El Helado de la Paz.

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Los siguientes días Hoseok y Tae los pasaron en la mansión del consejo, donde los OMEGAS y las BETAS se turnaban para cuidar a ambos padres, ya que Hoseok era muy nervioso y cualquier detalle lo descolocaba.

Cuando tocó el turno a Soobin de cuidarlo, acudió con Kai, quien aún no había visto al bebé. 

-- ¿Ya vamos a llegar papá? -- preguntaba el pequeño. 

-- Si bebé, ya casi llegamos -- contestó Soobin. 

-- Que bueno. Ya quiero ver al bebé. 

-- Oye, nene ¿cómo sabías que iba a ser OMEGA? -- pregunto Soobin. 

-- Yo lo sentí. Es mío -- contestó el pequeño mirándolo seriamente. 

-- Vaya. Pero ¿y si creces y luego te gusta otro OMEGA? 

-- No; él es mi OMEGA. -- reafirmó el pequeño alfa. 

Soobin no añadió más pensando que tal vez era cierto que aquel bebé era su pareja destinada.

Al llegar encontraron a Hoseok tratando de cambiar el pañal del bebé, aunque lo que había conseguido era ensuciar su ropa, el cambiador y al mismo bebé, de pies a cabeza. 

-- Calma Hoseok -- dijo Soobin sonriendo -- dame. Tú ve a limpiarte y yo baño al bebé. 

-- Gracias Soobin. Cuando acabe de bañarme yo lo alimentare. -- agradeció Hoseok.

Durante su estancia, Soobin ayudó a Tae a bañarse y a vestirse; luego le ofreció un té y apoyó a Hoseok con el cuidado del bebé. Mientras, Kai iba y venía tras quién cargara al pequeño OMEGA. 

-- Tío, déjame verlo otra vez -- pedía el ALPHITA. 

-- ¿Otra vez? Ya te lo he mostrado 15 veces -- refunfuñaba Hoseok, que no olvidaba las palabras del niño.  

-- Anda tío, por favor -- pidió Kai. 

-- Vamos querido -- lo reprendió Tae -- no pelees con el niño. Deja que lo vea. 

Tantas eran las peticiones del pequeño que Hoseok optó por poner unas mantas en el suelo del salón y acomodar al pequeño ahí. 

-- Bueno Kai -- le dijo al ALPHITA -- tú y yo jugaremos con el bebé aquí; ¿De acuerdo?

-- Gracias tío -- murmuró el niño y se sentó al lado del bebé.

Tae y Soobin fueron hacia la cocina, dejando al Hoseok con los dos niñitos. Transcurrieron 30 minutos mientras los dos OMEGAS platicaban y Soobin cocinaba, cuando se dieron cuenta de que había mucho silencio y comenzaron a preocuparse.

-- Oye, Tae, no escucho ningún ruido -- dijo Soobin.

-- Tienes razón, vamos a ver que sucede -- Respondió Tae. 

Caminaron hacia el salón donde se habían quedado el ALPHA y los pequeños, asomaron la cabeza por la puerta y vieron un cuadro muy lindo; Hoseok, debido a sus noches de desvelo, había caído rendido. En el momento en que los dos OMEGAS mayores se asomaron, Kai le estaba poniendo una almohada bajo la cabeza a su tío para que no estuviera torcido. Luego se sentó otra vez al lado del bebé y se dedicó a contemplarlo.

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