Agustin no paraba de caminar por toda la habitación, no podía más de los nervios.
—¿Te puedes calmar? Hasta me estas mareando.—dijo Carolina con una voz más seria.
—Perdón, pero ver a tus padres después de tanto tiempo se me hace raro. ¿Puedo estar nervioso o no?—eso salió más cortante de lo que quería Agustin.
—Bueno perdón... Solo quiero que te tranquilices.—Carolina bajo la mirada y Agustin se sintió culpable.
—No... Yo te pido perdón. No tenía que hablarte así.—se puso frente a su novia quien estaba sentada en el sillón de la habitación, le acarició la mejilla y ella le sonrió.
—No te preocupes, entiendo que estés nervioso pero como te dije. Tranquilo, va a salir todo bien.—ahora fue ella quien le acarició la mejilla con toda la delicadeza posible.
Y tocaron a la puerta.
—¿Si?—preguntó Carolina, la puerta se abrió y la silueta de Valentina apareció.
—Perdón que les moleste pero tus papás llegaron Caro.
Agustin tomó una bocanada de aire y miró a Carolina quien le dedicaba una linda sonrisa. Entrelazó sus dedos con los de Agus y salieron del cuarto.
Los papás de Carolina se encontraban en el comedor del hotel y cuando vieron a su hija, se levantaron y casi corrieron hacia ella. Por la distancia, no la veían muy seguido y la extrañaban mucho.
—Hola cariño.—dijo Patricia, su mamá al besar la frente de su hija.
—¿Como estas hermosa?—dijo ahora Leo, su papá.
—Bien, bien. ¿Cuando llegaron?—preguntó y miró a Agustin quien estaba atrás de su papás. Espero el momento justo para acercarse.
—Justo acabamos de llegar Carolina.—dijo su mamá. Carolina dio una mirada cómplice a Agustin para que se acerque.
—Bueno, pa, ma... Agustin y yo tenemos para contarles.—dijo temerosa tomando con fuerza el brazo de Agustin.
—Agustin, ¡tanto tiempo! ¿como estas?—exclamó Leo y Carolina se sorprendió.
—Eeeh... —Carolina golpeó levemente el hombro de Agustin—Bien, gracias. ¿usted, digo, ustedes?
—Muy bien por suerte.—contestó Patricia con una sonrisa—¿Nos sentamos?
Y así lo hicieron, charlaron mucho y Agustin logró tranquilizarse y soltarse. Pero recordó que tenían que dar la noticia a los papás de Carolina y no sabía cómo iban a reaccionar.
Miró la mano de Carolina que estaba debajo de la mesa, ese anillo brillaba tanto, pensó que quizás los papás de Carolina ya se habían dado cuenta de aquello. Pero lamentablemente no, y tenía que decirlo antes que se den cuenta solos.
—¿Y tus papás como están?—pregunto Patricia haciendo salir Agustin de sus pensamientos.
—Bien, no los veo hace un montón de tiempo. Pero por las videollamadas que hacemos de vez en cuando, los veo bien.—sonrió como podía.
—Me alegro Agus.—que la mamá de Carolina le diga su apodo le hizo tomar valentía y tomó la mano de Carolina en la suya, la puso en la vista de todos pero los papás de la chica todavía no entendían.
Agustin no podía creer que no se dieran cuenta del anillo en la mano izquierda de Carolina ya que la chica nunca usaba anillos.
Por fin, empezó a hablar.—Leo, Patricia... Hay algo que les tenemos que contar con Caro.—la morocha entendió y dio un apretón en la mano de Agus.
—Si... Espero que van a tomar bien la noticia.
Leo y Patricia se pusieron nerviosos y se miraron.
—Hija... No nos vas a contar que estás embarazada por favor.—dijo Patricia negando con la cabeza.
Carolina río nerviosa.
—No, no es eso.—miró a Agustin—Es algo que decidimos los dos por que nos amamos mucho y pensamos que tenemos que dar el paso siguiente.
—No, no pensamos... Estamos seguros.—dijo Agustin con una sonrisa—Nos vamos a casar.
Leo y Patricia tenían suerte de tener el mentón agarrado a la cara porque sino, este ya estaría en el suelo.
Agustin y Carolina se miraron con miedo de que la noticia no sea tomada tan bien por los papás de la chica.
Pero cuando empezaron a sonreír y a tener un brillo especial en los ojos, los dos se relajaron.
—¡Que lindo!—exclamó Patricia y tomó la mano de su hija. "Por fin" susurró Agustin.
Leo miraba todo de lejos, no podía creer que su hija tan pequeña se iba a casar.
—Ese anillo es tan bonito, ¿cuando le hiciste el pedido?—pregunto Patricia sonriente.
—Ayer.—contestó con una sonrisa.
—Que hermoso, me quedo muy feliz por ustedes.
Continuaron almorzando entre risas y anécdotas divertidas de la gira.
Pero de repente Carolina se sintió incómoda, de nuevo sintió esa sensación de ser observada. Para no poner nervioso a Agustin, intentaba mirar con discreción a su alrededor pero su novio se dio cuenta de eso. La conocía demasiado y sabía que otra vez, se sentía observada.
Entonces dio una excusa para levantarse de mesa y empezó a mirar por todos lados pero nada.
Ya se sentía demasiado preocupado, hasta prefería pensar que Carolina estaba loca pero lo que había sucedido el día del show no le dejaba ninguna duda.
Estaba siendo seguida y observada.
Volvió a sentarse al lado de Carolina y ella lo miró en busca de respuestas pero el negó. Otra vez iban a quedar con esa duda de quien la estaba mirando.
(...)
Agustin y Carolina se despidieron de los papás de la chica quien prometieron que iban al próximo show en Francia. Habían pasado la tarde por las calles de Paris y Agustin intentaba cómo podía de hacer el guía turístico.
Cuando volvieron a su habitación, Carolina se tiró en la cama, cansada de su día.
Agustin se puso a su lado.—¿Todo bien amor?—besó su mejilla.
—Estoy harta de esa persona que me anda siguiendo. Agustin, toda la tarde sentí su mirada.—exageró la palabra "toda".
—Caro... No te preocupes. Estoy siempre a tu lado, no te preocupes con eso.
—Pero Agus, yo no quiero que estés siempre a mi lado. Quiero poder salir a la calle sin tener miedo.
—Estoy seguro que cuando volveremos a Argentina, no sentirás más esas miradas.
Carolina intentó sonreír y abrazo a su novio, quedaron así, mirando el techo de su habitación durante casi media hora.
Pero de repente sonó el celular de Carolina, un número desconocido.
Ella se levantó de su lugar y contestó.—¿Hola?—preguntó con miedo.
Pero del otro lado, solo se escuchaba respiraciones algo agitadas.
—¿Hola? ¿Todo bien?—de nuevo esas respiraciones.
Agustin tomó el celular de Carolina sin pedirle, lo que la sorprendió.
—¿Quien eres y porque llamas a Carolina?—y de repente, la persona colgó.
Fue al escuchar la voz de Agustin que esas respiraciones se detuvieron y que al instante, la persona colgó la llamada. Eso era muy raro.
—Carolina, no tengo duda que esa persona es la que te anda persiguiendo.
Sam🌸
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Carolina (1T) | Aguslina [TERMINADA]
Fanfiction¿Que pasaría si Agustin Bernasconi se hubiera quedado en Soy Luna? Muchas preguntas se cruzan por las mentes todos. Agustín Bernasconi y Carolina Kopelioff están más distanciados que nunca pero, ¿será que volverán a encontrarse? Descubre una nueva...