Capítulo 53

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Narrado por Carlota a 5 de Noviembre de 2016:


   -Hija no es el momento de viajar-.

Me siento muy enfadada, no es justo que mis padres decidan todo lo que voy a hacer con mi vida.

   -Haré el viaje o me negaré a ir a Barcelona-.

Soy muy tajante con la decisión y eso no le gusta a mi madre que se muestra reacea a que me vaya de viaje con Amanda.
Entra un ats y ambas nos quedamos calladas. El muchacho se acerca a mí y nos explica que viene a quitarme la vía para volver a casa.

Comienzo a preocuparme con que no haya venido nadie, avisé a todos de mi alta.
Miro hacia la puerta nerviosa pero mi madre se da cuenta y me pone el brazo sobre el hombro.
Eso no es buena señal.

El ATS me quita la vía y me da una gasa para que deje de sangrarme el brazo.

   -Tu médica se pasará en unos minutos y te dará el alta-.

Mi madre y yo asentimos y vemos al chico irse.

   -Puedes irte de viaje si me prometes que luego nos iremos a Barcelona sin ningún tipo de escaqueo más. Bastante va a ser convencer a tu padre-.

Le expongo la sonrisa más grande que tengo y cierro el trato con un abrazo.
Mi doctora nos interrumpe y me da un par de folletos como guías y me desea un feliz viaje a Barcelona.
Salimos de allí como alma que lleva al diablo, supongo que a ninguna nos agrada estar en el hospital y mi madre me dirige hasta el coche.
Nos montamos pero para mi sorpresa vamos al piso de Marco y Abril.
Miro a mi madre confundida y me dice:

   -Abril y Marco están en clases pero me dijeron que los esperaras aquí-.

Asiento y me da las llaves del piso. Subo y, cuando abro la puerta, todos se avalanzan sobre mí.

-Bienvenida- Chilla Abril.

Están Abril, David, Marco, Amanda, Amelia y mi hermana.
Las lágrimas se me saltan y los miro con cariño.
Amanda se acerca para besarme y la abrazo.

-A ver parejita, tenemos un regalo para vosotras- Anuncia Abril.

Amelia se me acerca y me tiende un sobre.
Mi madre entra antes de que Marco cierren la puerta y abro el sobre.
Saco dos billetes de avión y se me hiela la sangre.

   -París-.

París lleva siendo mi destino ensueño desde que tengo memoria. Amanda parece tan sorprendida como yo y miro a mi madre.

   -Sabíamos las ganas que teníais de viajar juntas, así que hemos aportado cada uno un granito de arena. Marco, Abril y David han puesto el dinero para los billetes, papá, Alba y yo hemos puesto el dinero para el hotel y...-.

   -Y mamá, Alberto, Lucas y yo hemos sacado el dinero para que disfrutéis en allí- Termina Amelia.

Miro a Amanda conmocionada y ella empieza a llorar.

   -Sois los mejores-.

   -Vamos a comer fuera, pago yo-.

Amelia niega con la cabeza y mi madre interviene para decirnos que ella no podrá asistir pero que hay comida suficiente aquí. Al final la invitación de Amanda se queda en el aire sin ser atendida.
Asentimos y mi madre se va. Alba se pone a jugar con Adolfito y los demás nos sentamos a la mesa a charlar. David y Abril no dejan de darnos consejos de lo que deberíamos de hacer en París mientras Amelia y Marco cocinan.

   -Yo cuando estuve fui a ver la torre Eiffel tres veces, dos de día y una de noche-.

David es mucho de alardear pero esto me suena más a una exageración y Abril parece que está sumergida en una pelea de decir subnormalidades con él:

   -Pues yo hubiese ido dos veces de noche porque es increíble verla iluminada-.

Amanda me mira con una expresión divertida pero ninguno de los dos parece darse cuenta porque siguen enzarzándose en la discusión.
Amelia empieza a colocar platos junto a Marco en la mesa y se me hace la boca agua.
Estos tres días en el hospital han sido terribles con las comidas insípida que allí dan pero esto lo cambia todo.
No veo el momento en el que Marco y Amelia se sienten para empezar a comer pero vuelven a la cocina y me desespero.

   -Toma anda, que me dan celos de cómo miras esa comida-.

Amanda me introduce en la boca un pequeño volavant de queso y todos se echan a reír. Enrojezco por su comentario pero me besa la mejilla y ya siento menos vergüenza.
Amelia y Marco se sientan a la mesa, por fin, y Amelia le riñe a Amanda por la falta del volavant.
Abril empieza a estallarse mientras Amanda se hace cargo de la culpa y David me señala:

   -Se lo ha comido ella Amelia-.

Miro mal a David pero este se reafirma y todos nos reímos.

-Entonces ¿ya sabéis qué vais a visitar?-.

Marco es muy consciente de que con esa pregunta va a dar vía libre a la discordia. Amanda y yo nos miramos y sonreímos. Alba entra en la cocina y corre hacia mí. La siento entre Amanda y yo y nos ponemos a comer todos juntos.
Una felicidad me invade al verlos a todos a mi lado y les vuelvo a agradecer todo de nuevo.

   -Sois los mejores amigos que se puede echar alguien a la espalda, espero poder recompensaros en algún momento-.

Amanda también da las gracias y seguimos comiendo y charlando por igual.

El grupo comienza a dispersarse después de la comida, Amelia tiene que volver a casa y a David le surge un imprevisto con su novio. Abril y Marco deciden que podemos quedarnos a ver una película pero Alba parece muy cansada y decido llevarla a casa.

   -Iré contigo- Se ofrece Amanda.

Ella la sube a su espalda y nos despedimos de Abril y Marco.
Caminamos hasta casa y, cuando llegamos, me doy cuenta de que Alba se ha quedado dormida.

   -¿Esta dormida?-.

   -Como un tronco-.

Subimos a Alba a casa y la acostamos en la cama.
Al salir, mi madre nos interrumpe y nos intenta echar pero yo siento que algo no va bien y entro a la cocina.
Mi padre y una muchacha están charlando hasta que entro y se callan. Él se pone en pie y se acerca nervioso.

¿Qué está pasando? ¿Quién es esa chica?

Mamá entra junto con Amanda y la miró totalmente perdida.
Amanda me pone las manos sobre los hombros y mi madre agacha la cabeza.

   -Estamos firmando los papeles del divorcio-.

Mi padre es el primero en hablar casi forzado por la chica que lo presiona con la mirada y el toqueteo de los papeles. Asiento y fuerzo una sonrisa.

   -Nosotras pensábamos ir a dar un paseo, hemos dejado a Alba durmiendo pero no sé lo qué tardará en despertarse-.

Amanda me aprieta un poco más como si intentará abrazarme para reconfortarme y se lo agradezco.
Todos nos sonríen y nosotras nos vamos.
Salimos a la calle y caminamos hasta el parque de la mano pero sin decir nada.

   -¿Estas bien?-.

Parece bastante preocupada así que intento tranquilizarla:

   -Sabía que se iban a divorciar pero aún así es duro... Pero no hablemos de eso, todavía estoy en shock-.

   -¿Con lo de París?-.

Asiento y me comenta que algo se esperaba, que notaba todo muy raro mientras preparaban la fiesta.

   -Así tendrás una oportunidad de pedirme salir-.

Amanda abre los ojos con sorpresa y le sonrío. Se la he soltado pero bien.

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