Capítulo 25

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Narrado por Carlota a 26 de Septiembre de 2016:


Doy otra vuelta con cuidado de no despertar a mi hermana y me levanto frustrada. Esta madrugada no soy capaz de dormir. No dejo de darle vueltas al día, todo lo que ha pasado me ha dejado sin saber bien como reaccionar.
Hace horas que mis padres acabaron de discutir con la conclusión de que mi padre hoy no dormirá en casa. Mi madre, por otro lado, se ha tirado hasta hace un rato llorando desconsoladamente en la cama, supongo que se habrá dormido así.
Salgo de la habitación con sigilo y me encierro en el baño.
Necesito salir de casa.

Cojo mi móvil y llamo a Abril.

   -¿Qué pasó?-.

Escucho barullo al otro lado de la línea y me quedo sin saber bien que decirle. ¿Donde estará?

   -¿Carlota?- Pregunta de nuevo con un tono más severo de preocupación.

   -Emm si... ¿Dónde estas?-.

   -Estoy en el bar de Quini... ¿Pero pasa algo?-.

Sus preguntas me atosigan pero no quiero hablar de todo esto por aquí.

   -¿Puedo ir?-.

Tarda en contestarme pero accede.

   -Mándame la ubicación y mando a alguien a por ti-.

Nos despedimos y le mando la ubicación. Salgo del baño hacia mi habitación con el mismo sigilo de antes y me visto rápidamente. Vuelvo a salir de ella y cierro la puerta de casa con cuidado de no hacer ruido.
Bajo las escalera como un caballo galopando hacia la libertad y veo un coche arrancado. El muchacho de dentro me hace un gesto para que me suba al coche y le hago caso.

   -Hola- Le saludo entrecortada.

   -Soy Aitor, creo que no nos han presentado- Me dice acercándose para darme dos besos.

Su gesto me hace temblar de puro terror pero lo disimulo con una falsa sonrisa. Por un momento me tenso por completo y siento como la cena me sube por la garganta.
Él arranca y me lleva al sitio donde esta Abril.
Al llegar le da un par de toques a la puerta y nos abre Quini. Este me da dos besos y yo lo abrazo.

   -¿Así que abandonas el cole?- Deja caer.

   -Hay gente que tiene que pirarse y otra que no necesita jugársela-.

Me abraza la cabeza y me zarandea andando hacia Abril. Ella también me besa y me abraza.
Alguien sube la música y casi es imposible hablar, necesitaba hablar con ella y contarle todo.
Abril tira de mí y empezamos a bailar.

Bailamos un par de canciones hasta que veo que el chico que me trajo esta como acercándose y me vuelvo a tensar.
El recuerdo amargo de Brais me vuelve a la cabeza por unos instantes sin venir a cuento. Me lo quito de la cabeza como puedo para volver al mundo real y darme cuenta de que el muchacho esta diciéndole algo al oido a Abril que se aparta de mí cogiéndole el porro de la mano y sonriéndome.
Él me agarra de la muñeca para que bailemos pero intento zafarme de él sin éxito.

   -¿Qué pasa Carlota?- Me pregunta acercándose con una sonrisa a mi oreja.

Tiro de mi mano para soltarme de su agarre y me doy la vuelta yéndome a por Abril. Estoy muy tensa, a punto de estallar. ¿Por qué ese tío se me pegaba tanto?
Me doy la vuelta para ver su cara y no parece de muchos amigos. Me pregunto donde puede estar Abril mirando para todos lados pero no la veo. La busco fuera y dentro hasta que la encuentro enrollándose con su novio en el baño.
Paran de liarse para mirarme y Abril se aparta de él para acercarse a mí con una sonrisa forzada.

   -¿Qué coño te pasa?-.

Se le nota muchísimo el cabreo aunque me hable al oído y la miro con los ojos abiertos como platos antes de decirle a la oreja:

   -Abril yo vine a hablar contigo-.

   -Aquí no se viene a hablar, aquí se viene a disfrutar- Me replica en alto.

Se gira para mirar a su novio y sonreírle y le saco la sonrisa de un grito:

   -Yo necesito a mi amiga a Abril y vine a buscarla aquí pero parece que no está-.

Los ojos se me llenan de lágrimas y echo a correr hacia la calle. Abro la puerta que esta cerrada con llave y salgo ante los gritos de los que están dentro.

Me siento libre hasta que mis pulmones dejan de respirar normal por el cansancio y tengo que parar.
Es de noche y no hay ni una triste persona en la calle. Me agacho agotada para tranquilizar mi respiración y recuerdo a Mario ahogándose antes, siento que es mi fin.
Unas manos me agarran por la espalda y pego un salto por el susto.

   -Soy yo, Abril-.

La miro con los ojos todavía llorosos y dolida le digo:

   -¿Seguro?-.

Sé que la acusación le duele también y me contesta:

   -Lo siento, creí que no estabas tan mal-.

Las dos quedamos en silencio hasta que Abril me abraza como puede, recogiendo mis pedazos.
Ahora si me echo a llorar desconsoladamente entre sus brazos que me aprietan para que no me deshaga más.
Abril acaba el abrazo besándome la frente, como siempre hace.

   -Perdóname por favor, pero todavía no sé cómo asumir todo esto que esta pasando-.

Asiento, sintiéndome totalmente identificada con sus palabras.

   -Hay un parque aquí cerca, podemos coger pipas en un veinticuatro que hay aquí al lado e irnos a comerlas ahí- Me dice intentando que recuerde lo bien que nos lo pasábamos antes.

Asiento de nuevo y ella me agarra de la mano para guiarme.
Caminamos hasta el veinticuatro horas y Abril va corriendo hasta la dependienta y se abrazan.

   -Pero ¿cómo estas Abril?-.

La forma de forzar el acento inglés que tiene la dependienta me irrita pero no hago demasiado caso.

   -Muy bien Sue ¿y tú?-.

¿Sue? Que nombre más peculiar, diría que nunca lo he escuchado.

Veo que Sue me señala con la cabeza y Abril empieza a presentarme:

   -Es mi mejor amiga, desde la infancia juntas- Recalca con una sonrisa y añade- se llama Carlota y es buena chica-.

   -No como nosotras-.

La muchacha se me acerca para darme dos besos y vuelve detrás del mostrador.
Nosotras damos una pequeña vuelta por la tienda y vamos pillando lo que se nos antoja.
Al llegar a la caja, pagamos de todo menos pipas.
Salimos camino al parque y nos sentamos en un banco con una farola al lado.
Veo que Abril empieza a liarse un porro y la miro con recelo. Ni si quiera sabía que fumaba porros.

   -¿Desde cuando fumas maría?-.

Mi tono es bastante brusco pero lía bastante bien para llevar poco fumando.

   -Siempre hemos fumado Carli- Me contesta.

Me cabrea todavía más que no me conteste pero decido tener la fiesta en paz y cambio de tema:

   -Mis padres se van a separar-.

Justo cuando lo estaba diciendo Abril le da una calada y empieza a toser. Se tiene hasta que poner de pie y yo me pongo con ella preocupada.
Cuando, por fin, deja de toser me calma y me pregunta:

   -¿Te lo han dicho?-.

   -No, los escuché discutir- Hago una pausa y le cuento todo- creo que papá tiene a otra y se van a divorciar-.

Abril me mira con los ojos como platos sin hacer ningún comentario y yo sigo contándole:

   -Y encima, Marco me preguntó si me gustaba Amanda, le dije que no y se rallo todo-.

   -Toma, fúmalo tú, lo necesitas más-.

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