Una Nueva Raza.

La Niebla.

Año 2250. Mansión Jeon.

-- Chicos, recibimos una invitación a un programa -- dijo el alto chico moreno, indudablemente el líder de aquella reunión, entrando al salón de reuniones de la lujosa y antigua mansión  con su teléfono en la mano -- un programa muy importante que podría ayudarnos a ser reconocidos.

-- ¿Más? -- preguntó un chico con cara de gatito, con una sonrisa -- hemos ofrecido muchas entrevistas en periódicos, revista y pequeños programas de radio.

-- Este programa les gustará -- explicó el joven moreno -- especialmente a Hwa Yong. Es un programa de televisión, donde salen esos tres chicos tan famosos, Park Min Young, Lu Han y Lee Min Ho.

-- ¡¡Ohh!! -- exclamó Hwa Yong dando un salto -- si, vamos, por favor. Quiero verlo.

-- ¿A quién? -- preguntó un joven de cabellos rubios, mirando inocentemente a todos lados.

-- Al OMEGA que le gustó a Hwa Yong -- contestó un rubio bajito con una sonrisa socarrona -- no ha dejado de hablar de él desde que lo ayudó hace dos meses, y no se pierde su programa.

El aludido se iba sonrojando cada vez más, pero se veía ilusionado.

-- Es extraño -- dijo un BETA de semblante tranquilo y aspecto intelectual, mirándolo con interés -- nunca había visto que un OMEGA fuera destinado de un BETA; la Luna ha sido muy generosa contigo.

-- Indudablemente lo merece -- dijo un chico de musculatura marcada pero elegante, delgado, de cabellos negros y sonrisa de conejito,  palmeando la espalda de Hwa Yong -- ha sido un gran miembro de nuestro grupo, excelente guerrero y uno de los vigilantes nocturnos. 

-- Cierto -- dijo el líder sonriendo -- no se a que se deba esta diferencia, pero creo que indudablemente te traerá felicidad a ti y por lo tanto a nosotros.

-- Pues hay que prepararnos, chicos -- intervino _______ mirando su teléfono -- si es la invitación que Nam nos acaba de compartir, es en tres horas. Hay que ponernos guapos y guapas.

-- A prepararnos pues -- exclamó el BETA japonés poniéndose de pie -- hay que ir a la caza de ese bonito OMEGA para nuestro amigo.

Todos sonrieron y salieron de la estancia para prepararse. Tal vez ese programa los lanzaría otra vez al ojo del público y con suerte lograrían un nuevo miembro para su familia.

Mientras caminaba hacia su habitación, el chico de sonrisa de conejito recordaba la historia que, muy probablemente, les pedirían que contaran. No pudo evitar recordar cada detalle de sus primeras vivencias; estuvieron llenas de preocupaciones, luchas y algunas veces sufrimiento, pero indudablemente, también de amor, amistad y aventuras asombrosas.

AÑO 1970: 

Este año ha sido particularmente difícil; comenzó con tormentas eléctricas muy intensas a todo lo largo y ancho del mundo. Después vinieron los sismos y volcanes despertando por toda la faja volcánica americana, europea, africana y asiática. Se agregaron los movimientos en las placas tectónicas en el Pacífico y en el Atlántico que causaron grandes inundaciones, huracanes y un tsunami en Japón, Tailandia y México. Fue un año de terribles tragedias, por lo que cuando surgieron aquellas nieblas y después de ver que no había repercusiones en la salud o seguridad de las personas, las autoridades se despreocuparon del asunto, dedicándose a reparar los problemas causados por los desastres anteriores.

Luego pareció que el planeta entraba en una tensa calma y dió tiempo de llorar las pérdidas humanas, dado que 2/5 de la población mundial habían perecido. 

Pero  ¿qué era la niebla? Nadie lo sabía, y los gobiernos, ocupados en resolver sus problemas, no le dieron importancia, así que sólo fue admirada por su belleza, ya que había días que se volvía rosa, otas ocasiones se tornaba celeste e incluso de una coloración verde pastel.

Fue material de fotografías, videos y fondos de pantalla durante un año, pero luego desapareció; fué olvidada y la población se dedicó a sanar sus heridas y sus corazones, y a comenzar de nuevo.

Nunca se enteraron de la importancia de esa niebla ni se imaginaron las repercusiones que tendría sobre la humanidad.