Capítulo 52

3 1 0
                                    

Narrado por Amanda a 3 de Noviembre de 2016:


Se suponía que sería una hora pero ya va una hora y media y todavía no nos dicen nada. No dejo de pensar en el último beso que nos dimos con los primeros rayos de sol que nos despertaron.

Los padres de Carlota permanecen juntos a un lado mientras Abril y yo nos hemos quedado en la otra punta. Al principio estábamos todos juntos pero la madre de Carlota se ha empezado a poner muy nerviosa y su padre nos ha pedido que les dejásemos intimidad.

   -Aquí os traigo unos cafés-.

Marco nos da dos vasos de plástico y se lo agradecemos. Para mi sorpresa veo aparecer a Sergio y a sus dos amigos a lo lejos y comienzo a tensarme. La mirada de desprecio que me echa Sergio me incomoda mucho pero Marco se pone de forma que no lo veo hasta que llegan.

   -¿Sabéis algo?-.

El otro chico parece muy preocupado, creo que se llamaba Mario.

   -Solo que tenía que haber salido ya-.

Le alcanzo la mano a Abril y se la acaricio. Lejos de apartarse me devuelve un apretón y eso me hace sentir a gusto.
Sergio se medio abre paso para tenerme de frente y me encara:

   -¿Y tú qué haces aquí?-.

Marco sale en mi defensa sin dudarlo y Sergio se ríe. Mario también interviene intentando que Sergio se relaje.
De pronto, todos nos damos de cuenta de que el padre de Carlota viene hacia nosotros lloroso y nos quedamos en silencio.
Noto como las manos me sudan por el miedo y Abril me aprieta la mano con nerviosismo.

   -La operación de Carlota ha tenido complicaciones y le han tenido que amputar el pecho izquierdo-.

Abril se rompe a llorar y Marco la abraza mientras yo me quedo en shock.
Todos parecen consternados.
El padre de Carlota nos llama a Marco, Abril y a mí y nos acercamos a él dejando atrás a los demás.

   -Quería pediros que fuerais a buscar a Alba al colegio mientras nosotros...- Nos dice mirando a su mujer y prosigue- Nosotros tenemos que hacer unos papeleos-.

Marco parece hacerse con la compostura suficiente para contestarle y su padre vuelve con Marta.
Sergio y sus amigos se despiden de nosotros y se van mientras nosotros caminos a fuera del hospital.
Abril saca un paquete de cigarrillos y me ofrece.

   -Gracias-.

Lo fumamos de camino a la escuela de Alba.

   -Chicas, tenemos que ser fuertes por Alba, no creo que sea buena idea decirle nada-.

Marco parece estar muy entero mientras que Abril está sumida en llanto y yo casi no puedo accionar palabra.

No tenemos mucho tiempo para recomponernos antes de que Alba corra hasta los brazos de Marco, este la coge al vuelo y se la coloca sobre los hombros.

   -¿Y mi hermana?-.

Su pregunta hace que Abril tiemble y yo le conteste rápidamente:

   -Tu hermana esta en una cita secreta y nos ha encargado cuidar de ti-.

Alba sonríe y me pregunta:

   -¿Podemos comer pizza?-.

Marco suelta una risita y me hace sonreír. Asiento y Alba comienza contarnos lo genial que ha sido su día. Yo agarro de nuevo la mano de Abril que intenta calmarse como puede.
Volvemos al piso y pedimos pizza para todos. Logro entretener a Alba mientras Abril llama a los padres de Carlota para saber lo que tenemos que hacer.
Marco me llama al poco y yo dejo a la niña coloreando una revista.

   -El padre de Carlota vendrá a por Alba en un rato, me ha dicho que se hará cargo de ella y nosotros podremos volver al hospital-.

El timbre suena y nos asustamos. Abril sale a abrir y vuelve con las pizzas. Recojo a Alba y comemos tranquilamente.

   -¿Y no sabéis nada de la cita de mi hermana? ¿Será un novio?-.

Me hace gracia verla como un detective tras una pista pero ahora es Marco quien le contesta sin saciar sus dudas.
Terminamos de comer y el timbre vuelve a sonar.
El padre de Alba la recoge y se la lleva.
Llamo a un taxi y volvemos al hospital. Marta nos espera sola a la entrada y eso me tranquiliza.
Subimos a la habitación donde dormimos ayer y vemos a Carlota durmiendo.
Me acerco a ella y le acaricio la cara, su dulce rostro.
Una lagrima resvala por mi mejilla y su madre me abraza.

   -Esto solo es una etapa que superará- Nos alienta Marco.

Abril también parece traicionada por los nervios y me acerco a ella.

   -Ojalá fuese de otra forma pero cuando despierte tendrá que asumir que ha perdido un pecho y que nos iremos a Barcelona antes de Navidad para seguir un nuevo tratamiento-.

Las palabras de Marta hacen que Marco y Abril se derrumben por completo.
¿Barcelona?

Me tapo la cara y comienzo a llorar desconsoladamente.
¿Cómo Barcelona? Eso está a... Lejos de aquí ¿cómo voy a estar con Carlota?
Eso significa que Carlota y yo tendremos que...

   -Marta yo no me puedo ir a Barcelona-.

Pierdo los nervios y me encaro con Marta. Ella me hace amago de bajar la voz y, de pronto, escuchamos un leve quejido:

   -¿Barcelona?-.

Todos miramos a Carlota y corremos hacia ella pero Marta nos echa de la habitación nerviosa.

Escucho un pitido y dos enfermeros entran en la habitación cerrando la puerta. Abril sigue llorando desconsoladamente en los brazos de Marco que la sostiene con cariño.
Escucho unos lloros que viene de dentro y unos gritos de puro dolor. Me dispongo a entrar pero Marco me cierra el paso y tengo que retroceder.
Espero pacientemente hasta que los enfermeros salen junto a la madre de Carlota que también está llorando.

   -Me ha pedido que entres-.

Miro hacia atrás para cerciorarme de que me lo dice a mí pero si, lo está habiendo. Abril y Marco me miran como si quisieran darme fuerzas y entro. Carlota esta tumbada dándome la espalda y la escucho llorar.
Me acerco a ella silenciosamente y, al verme, me dice:

   -No iré a Barcelona si tú no vas-.

   -Carlota-.

   -No iré sin ti, ya lo he decidido-.

Sus palabras son muy firmes y yo le contesto siendo lo más sincera y honesta que puedo:

   -Yo no puedo irme a Barcelona, no tengo dinero y mi vida está aquí, junto a mi madre-.

   -Pues entonces no iré, seguro que el tratamiento que me puedan dar allí me lo pueden dar aquí-.

   -No Carlota, si tienes que ir, irás-.

Mi palabras también son duras y tajantes. Ella se pone de morros e  intenta cruzarse de brazos pero se hace daño y suelta un quejido.
Me acerco a ella y se aparta.

   -¿Tú me quieres?-.

Emite las palabras sin mirarme y una punzada atraviesa mi corazón.

   -Si, te quiero por eso necesito que vayas a Barcelona y te cures-.

   -Y yo necesito estar junto a ti-.

Marta entra de nuevo, desbordada por la situación e intervienen:

   -Carlota, tienes que ir. Como tu madre te exijo que vayas-.

   -No iré sin Amanda-.

Las palabras de Carlota enfurecen a Marta que le pega un chillido:

   -Irás a Barcelona y no hay más que hablar-.

Tras esto sale de la habitación pegando un portazo y Carlota rompe a llorar. Yo me quedo inmóvil, paralizada por la situación y Abril y Marco entran para sostener a Carlota mientras yo salgo de la habitación superada.

El BancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora