CAP 13 ATRAPADA

2.1K 174 160
                                    

-Hmmm...

Steve frunció el ceño y ronroneó adormilado cuándo sintió un ligero peso montar sus muslos bajo la manta para después sentirlo caer entre sus piernas, lo que lo llevó a levantar la mano que reposaba sobre la cama para sostener nuevamente el cuerpo calientito y pequeño que reposaba acurrucado a su costado mientras lo abrazaba por la cintura.

Evans suspiró al recordar a quién le pertenecía ese delgado brazo que cruzaba por encima de su abdomen, esa cabellera rubia, revuelta y sedosa que se esparcía en su hombro y esa pierna blanca y torneada que se encontraba apoyada entre sus rodillas. Natasha había dormido profundamente, aferrada a él como si fuese un oso de felpa gigante y sin interrupciones desde del beso que habían compartido durante la madrugada mientras que él apenas y había conseguido pegar los ojos, ya que la preocupación de que ella despertara alterada por una pesadilla o presentara dolor lo tenía con el pendiente.

El rubio abrió sus ojos de a poco y miró la hora en su buró mientras bostezaba, eran exactamente las 6:30am del sábado, la mañana lucía fresca y lluviosa y el frío aún podía sentirse colarse por los ventanales de su habitación. Steve levantó la cabeza perezosamente para echar un vistazo rápido y ver a Dod dormir en una de las esquinas de la cama mientras que Sami no aparecía por ninguna parte, o al menos ninguna visible.

-Me duele tanto verte así, preciosa. -Steve se olvidó de todo por un segundo y ladeó su cabeza para buscar el rostro apacible y pálido de Natasha y concentrarse ahora en ella.

Steve acarició su mejilla amoratada con la yema de su pulgar para después apartar su cabello ondulado y peinarlo detrás de su oreja, encontrándose con las horribles marcas que aún podían verse en sus hombros y cuello, unas marcas que probablemente se tomarían algunos días para desaparecer por completo.

-A partir de ahora yo cuidaré de ti, siempre lo haré, nena. -Steve besó la punta de su nariz con cariño y sonrió enamorado cuando la vio arrugarla y refregar un poco su mejilla sobre sus pectorales.

-¿Sami? -Nat ronroneó entre sueños y arrugó un poco la frente para después quedarse quieta y seguir durmiendo.

Evans ya no podía ocultarlo más ni negarse a aceptar que lo que sentía por aquella hermosa casamentera era algo que jamás en la vida había sentido por alguien y el simple hecho de poder estar esa mañana ahi con ella a su lado lo hacía sentirse inmensamente afortunado. Steve quería cambiar, quería hacer las cosas bien, ser un hombre diferente, quería ser el prospecto perfecto para ella, más aún ahora que sabía que Natasha poseía un corazón realmente puro, que era dulce y compasiva por naturaleza y que ella más que nadie merecía un buen hombre que la valorara por la gran mujer que era, que la respetara y la amara sin filtros. Él quería luchar por su corazón, así tuviese que bajar las estrellas y ser el más bobo romántico y ridículo de todos los tiempos. Estaba decidido a ganarse su amor y a dejar que lo amara sin miedos o inseguridades de por medio.

-Me esforzaré para ganarme tu amor, Nat. -Susurró decidido.

Era la primera vez que Evans llevaba una chica a su casa y dormía con ella sin sexo de por medio, y también era la primera vez que despertaba con una mujer acurrucada entre sus brazos, deseando que jamás tuviese que dejar ese cálido nido que lo mantenía seguro y completo. La sensación era nueva, pero le traía un paz a su alma que simplemente no podía explicar.

Steve acomodó la manta hasta la mitad de sus cuerpos para después abrazar a la mujer a su costado por la cintura con suma protección para luego besar su frente. Acarició su espalda con la yema de sus dedos en un movimiento suave y circular mientras que con la otra mano buscaba la suya que yacía reposando sobre su abdomen para entrelazar sus dedos y poder llevar sus manos unidas hasta sus labios y dejar un beso tierno sobre su dorso.

💞𝙎𝙊𝙐𝙇𝙈𝘼𝙏𝙀𝙎 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora