Capítulo 50

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Narrado por Amanda a 29 de Octubre de 2016:


Estoy sentada en el sofá junto a Adolfito esperando a que Carlota me llame para ir a verla pero, de pronto, escucho la puerta y me levanto corriendo.
Es mi hermana.
La abrazo con cariño y ella se sorprende pero me acoge con el mismo cariño.
Lucas pasa por nuestro lado como si nada hasta que mi hermana lo engancha para que nos abrace.

   -Pero Amanda ¿qué te pasa? Ojos que te ven-.

Le sonrío y los ojos se me llenan de lágrimas. Mi hermana borra todo rasgo de felicidad y me abraza de nuevo apretándome fuertemente..

   -¿Qué pasa Amanda?-.

No puedo más, no puedo con todo yo sola. Empiezo a llorar y me tapo la cara para que no pueda verme. Lucas pone su brazo sobre mis hombros y lo miro dos segundos, él también parece triste.
Mi hermana le pide que meta las maletas y me acompaña a la cocina.
Me siento y ella prepara café. El silencio nos ha sumido por completo y debería de pensar lo que le quiero decir.
Pone las dos tazas de café sobre la mesa y se sienta a mi lado. Su mirada se clava en mí hasta que empiezo a contarle:

   -Van a operar a Carlota, creo que hay algo que no va del todo bien-.

No consigo reprimir las lágrimas y mi hermana me acaricia las mejillas intentando secármelas.

   -Lo siento cariño pero era algo que sabías que podía pasar-.

Me duele en el alma que me diga que lo siente porque me da a entender que la voy a perder.

   -Carlota va a pasar la operación, estoy segura-.

Me siento furiosa e impotente y no puedo dejar de llorar.

   -Mamá me dijo que aprovechase al máximo la relación, que sino me arrepentiría... Pero siento que todo me lleva a la misma conclusión. Nuestra relación tiene una fecha de caducidad y no puedo remediarlo-.

Amelia me recoge en sus brazos y lloro todo lo que necesito llorar sobre ella.
Mi móvil suena y lo saco del bolsillo.

   -¿Carlota?-.

Intento aparentar fortaleza, que no suene a voz débil de después de llorar.

   -Amanda, he reunido a Marco y a Abril en una wofrería del centro ¿puedes venir o le pido a mi padre que pase por ti?-.

Miro a mi hermana que me pregunta por señas que dice Carlota y le contesto:

   -Si, tranquila, puedo ir. Mandame la ubicación y estoy allí lo antes que pueda-.

Ella me da las indicaciones y nos despedimos.
Mi hermana esta espectante, preparada para lo que le pueda decir y yo le repito todo lo que me ha contado Carlota.

   -Vístete que le pido a Lucas que te acerque-.

Asiento y me voy a mi habitación. Me está empezando a doler un poco la cabeza por haber estado llorando pero intento no preocuparme.
Visto lo primero que atrapo, una sudadera negra y unas mallas moradas.
Salgo al salón y mi hermana me sonríe. Me acerco y Lucas me agarra por la espalda para que nos vayamos. Abrazo a mi hermana y me da un beso en la frente como despedida. Tengo ganas de volver a llorar pero me reprimo y sigo a Lucas hasta su coche.
Nos subimos y él acelera.
Mi móvil suena y es Carlota: "Ya hemos llegado y te estamos esperando". Asiento como si pudiera verme y guardo el móvil.
Lucas me acaricia la pierna y me sonríe.
Creo que esto esta siendo muy duro para él, apenas nos llevamos y solemos discutir más de lo que hablamos pero ahora parece totalmente entregado.

   -Carlota dice que ya están allí-.

   -En nada llegaremos-.

Bajo la cabeza un poco y pienso en qué nos va a decir o por qué nos está reuniendo a todos. Por un segundo, pienso también qué voy a compartir mesa con sus mejores amigos y se me retuerce el estómago por todo el panorama.
Lucas aparca y, antes de que me baje del coche, me agarra por la mano.

   -¿Quieres que me quede a esperarte? Puedo esperar lo que necesites-.

Sus tiernas palabras hacen que se me llenen los ojos de lágrimas de nuevo y me giro para abrazarlo.

   -Sé que tú y yo no somos demasiado cercanos pero te agradezco todo lo que estás haciendo por mi hermana y por mí. Eres un gran hombre-.

A él también parece que le emocionan mis palabras y me acaricia la mejilla con cariño.
Me despido y salgo del coche. Pronto veo a Carlota sentada junto a Marco y a Abril desde la cristalera y entro.
Carlota se pone de pie y da un dulce beso. Tiene los ojos hinchados y rojos de llorar y me mira entristecida.
Se me cae el alma a los pies, ni si quiera me doy cuenta de que tengo a la camarera detrás hasta que me habla para que me aparte.

   -Perdón- Me disculpo.

La muchacha me mira con una sonrisa y suelta los platos en la mesa.

   -Y para ti ¿qué va a ser?-.

Miro los platos de reojo y señalo el de Marco. La camarera me sonríe y se va.
Me siento junto a Carlota y a Marco y este se me acerca para darme dos besos.

   -Amanda Marco, Marco Amanda- Nos presenta Carlota con una sonrisa y añade- ojalá esto fuese en otras circunstancias-.

Él le sonríe amargamente y asiente.
Carlota parece muy triste pero no dice nada y todos permanecemos en silencio. Nadie come, nadie se mueve, solo respiramos hasta que ella empieza a hablar:

   -Ya hay una fecha para la operación-.

Abro los ojos y agarro su mano con cariño.

   -El jueves que viene ingresaré y el viernes me operará un cirujano que viene de fuera especializado-.

Abril asiente y derrama una lágrima. La camarera nos interrumpe para traer mi gofre y Marco paga después de que todas intentemos disuadirle.

   -¿Para qué se supone que te van a operar?-.

La pregunta de Abril resuena en mi cabeza y no estoy segura de que quiera escuchar lo que va a decir Carlota.

   -Se supone que la quimio está yendo demasiado lenta y es mejor abrir y ver si pueden limpiarme antes de seguir-.

Cierro los ojos por un momento reprimiendo las ganas de echarme a llorar y Carlota sigue:

   -Hay posibilidades de que pierda el pecho izquierdo-.

Sus palabras tiemblan tanto como ella y me abraza. Siento como se derrumba mientras llora desconsolada y no sé qué hacer para hacerla sentir mejor.
Abril nos abraza y también lo hace Marco. Siento como le transmitimos todo nuestro cariño hasta que Carlota se recompone un poco y nos soltamos.

   -Los gofres lo curan todo-.

Lo ha dicho en alto pero en realidad sólo lo hace para Abril. Esta se ríe y poco a poco nos ponemos a comer.
De pronto, Marco deja de comer y nos mira un poco perdido.

   -Es el momento-.

Carlota se dirige a Marco, Abril y yo nos miramos totalmente perdidas y Marco se confiesa:

   -Soy gay-.

Abril abre la boca sorprendida y se echa a reír como una loca.
Marco parece estar flipando con la situación hasta que Carlota lo explica todo y nos reímos.

   -Desde ahora tendré una vida mucho más fácil. Carlota se encargará de distraer a las novias y Marco me hará de compinche para ligar-.

El comentario de Abril nos pilla por sorpresa y ahora ninguno de nosotros puede dejar de reír.
Supongo que esto es la amistad, de los malos momentos, se hacen unos nuevos mucho mejores.

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