46.-El día de la sandalia

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OMNISCIENTE


— Hola hermanos y hermanas.— dijo Klaus con una voz grave y lenta vistiendo una túnica café— Hoy estamos aquí para reflexionar...

— ¿Qué reflexionar ni que ocho cuartos?, ¡Bájate de ahí!— interrumpió Diego a su hermano quien estaba parado arriba de la mesa de centro de la sala. Klaus soltó un bufido.

— Ay, le quitas la diversión a la vida— rodó los ojos— Como sea, hoy tres de julio del dos mil dos, se conmemora el día de la sandalia, por ende el que tenga la sandalia en la mano derecha es el único que puede hablar— dijo cerrando los ojos con la cabeza alzada y con una sandalia de color verde limón en la mano.

— Pero....— Diego trató de decir.

— Eh— Klaus reclamó.

— Solo....

— Shh, ¡Cállate!, ¡No hablás, no tienes derecho!— Diego se rindió— Decía, hoy yo mando, yo ordeno, yo soy el rey. Así que me tienen que obedecer....¡Hey!— Klaus regañó a Cinco que se teletransportó a tras de él y le quitó la sandalia.

— Ahora yo tengo el poder ¡Y te callas!— dijo— En primera el día de la sandalia no existe, en segunda todas las promesas y conmemoraciones se hacen con la mano izquierda baboso y tercera— hizo una pausa mirándolo raro— ¿De dónde sacaste la túnica?.

Klaus le quitó la sandalia— La encontré en el ático y respecto a lo que dijiste, ¡Me vale, me vale!— contestó— Yo hice el día y me respetan.

— ¿Y qué pasa si no quiero festejar el día de la sandalia?— habló Diego retando a Klaus.

— ¡Que te calles chingada madre!, ¡No entiendes que no puedes hablar!— protestó— El día acaba de empezar, yo mando, si yo digo que hoy no van al baño no van al baño y punto. Si yo digo que hoy Cinco y Ocho no tienen sexo no tienen sexo y ya— dijo Klaus obvio.

— ¡Klaus!.

— Shh, ¡Qué se callen!— gritó— Ahora pueden irse cada uno a su habitación, yo los llamaré cuándo los necesité— dijo sonriente.

Sus hermanos salieron de la sala refunfuñando, Ben fué el único que se quedó con él, mientras se comía una manzana.

Le quitó la sandalia— Sabes que no te van a hacer caso, ¿Verdad?— Klaus tomó la sandalia.

— Lo sé— dijo sonriente— Es por eso que les puse pequeños electromagnetos que robé de el laboratorio de papá en su cuellos para darles descargas eléctricas cuándo no me hagan caso.— miró al frente y luego a Ben— Tú también tienes.

Ben abrió más los ojos y dejó caer su manzana, Klaus se fué riendo a la cocina, pero como la túnica le quedaba grande la pisó por accidente y calló de cara contra el suelo, se escuchó un gran golpe. Se levantó rápidamente.

— ¡Estoy bien, no me maté ni nada!— para no volver caer, tomó la túnica y la alzó arriba de sus rodillas como si de una princesa se tratara y se fue corriendo.













¡Quieran me por actualizar dos días seguidos!

Espero que les haya gustado, respecto a algunos comentarios del os de ayer que quieren que haga segunda parte, no lo sé, si muy pocos comentarios pidiendo eso y no sé si ustedes quieran. Bueno esos todo y adiós.

YAYI

𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 ↻ cinco hargreeves © [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora