Capítulo 44

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Narrado por Amanda a 24 de Octubre de 2016:


El despertador suena y me despierto bruscamente. Cojo el teléfono de inmediato y miro si hay algún mensaje de Carlota.
Ninguno.
Pienso en enviarle uno pero al entrar a la conversación me siento una completa idiota tras ver que ha leído los mensajes pero no ha contestado ninguno.
Me levanto y camino hasta la cocina. Me preparo algo ligero y me lo empiezo a comer.
Mi hermana entra, de pronto, y me abraza.

   -Recuerda que cuando llegues de trabajar ya no estaré-.

Asiento sin mucho ánimo y ella se sienta decidida a enterarse del por qué de mi careto.
Me mira esperando a que empiece a hablar y, por mucho que no me guste la idea, confieso:

   -Es por Carlota-.

Asiente con un "ya lo sabía" con letras mayúsculas en la cara y prosigo:

   -No me contesta, desde que se fue antes de ayer no me ha devuelto ni un solo mensaje-.

   -Amanda. Carlota no está pasando un buen momento ¿no crees que deberías de tenerlo en cuenta?-.

Su pregunta me deja un poco molesta, sé darle su tiempo y su espacio pero esto es diferente. No me ha enviado ni un solo mensaje ¿cómo voy a saber si esta bien?

   -No está pasando un buen momento pero tampoco pienses que yo estoy pasando el mejor trago de mi vida-.

Amelia rueda los ojos y se levanta con intención de irse.

   -Dale tiempo-.

Acto seguido sale por la puerta y desaparece por el pasillo.
Sigo desayunando hasta acabar y voy a cambiarme.
Cojo lo primero que atrapo y, antes de irme, paso por la habitación de mi hermana.
La abrazo y le pido que saque a pasear a Adolfito.
Me voy a trabajar y, al llegar, me pongo a ello hasta que mi compañera se va.
La tienda se queda prácticamente vacía y empiezo a hacer las tareas hasta que entra a la tienda un nuevo cliente. Vuelvo al mostrador y veo a Abril.

   -¿Has hablado con Carlota?-.

Las palabras salen de mi boca antes de que sea capaz de frenarlas y ella pone mala cara.

   -¿No ha hablado contigo?-.

Su expresión sigue siendo bastante sombría pero tiene un toque de sorpresa también.
Niego con la cabeza y ella resopla.

   -Le aconsejé que lo hiciese-.

Sus palabras son duras pero no sé si va conmigo o con Carlota.
En un momento me doy cuenta de lo que pasa y le pregunto sin preámbulos:

   -¿Me va a dejar?-.

Abre los ojos como platos pero se queda totalmente callada.

   -Abril si sabes algo tienes que decírmelo-.

De mi boca sale una furia incontrolada y respiro nerviosa esperando a que me diga algo. Ella parece enfadada pero se retiene antes de contestarme:

   -En primer lugar, yo no soy tu pareja ni voy a meterme en vuestra relación con lo cual no tengo por qué decirte a ti nada y, en segundo lugar; no, no tiene pinta de que te vaya a dejar-.

Me disculpo por haber utilizado esa expresión y la vuelvo a mirar totalmente perdida. Cabizbaja toqueteo algunos de los papeles que hay sobre el mostrador y ella me coge las manos para que la mire. Abril nunca había tenido esa confianza conmigo y no me huele bien.

   -¿No es con la primera chica con la que estás, no?-.

Su pregunta me deja patidifusa pero niego con la cabeza al momento.

   -¿Sabes los problemas de salud que tiene, no?-.

Su pregunta hace que todas mis alarmas se disparen y agarro sus manos con fuerza antes de preguntarle:

   -¿Esta bien?-.

Ella ve mi reacción y baja la cabeza.

   -Abril que te he preguntado si esta bien, contéstame-.

Otra vez el miedo habla a gritos por mí y siento como todo mi mundo se desmorona. No me hace caso y agarro el teléfono para llamar a Carlota pero no me lo coge.

   -Dame el teléfono, a ti si va a cogerte-.

Se lo piensa dos veces y saca su teléfono.

   -Esto lo hago porque no parece que tu preocupación sea mentira-.

Llamo a Carlota y tras un par de toques lo coge.

   -Abril ¿qué quieres? Ahora no tengo tiempo para hablar, tengo que ir a ver a Marco antes de que se vaya al gimnasio-.

Me quedo callada por un segundo porque no sé qué decirle pero Abril me mira con nerviosismo y la corrijo:

   -Soy Amanda-.

El silencio se hace en la línea y miro a Abril sin saber qué hacer.
Escucho un pequeño ruido y me saluda.

   -Carlota ¿por qué no me contestas?-.

La pregunta resuena en mi cabeza esperando a que me conteste hasta que lo hace:

   -Prefiero que esto lo hablemos en persona-.

   -Salgo a las cuatro, acércate a la tienda y me acompañas a comer-.

Ella accede y se despide. Yo le agradezco a Abril que me dejase hablar con ella y le devuelvo el teléfono.

   -Que conste que esto lo hago porque me parece que Carlota se estaba equivocando pero no pienses que voy a hacer lo que me digas la próxima vez- Me dice con resentimiento y se va.

Mientras espero a que pasen las horas para ver a Carlota, no dejo de pensar en lo raro que se me hace que Abril se fuese sin haber comprado nada... A no ser qué quisiera enterarse de cómo va la relación que tengo con Carlota y... Si eso fuese ¿por qué Carlota no le cuenta si son mejores amigas?
Derivo en muchas cosas a lo largo de las horas hasta que llega Sue.
Me mira con una enorme sonrisa y me engancha por detrás para abrazarme. -Parece que estás preocupada, parece que necesitabas un abrazo-.

Que me lo diga cantando me hace forzar una sonrisa y le acaricio el pelo.
Miro el reloj y me doy cuenta que ha llegado casi veinte minutos antes de hora. Le señalo el reloj y hace un gesto para restarle importancia.

   -Me aburría en casa y he pensado en entrar antes y así nos tomamos un café ¿no te parece?-.

Su sonrisa y ella se trasladan a la cafetera y preparan dos cafés con leche. Me trae uno y le pego un gran sorbo que hace que mi cara sea la misma que cuando comes un limón.

-Creí que hoy sabría mejor- Bromeo.

Charlamos durante un rato animadamente hasta que Carlota entra en la tienda y se hace el silencio.
No parece muy contenta de ver a Sue pero no dice nada y yo me disculpo para ir al despacho y fichar mi salida.
Al salir, veo a Carlota fuera y miro extrañada a Sue.

   -Bueno Sue, que tengas un buen día-.

Ella me fuerza una sonrisa y, cuando paso por su lado, me tira un beso. Me río de su tierno gesto y hago lo mismo antes de salir.

   -¿Vamos al parque? Te he traído un poco de pasta con atún y tomate en un tupper-.

Asiento y caminamos hasta el banco donde nos conocimos sin mediar palabra. Nos sentamos y la miro otorgándole la palabra pero ella abre su mochila para sacar el tupper, cubiertos y un bollo de pan.
Lo recojo y lo abro empezando a comer.

   -Yo no te he contestado los mensajes- Comienza a decir pero se queda callada.

Si Carlota, eso ya lo sé.

   -Amanda la quimioterapia no está funcionando y me van a operar para ver como esta mi pecho por dentro-.

Sus palabras hacen que me atragante.
¿Operar? ¿Eso es malo?

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