¿Que pasaría? ¿Iba a hacerle daño?

Intento concentrarse en buscar el cuaderno que quería y después iba rápido a casa, ya se estaba preguntando si Agustin no tenía razón. Pero pensó, estaba en un lugar público, no le iba a hacer daño ahí...

De tanto pensar no se dio cuenta que esa persona se acercó tanto que le dejó un sobre sobre un cuaderno a su lado.

—¡Hey!—el hombre estaba de espalda, todo vestido de negro y caminando rápido—Si no me revelas quien sos, no voy a abrir esto.

Tomó el sobre en sus manos y miró que estaba escrito "Abre los ojos" en rojo. Pero estaba segura, si esa persona no se mostraba, no lo iba a abrir.

—¿Estas seguro?—el hombre desapareció y Carolina suspiró, ¿que estaba pasando?—No puede ser.—susurró.

Tenía el sobre en sus manos, no sabía que hacer. ¿Sería bien abrirlo? Su curiosidad la estaba matando y entonces tomó el cuaderno que quería junto al sobre y se apresuró a ir en su auto.

Cuando ya estaba sentada en su auto, se preguntó si era buena idea abrirlo pero lo hizo. Y cuando vio las fotos que estaban ahí, su corazón se rompió.

Fotos de Agustin y Agustina de la semana pasada, cuando ella había venido hasta su departamento, por eso que Agustin le parecía raro.

Fotos de ellos besándose, entonces Agustin le decía todas esas palabras lindas solo para excusarse de lo que había hecho. Lágrimas estaban saliendo de los ojos de la morocha, no podía ser, no podía ser posible que su novio, casi esposo la estaba engañando. Un beso... ¿quien sabe si no hubo más en sus espaldas? Pensó Carolina.

Manejo con demasiada velocidad hacia su departamento y al entrar, Agustin la miró con una sonrisa.

—¿Entonces encontraste todo lo que querías?—pregunto mirándola, pero ella ni lo miró. Tenía los ojos llorosos y Agustin lo notó—Caro... ¿Que pasó?

Ella solo lloro más y el, por instinto, la abrazo y le acaricio el pelo. Ella se dejó llevar porque sabía que ese abrazó sería el último.

—Me estas asustando, ¿que pasó mi amor?—pregunto tomando su rostro.

Y ahí ella reaccionó, tomó las manos de Agustin y las apartó. Abrió el sobre y de ahí tomó las fotos en sus manos y las mostró a Agustin.

—Esto pasó, y no quiero explicaciones...

—¿Quien te dio eso?—la interrumpió.

—¿Que importa? Yo reconozco tu ropa, esto fue la semana pasada cuando ella estuvo aquí. Pero tranquilo, tranquilo Agustin, vas a poder hacer todo lo que quieres porque lo nuestro se acabo.

Holaaa♥️ No me maten porfa 😔

Sam🌸

Carolina (1T) | Aguslina [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora